Escribe Prensa UIT-CI
Compartimos el artículo de Ilian Pappé publicado originalmente por New Left Review el pasado 21 de junio. Este artículo es un aporte para comprender la resistencia del pueblo palestino para miles de luchadoras y luchadores en todo el mundo. Ilan Pappé es un reconocido historiador israelí, que siempre ha denunciado la implantación de Israel en tierra palestina expulsando a su población originaria. Por eso ha sido perseguido y vive, desde hace años, en el Reino Unido.
El ataque de Hamás del 7 de octubre puede compararse con un terremoto que golpea un edificio antiguo. Las grietas ya empezaban a notarse, pero ahora son visibles en sus propios cimientos. Más de 120 años desde su inicio, ¿podría el proyecto sionista en Palestina –la idea de imponer un Estado judío a un país árabe, musulmán y de Oriente Medio– enfrentarse a la perspectiva del colapso?
Históricamente, una gran cantidad de factores pueden hacer que un estado se hunda. Puede ser el resultado de constantes ataques de países vecinos o de una guerra civil crónica. Puede suceder con el colapso de las instituciones públicas, que se vuelven incapaces de brindar servicios a los ciudadanos. A menudo comienza como un lento proceso de desintegración que cobra impulso y luego, en un corto período de tiempo, derriba estructuras que alguna vez parecieron sólidas y firmes.
La dificultad radica en detectar los primeros indicadores. Aquí sostendré que estos son más claros que nunca en el caso de Israel. Estamos siendo testigos de un proceso histórico –o, más exactamente, del comienzo de uno– que probablemente culminará con la caída del sionismo. Y, si mi diagnóstico es correcto, entonces también estamos entrando en una coyuntura particularmente peligrosa. Porque una vez que Israel se dé cuenta de la magnitud de la crisis, desatará una fuerza feroz y desinhibida para tratar de contenerla, como lo hizo el régimen de apartheid sudafricano durante sus últimos días.
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Un primer indicador es la fractura de la sociedad judía israelí. Actualmente se compone de dos bandos rivales que no logran encontrar puntos en común. La brecha surge de las anomalías al definir el judaísmo como nacionalismo. Si bien la identidad judía en Israel a veces ha parecido poco más que un tema de debate teórico entre facciones religiosas y seculares, ahora se ha convertido en una lucha sobre el carácter de la esfera pública y el Estado mismo. Esto se combate no sólo en los medios sino también en las calles.
Uno de los campos puede denominarse «Estado de Israel». Está compuesto por judíos europeos más seculares, liberales y en su mayoría, pero no exclusivamente, de clase media y sus descendientes, que desempeñaron un papel decisivo en el establecimiento del Estado en 1948 y permanecieron hegemónicos dentro de él hasta finales del siglo pasado. No se equivoquen: su defensa de los «valores democráticos liberales» no afecta su compromiso con el sistema de apartheid que se impone, de diversas maneras, a todos los palestinos que viven entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. Su deseo básico es que los ciudadanos judíos vivan en una sociedad democrática y pluralista de la que los árabes estén excluidos.
El otro campo es el «Estado de Judea», que se desarrolló entre los colonos de la Cisjordania ocupada. Goza de niveles cada vez mayores de apoyo dentro del país y constituye la base electoral que aseguró la victoria de Netanyahu en las elecciones de noviembre de 2022. Su influencia en las altas esferas del ejército y los servicios de seguridad israelíes está creciendo exponencialmente. El Estado de Judea quiere que Israel se convierta en una teocracia que se extienda a toda la Palestina histórica. Para lograrlo, está decidido a reducir el número de palestinos al mínimo indispensable y contempla la construcción de un Tercer Templo en lugar de Al-Aqsa. Sus miembros creen que esto les permitirá renovar la era dorada de los Reinos Bíblicos. Para ellos, los judíos seculares son tan heréticos como los palestinos si se niegan a unirse a este esfuerzo.
Los dos bandos habían comenzado a chocar violentamente antes del 7 de octubre. Durante las primeras semanas después del asalto, parecieron dejar de lado sus diferencias frente a un enemigo común. Pero esto fue una ilusión. Los combates callejeros se han reavivado y es difícil ver qué podría lograr la reconciliación. El resultado más probable ya se está desarrollando ante nuestros ojos. Más de medio millón de israelíes, en representación del Estado de Israel, han abandonado el país desde octubre, un indicio de que el país está siendo absorbido por el Estado de Judea. Se trata de un proyecto político que el mundo árabe, y quizás incluso el mundo en general, no tolerará en el largo plazo.
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El segundo indicador es la crisis económica de Israel. La clase política no parece tener ningún plan para equilibrar las finanzas públicas en medio de conflictos armados perpetuos, más allá de depender cada vez más de la ayuda financiera estadounidense. En el último trimestre del año pasado, la economía se desplomó casi un 20%; Desde entonces, la recuperación ha sido frágil. Es poco probable que la promesa de Washington de aportar 14.000 millones de dólares revierta esta situación. Por el contrario, la carga económica sólo empeorará si Israel cumple su intención de ir a la guerra con Hezbollah y al mismo tiempo aumenta la actividad militar en Cisjordania, en un momento en que algunos países –incluidos Turquía y Colombia– han comenzado a aplicar medidas económicas y sanciones.
La crisis se ve agravada aún más por la incompetencia del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien constantemente canaliza dinero hacia los asentamientos judíos en Cisjordania pero que, por lo demás, parece incapaz de dirigir su ministerio. Mientras tanto, el conflicto entre el Estado de Israel y el Estado de Judea, junto con los acontecimientos del 7 de octubre, está provocando que parte de la élite económica y financiera traslade su capital fuera del estado. Quienes están considerando reubicar sus inversiones constituyen una parte significativa del 20% de los israelíes que pagan el 80% de los impuestos.
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El tercer indicador es el creciente aislamiento internacional de Israel, a medida que gradualmente se convierte en un Estado paria. Este proceso comenzó antes del 7 de octubre pero se ha intensificado desde el inicio del genocidio. Esto se refleja en las posiciones sin precedentes adoptadas por la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional. Anteriormente, el movimiento global de solidaridad con Palestina logró galvanizar a la gente para que participara en iniciativas de boicot, pero no logró promover la perspectiva de sanciones internacionales. En la mayoría de los países, el apoyo a Israel siguió siendo inquebrantable entre el establishment político y económico.
En este contexto, las recientes decisiones de la CIJ y la CPI -Corte Internacional de Justicia – (que Israel puede estar cometiendo genocidio, que debe detener su ofensiva en Rafah, que sus líderes deben ser arrestados por crímenes de guerra) deben verse como un intento de prestar atención a las opiniones de la sociedad civil global, en lugar de simplemente reflejar la opinión de la elite. Los tribunales no han aliviado los brutales ataques contra el pueblo de Gaza y Cisjordania, pero han contribuido al creciente coro de críticas dirigidas al Estado de Israel, que provienen cada vez más tanto de arriba como de abajo.
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El cuarto indicador, interconectado, es el cambio radical entre los jóvenes judíos de todo el mundo. Tras los acontecimientos de los últimos nueve meses, muchos ahora parecen dispuestos a deshacerse de su conexión con Israel y el sionismo y participar activamente en el movimiento de solidaridad palestino. Las comunidades judías, particularmente en Estados Unidos, alguna vez brindaron a Israel inmunidad efectiva contra las críticas. La pérdida, o al menos la pérdida parcial de este apoyo tiene implicaciones importantes para la posición global del país. AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel) todavía puede confiar en los sionistas cristianos para brindar asistencia y reforzar su membresía, pero no será la misma organización formidable sin un electorado judío significativo. El poder del lobby se está erosionando.
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El quinto indicador es la debilidad del ejército israelí. No hay duda de que las FDI (Fuerzas de Defensa Israeli) siguen siendo una fuerza poderosa con armamento de última generación a su disposición. Sin embargo, sus limitaciones quedaron expuestas el 7 de octubre. Muchos israelíes sienten que los militares fueron extremadamente afortunados, ya que la situación podría haber sido mucho peor si Hezbollah se hubiera unido en un ataque coordinado. Desde entonces, Israel ha demostrado que depende desesperadamente de una coalición regional, encabezada por Estados Unidos, para defenderse de Irán, cuyo ataque de advertencia en abril vio el despliegue de alrededor de 170 drones más misiles balísticos y guiados. Más que nunca, el proyecto sionista depende de la rápida entrega de enormes cantidades de suministros por parte de los estadounidenses, sin los cuales no podría ni siquiera luchar contra un pequeño ejército guerrillero en el sur.
Actualmente existe entre la población judía del país una percepción generalizada de la falta de preparación y la incapacidad de Israel para defenderse. Ha generado una gran presión para eliminar la exención militar para los judíos ultraortodoxos – vigente desde 1948 – y comenzar a reclutarlos por miles. Esto difícilmente supondrá una gran diferencia en el campo de batalla, pero refleja la magnitud del pesimismo sobre el ejército, que a su vez, ha profundizado las divisiones políticas dentro de Israel.
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El indicador final con las energías renovadas de la generación más joven de palestinos. Están mucho más unidos, conectados orgánicamente y con más claridad acerca de sus perspectivas que la élite política palestina. Dado que la población de Gaza y Cisjordania se encuentra entre las más jóvenes del mundo, esta nueva cohorte tendrá una inmensa influencia en el curso de la lucha de liberación. Las discusiones que tienen lugar entre grupos de jóvenes palestinos muestran que están preocupados por establecer una organización genuinamente democrática –ya sea una OLP (Organización para la liberación Palestina) renovada o una completamente nueva– que persiga una visión de emancipación que sea la antítesis de la campaña de la Autoridad Palestina para el reconocimiento como entidad estado. Parecen estar a favor de una solución de un solo Estado al desacreditado modelo de dos Estados.
¿Podrán dar una respuesta eficaz al declive del sionismo? Esta es una pregunta difícil de responder. Al colapso de un proyecto estatal no siempre le sigue una alternativa más brillante. En otras partes del Medio Oriente –en Siria, Yemen y Libia– hemos visto cuán sangrientos y prolongados pueden ser los resultados. En este caso, se trataría de descolonización, y el siglo anterior ha demostrado que las realidades poscoloniales no siempre mejoran la condición colonial. Sólo la acción de los palestinos puede llevarnos en la dirección correcta. Creo que, tarde o temprano, una fusión explosiva de estos indicadores resultará en la destrucción del proyecto sionista en Palestina. Cuando esto suceda, debemos esperar que exista un movimiento de liberación sólido para llenar el vacío.
Durante más de 56 años, lo que se denominó “proceso de paz” –un proceso que no condujo a ninguna parte– fue en realidad una serie de iniciativas estadounidenses-israelíes ante las cuales se pidió a los palestinos que las aceptaran. Hoy, la «paz» debe ser reemplazada por la descolonización, y los palestinos deben ser capaces de articular su visión para la región, mientras se pide a los israelíes que la acepten. Esta sería la primera vez, al menos en muchas décadas, que el movimiento palestino tomaría la iniciativa al exponer sus propuestas para una Palestina poscolonial y no sionista (o como se llame la nueva entidad). Al hacerlo, probablemente mirará a Europa (quizás a los cantones suizos y al modelo belga) o, más acertadamente, a las viejas estructuras del Mediterráneo oriental, donde los grupos religiosos secularizados se transformaron gradualmente en etnoculturales que vivían uno al lado del otro, en el mismo territorio.
Ya sea que la población tome esta idea, el colapso de Israel se ha vuelto previsible. Esta posibilidad debería ser parte de la conversación a largo plazo sobre el futuro de la región. Se incorporará a la agenda a medida que la gente se dé cuenta de que el intento de un siglo de duración, liderado por Gran Bretaña y luego Estados Unidos, de imponer un Estado judío en un país árabe está llegando lentamente a su fin. Tuvo suficiente éxito como para crear una sociedad de millones de colonos, muchos de ellos ahora de segunda y tercera generación. Pero su presencia todavía depende, como cuando llegaron, de su capacidad para imponer violentamente su voluntad a millones de pobladores originarios, que nunca han abandonado su lucha por la autodeterminación y la libertad en su tierra natal. En las próximas décadas, los colonos tendrán que abandonar este enfoque y mostrar su voluntad de vivir como ciudadanos iguales en una Palestina liberada y descolonizada.
Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
24/06/2024. Se realizó un acto de recordación (foto) del compañero y dirigente Muhittin Karkın a un año de su fallecimiento. El acto fue encabezado por su partido IDP (Partido de la Democracia Obrera), sección de la UIT-CI en Turquía.
Falleció el 24 de junio de 2023. Tenía 73 años. Nació en 1950, tenía dos hijos y una nieta. Fue fundador de trotskismo en Turquía. Era integrante del Comité Central, del Partido por la Democracia Obrera (IDP).
Recordamos nuevamente su trayectoria de militancia revolucionaria e internacionalista. Fue dirigente sindical en los años 70. Se hizo trotskista en 1972 y hasta 1979 fue integrante de la IV Internacional (Secretariado Unificado-SU), encabezada por Ernest Mandel. Rompió con la corriente mandelista en el congreso del Secretariado unificado (SU) de 1979, que se realizó en Paris, Francia. La corriente que encabezaba Nahuel Moreno, que también estaba en la IV-SU y se denominaba la Fracción Bolchevique (FB)- En las vísperas de ese congreso, la FB rompió con la IV(SU), porque su conducción, en manos del mandelismo y del SWP de los Estados Unidos apoyó la expulsión de Nicaragua de la Brigada de combatientes Simón Bolívar. Expulsión realizada, en agosto de 1979, por el gobierno burgués de conciliación de clases del sandinista Daniel Ortega y Violeta Chamorro, que el mandelismo apoyaba y definía como “obrero y campesino”.
Desde entonces Muhittin Karkin adhirió al morenismo, aunque nunca pudo tener contacto directo con Nahuel Moreno. Ese mismo año, Muhittin encabezó la fundación de una organización trotskista en Turquía, el Frente Obrero. En 1980 fue encarcelado por la dictadura que gobernaba entonces, por ser dirigente sindical y trotskista. Fue condenado a muerte dos veces, pero suspendieron su aplicación y quedó en la cárcel por 4 años.
Después de salir de la cárcel trató de reorganizar el movimiento trotskista en Turquía. En 1992 fundó, junto a otros compañeros, un grupo morenista que editaba la revista “Boletín Internacional”, en una situación muy difícil por la represión.
Por su internacionalismo siguió su militancia revolucionaria en el estado español, por casi 20 años, desde la segunda mitad de la década de 90 hasta 2017. Primero en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y luego en Lucha Internacionalista (LI), hoy sección de la UIT-CI.
En 2010, como parte de la dirección de Lucha Internacionalista, tomaron contacto con la UIT-CI y se iniciaron los primeros intercambios políticos que culminaron con la integración, en 2014, de Lucha Internacionalista y el Frente Obrero (ahora IDP) de Turquía, a la UIT-CI. En 2017, Muhittin Karkin volvió a Turquía y se reintegró a IDP y a su Comité Central.
Muhittin Karkin dedicó su vida a la reconstrucción de la Cuarta Internacional, enfrentando a las corrientes oportunistas y sectarias, en los últimos años desde la UIT-CI. Fue un apasionado del movimiento obrero y sus luchas. También hizo parte de la elaboración política de IDP y la UIT-CI con distintos trabajos escritos en su larga trayectoria. Fue un estrecho colaborador de la Correspondencia Internacional (CI). Sus últimos artículos fueron “La cuestión ucraniana y la actitud marxista revolucionaria” (CI N°49, marzo 2022) y “Turquía: unas elecciones históricas” (CI N°52, abril 2023, ver uit-ci.org.com).
Su trayectoria y su legado de socialista revolucionario consecuente quedará de ejemplo para la actual y futura militancia de IDP y de la UIT-CI.
Compañero Muhittin Karkin, ¡Hasta el socialismo siempre!
Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
18/06/2024. Durante la mañana del 18 de junio tomamos noticia que la historiadora de izquierda crítica y codirectora del “Laboratorio de Pensamiento Crítico Cuba por Cuba”, Alina Bárbara López Hernández y la historiadora Jenny Pantoja han sido detenidas nuevamente por Seguridad del Estado mientras salían de la ciudad de Matanzas.
En noviembre de 2023, Alina Bárbara López Hernández, fue detenida y condenada a pagar una multa por el delito de desobediencia, en un juicio irregular y persecutorio; Alina apeló dicha resolución. Desde hace tiempo la dictadura de Díaz Canel y el Partido Comunista Cubano persiguen a ella y a su compañera de lucha Jenny Pantoja, quien también ha denunciado un recurrente hostigamiento por parte del gobierno. La justicia y las fuerzas de seguridad, todos los 18 de cada mes, amedrentan y buscan detener a las activistas cuando se movilizan para realizar sus acciones de protesta en Matanzas, negando el derecho a la movilidad, cercenando la libertad de expresión y otras libertades democráticas.
Repudiamos la detención de Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja y toda la política represiva de la dictadura de Díaz Canel que busca silenciar las legítimas demandas democráticas y sociales ante la grave crisis social y el crecimiento de la pobreza que se vive en la Isla tras la aplicación de las Tareas de Ordenamiento impuestas por la dictadura.
Exigimos la inmediata liberación de Alina y Jenny, el fin de la persecución y el hostigamiento a ellas y a decenas de activistas perseguidos y procesados. Nos solidarizamos con ellas mientras llamamos a luchar por la inmediata libertad de todas y todos los presos políticos que se encuentran encarcelados desde las grandes movilizaciones del 2021.
Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y Secretaria de la Federación Universitaria Argentina
El sábado 8 de junio realizamos el primer conversatorio de las Juventudes de la UIT-CI en apoyo a la resistencia heroica del pueblo palestino. En el medio de un alza del movimiento estudiantil mundial que arrancó con 20 universidades tomadas en Estados Unidos, se esparció hasta Europa, y actualmente llegó a Latinoamérica con tomas y acciones de visibilización en las universidades de Brasil y Chile.
Como juventudes de las UIT-CI fuimos impulsores de muchas de estas iniciativas en nuestros propios países. En ese marco pudimos poner en pie esta importantísima instancia juvenil internacional que se planteaba algunos objetivos fundamentales: rodear de solidaridad la intifada estudiantil que se está desarrollando en varias partes del mundo. Intercambiar experiencias de cómo se viene organizando la lucha en apoyo a Palestina en los diferentes países para seguir impulsando las luchas y acciones de visibilización. Y, sin lugar a dudas, fortalecer a la UIT-CI y a sus juventudes que vienen desarrollando una enorme campaña por la más grande unidad de acción internacional para derrotar el plan de genocidio y limpieza étnica en Gaza, por parte de Israel con su criminal gobierno de Netanyahu y conquistar una Palestina única, laica, democrática y no racista.
Para este conversatorio contamos con los discursos de los dirigentes juveniles de Argentina, Brasil, Chile, Estado Español, Portugal y Turquía, además de la invitación de una compañera de California invitada por nuestro partido hermano MST de República Dominicana. Se habló, simultaneamente en castellano, inglés y portugués. Fue muy importante el saludo de la compañera Shams desde Palestina, así como también los saludos de la compañera Maysan, palestina que vive en Turquía, y de un compañero que es parte de los campamentos que se están desarrollando en apoyo a Palestina en Estados Unidos. Todos aportes muy importantes de nuestra internacional para seguir impulsando la lucha y tener la posibilidad de hacerles llegar nuestra más amplia solidaridad. Al ser un conversatorio bimodal en todas las secciones pudimos tener a nuestros compañeros de manera presencial viendo el evento, lo cual fortaleció y enriqueció nuestro internacionalismo teniendo la inmensa oportunidad de poder vernos entre les jóvenes que venimos impulsando la construcción de nuestros partidos revolucionarios y la UIT-CI en todos nuestros países. Este primer conversatorio sirvió como una gran primera instancia impulsada por la juventud, que será puntapié para seguir construyendo instancias internacionalistas juveniles para impulsar el crecimiento de nuestra internacional sabiendo que todes peleamos con un solo puno por un gobierno de les trabajadores y por un mundo socialista. Y mientras siguen los ataques el pueblo palestino por parte del genocida Estado de Israel, la resistencia continua. Desde las Juventudes de la UIT-CI nos comprometemos a seguir incansablemente luchando en apoyo al pueblo palestino hasta que conquistemos una Palestina libre del rio hasta el mar.
Por Prensa UIT-CI
Entrevista con Alexander Hall Lujardo
12/6/2024. La revista Correspondencia Internacional de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores–Cuarta Internacional (UIT-CI) y de las redes de su sección en Argentina, Izquierda Socialista, realizamos un reportaje al joven historiador Alexander Hall Lujardo, que es integrante de la izquierda crítica cubana y activista afrocubano por el socialismo democrático. Esta entrevista se produce en medio del impacto en los recortes de energía, así como de la crisis social que se vislumbra en Cuba.
Prensa UIT-CI: La noticia de los apagones prolongados en Cuba en estos últimos meses dan indicios de que existe una crisis económica y social muy grave. Incluso hubo en marzo grandes protestas. ¿Cómo percibes la situación?
Alexander Hall: Efectivamente, en Cuba existe una crisis sistémica multidimensional, que afecta a la mayor parte del pueblo cubano. Esta se expresa de modo especial en las afectaciones al suministro de energía eléctrica a la población, cuya inestabilidad dificulta de modo severo las condiciones de vida. Desde el mes de marzo, por ejemplo, se producen apagones en La Habana de cuatro horas diarias. En el interior, en ocasiones, los períodos de corte transcurren entre las doce y dieciocho horas. Es de una sensibilidad enorme, porque significa no tener suministro durante la mayor parte del día. Ello afecta las actividades del hogar, la industria, la educación, el abasto de agua, los comercios y la economía. En un país tropical, donde las temperaturas pueden alcanzar los 40º Celsius, las condiciones del tiempo demandan el uso de ventiladores, bebidas frescas y equipos de refrigeración para conservar los alimentos, en medio del azote que significa la escasez de productos como consecuencia de la inseguridad alimentaria.
Prensa UIT-CI: ¿Y a qué se debe el agravamiento de la crisis o del colapso energético?
Alexander Hall: Existe un colapso energético desde hace varios años. El Gobierno argumenta la falta de materiales, debido al bloqueo/embargo impuesto por las sucesivas administraciones estadounidenses, reforzado bajo el mandato del presidente republicano Donald J. Trump. Este argumento resulta parcialmente válido, puesto que dicho marco de sanciones dificulta y encarece tanto el acceso a divisas, como la adquisición de materiales para la modernización de la infraestructura. Sin embargo, esa limitante no constituye la única causa de la crisis, dado que esta se combina con el predominio de una tecnología de generación obsoleta, en un sector donde las inversiones que se realizan parecen ser solamente las imprescindibles.
La mayor parte de la maquinaria existente se remonta a la época de la URSS, puesto que cuentan con varias décadas de explotación. De tal manera, no se renueva con la calidad requerida, acorde a los estándares tecnológicos actuales y además, carecen del adecuado mantenimiento. Por otra parte, el país posee una reducción notable en su disponibilidad de combustibles. Este aspecto está relacionado con la crisis que sufren las naciones abastecedoras, fundamentalmente Rusia y Venezuela, quienes enfrentan escenarios internos convulsos. Dicha realidad les obliga a reducir sus envíos a Cuba, bajo los acostumbrados precios subsidiados y/o preferenciales en sus acuerdos de comercialización con la Mayor de las Antillas. Todo ello es relevante, pero no se debe obviar que los incumplimientos de la isla son notorios, debido al elevado endeudamiento y déficits en sus divisas, que le impide dar cauce a la totalidad de sus obligaciones financieras. Tales razones, indican que existe una pésima gestión administrativa, al tiempo que predomina un escenario de opacidad en las arcas del Estado, lo cual evidencia signos de corrupción en las esferas del Gobierno, puesto que los fondos públicos no se someten a la fiscalización de la ciudadanía.
En tal sentido, hace apenas unas semanas, la Contralora General de la República de Cuba Gladys Bejerano Portela, manifestó en una entrevista al medio de prensa EFE, que el Grupo de Administración Empresarial de las fuerzas armadas (Gaesa), —ente que controla los sectores más rentables de la economía nacional—, no se somete al escrutinio público de la máxima entidad en el país, encargada de velar por el orden en materia de transparencia contable y financiera. Lo anterior, refleja la escasa garantía de confiabilidad predominante en la alta jefatura del sistema, puesto que se maneja de forma centralizada y discrecional gran parte del presupuesto del Estado, al que contribuyen los ciudadanos con sus impuestos y riquezas generadas como resultado de su trabajo productivo.
Por si todo ello fuera poco, existe una enorme contradicción en la distribución del presupuesto nacional, puesto que se dedica desde el comienzo de la etapa pandémica un alto porcentaje a la industria del turismo, cuando la Isla posee niveles históricos de baja ocupación hotelera. Es insólito que en medio del contexto de grave crisis económica, una gran parte de esos fondos se destinen a la construcción de hoteles de lujo. Semejante matriz persiste sin una razón política o económicamente racional que la sustente. En su lugar, sería más coherente renovar el fondo habitacional de la nación, que posee un déficit cercano al millón de habitantes, reactivar la infraestructura, diversificar la industria nacional, facilitar créditos para la producción de alimentos o modernizar el sistema electroenergético, con énfasis en las fuentes renovables de energía; de acuerdo a los valores ecológicos que debe caracterizar a un Estado socialista comprometido con la conservación del planeta.
Prensa UIT-CI: Sobre eso te quería preguntar. Según las propias publicaciones que vienen de Cuba, pese a la crisis del turismo, incluso después de la pandemia del Covid-19, esos porcentajes altos del presupuesto nacional que dices, se siguen dedicando a la construcción de hoteles de alta gama. Por ejemplo, una publicación cubana indica que el año pasado se le otorgó un 60% del presupuesto a la provincia de Sancti Spíritus especialmente dedicada a la construcción de un hotel 5 estrellas de una empresa española, específicamente el Hotel Meliá Trinidad. Llama la atención esta desigualdad, cuando creo que no se construyen viviendas baratas, no se compra combustible o no se repara la maquinaria para energía. Cuestiones básicas.
Alexander Hall: Exacto, ese es un ejemplo de funcionamiento corrupto sobre el uso de los fondos nacionales de carácter público, lo que constituye una burla a los principios republicanos sustentados en la democracia participativa, sobre los que se construyeron los ideales de la soberanía nacional. Sin lugar a dudas, existe una corrupción a todas luces por las instancias dirigentes del Partido/Estado y la burocracia del Gobierno, encabezada por la corporación monopólica-empresarial Gaesa, que es el gran conglomerado que financia a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Este complejo incluye diversas áreas del turismo, —aunque es Gaviota su empresa representativa, que cuenta con una diversidad de servicios—, dicha extensión llega también a otras áreas como es la red de servicentros-gasolineras existente a lo largo del país; a la vez que su control incluye marinas, bancos, aerolíneas, cadenas de ómnibus, restaurantes, renta de autos, red de tiendas minoristas en moneda libremente convertible (MLC), entre otros. Es importante destacar que gran parte de los servicios que ofrecen sus instalaciones, resultan de difícil acceso para las/os trabajadoras/es cubanas/os, quienes perciben la totalidad de su salario en la devaluada moneda local.
Esa deformación sistémica, traducida en el manejo autoritario, irracional y centralizado de la economía, constituye la principal responsable de la crisis general que enfrenta la sociedad, combinado con una actual ausencia de credibilidad política en el liderazgo gobernante. Las condiciones peculiares del escenario cubano permiten afirmar entre economistas, politólogos, historiadores y estudiosos de las ciencias sociales, que en las actuales condiciones, Cuba se encuentra en un proceso de transición neo-capitalista oligárquica que avanza aceleradamente hacia la privatización de la mayor parte de los actores económicos del país, salvo esferas que las instancias del Estado/Gobierno aún considera estratégicas.
La crisis general de la sociedad también posee serias consecuencias demográficas que se expresan en la emigración entre 2022-2024 de más de 550 mil cubanas y cubanos a los Estados Unidos, lo que acumula una emigración superior al millón de habitantes en ese país. No obstante, las valoraciones de ciudadanos que partieron a instalar su residencia en otros lares, como países de América Latina y Europa, según expertos en el área de la demografía, estiman que para el próximo censo nacional, la población cubana residente en la isla se encuentre por debajo del umbral de los 10 millones de habitantes.
Las características de esa migración, predominantemente joven, sumado a la baja natalidad y tasas de mortalidad que posee una nación envejecida, apuntan no solo al predominio de una fuga de talentos en el país; sino además, a un deterioro en la innovación y la eficiencia en los procesos productivos, tecnológicos e industriales. En dicho análisis, no debe obviarse que Cuba cuenta con mano de obra altamente calificada, debido a la amplia cobertura social en materia educativa. Esta última, a su vez, experimenta severos retrocesos en los últimos años en cuanto a niveles de calidad, debido a los bajos salarios, la partida de profesionales y las carencias económicas tanto en la base material de estudio como en la preparación docente, así como en las deterioradas condiciones de las escuelas.
Prensa UIT-CI: Esta migración masiva de cubanas y cubanos también está ligado a la agudización de la crisis económica porque el Gobierno viene aplicando un ajuste con el argumento de “perfeccionar el socialismo”. Pero está implementando reformas similares a las que se adoptan en otros países de Latinoamérica. Por lo que vimos, hubo un aumento de casi el 400% en el precio de los combustibles, que afecta a todos los sectores de la sociedad, sobre todo se refleja en el precio del transporte y los alimentos. ¿Cómo lo ves?
Alexander Hall: Los ajustes económicos implementados por el Gobierno no se diferencian en sus consecuencias sociales a los implementados por los regímenes neoliberales de otros países en la región. Los resultados luego del denominado “ordenamiento monetario” saltan a la vista. Con la teórica intención de elevar los salarios, unificar la moneda y eliminar la multiplicidad cambiaria, la jefatura partidista decidió llevar a cabo una serie de transformaciones estructurales (esperadas durante más de una década), pero acometidas durante un difícil transcurso en materia económico-social. Según expertos como el economista Carmelo Mesa-Lago, el período ideal para la realización de estas transformaciones, fue la etapa de mayores subsidios por concepto de importación petrolera ofrecido por Venezuela durante la presidencia de Hugo Chávez, cuyos beneficios se calculan en miles de millones de dólares.
El resultado de la devaluación acometida en enero de 2021 resultó de un costo social enorme, al realizarse en medio de los enormes gastos para afrontar la pandemia y con problemas estructurales e históricos no resueltos: la decadencia de la industria azucarera, los elevados gastos no declarados hacia la esfera militar, la escasez en la producción de alimentos, el deterioro de la industria ligera, el permanente subsidio a empresas estatales con pérdidas contables y la crisis de insumos. Ese complejo entramado de relaciones, creó las condiciones para el desate de una tormenta generadora de inflación monetaria, recesión económica y pobreza generalizada.
El Gobierno declaró que al cierre del año 2023 la Isla poseía una inflación anual acumulada del 30%, lo cual constituye una estrategia para ocultar los estimados reales, al manejar cifras en el entorno de los dos dígitos. Sin embargo, según los cálculos de expertos en materia económica al borde de las instituciones estatales, como son los casos de Pavel Vidal Alejandro, Mauricio De Miranda Parrondo y Ricardo Torres Pérez, en el primer semestre de 2024 la inflación acumulada en Cuba, se encontraba situada entre el 400 % y el 600%.
El comienzo del 2024 estuvo marcado por otro paquete de medidas con la intención de eliminar el subsidio hacia productos como el gas, la electricidad y la gasolina, lo que tuvo un impacto directo en el alza de los precios, así como en la pérdida de la capacidad adquisitiva de la moneda local. En tal sentido, implicaron un aumento en el entorno del 450 % para los combustibles, además del alza en la transportación interprovincial equivalente al 400 %, el ferrocarril en 600 % y los boletos para vuelos internos hasta un 468 %. Este contexto de restricciones, inestabilidad política e incertidumbre económica, provocó un aumento de la pobreza, que según estimaciones del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), en el 2023 se encontraba cercano al 88 % de la población cubana.
Las consecuencias sociales de la crisis se reflejan también en una caída superior a los 5 años en la esperanza de vida en la última década, según previsiones del economista y demógrafo Juan Carlos Albizu-Campos. Téngase en cuenta que en 2013, este indicador tenía un promedio de 75 años para las familias cubanas. Sin embargo, actualmente, varios expertos consideran que se encuentra situada por debajo de los 70 años. No obstante, entre la población negra y mestiza, este indicador se reduce como promedio hasta los 65 años de edad en el sector masculino, como resultado de sus condiciones de vida, déficits de alimentación, precariedad laboral, entre otros factores.
Los efectos de la crisis se extienden también a otros ámbitos como son los sectores de la educación y la salud, que junto a la ausencia de materiales y la emigración de sus profesionales, experimenta un sutil y paulatino proceso de semi-privatización, en el que se imponen las influencias del dinero para afrontar las carencias de insumos y el deterioro en la atención profesional-humana. El sistema de salud desde las primeras décadas del triunfo revolucionario se erigió como pilar de orgullo que ganó el reconocimiento de organizaciones internacionales como Naciones Unidas, Unicef y Cepal. Sin embargo, a la altura de la tercera década del siglo XXI, su deterioro resulta evidente en la mayoría de las instalaciones del país, así como en la precariedad que experimentan las/os galenas/os cubanas/os.
Por su parte, la educación enfrenta similares desafíos, a los crecientes déficits en la preparación de los maestros, se suman otras problemáticas asociadas a la falta de corriente eléctrica y alimentos en las instalaciones docentes, hecho que condiciona la culminación de las clases antes de los horarios comprendidos. Todo ello, sin obviar los deprimentes salarios en los trabajadores del sector, que no tributan a satisfacer las necesidades de la canasta básica.
Prensa UIT-CI: En marzo de 2023 se produjeron fuertes protestas, el pueblo, las mujeres y los trabajadores en general han tenido una participación protagónica, como en las manifestaciones que tuvieron lugar en el mes de marzo en Santiago de Cuba, que recuerdan a las del 11 y 12 de julio del 2021. El Gobierno, a veces las atribuye a la derecha de Miami; esta vez volvió a repetir que en ellas se encontraban agentes infiltrados del exterior, para luego contradecirse y reconocer su legitimidad… ¿Qué crees de esto?
Alexander Hall: Periódicamente se producen protestas en el interior del país, ha sido el sector de vanguardia en las manifestaciones de descontento social, dado que en esas zonas se expresa con mayor severidad los efectos de la pobreza resultante de la crisis. Fueron los casos recientes de las manifestaciones que tuvieron lugar en Santiago de Cuba, Holguín y otros poblados, donde las personas salieron masivamente a reclamar: corriente, comida y libertad. En algunas de ellas, los funcionarios del Gobierno que intentaron mediar con los protestantes, fueron abucheados al calor de la indignación popular.
Las expresiones de desaprobación no tienen vínculo directo con la propaganda proveniente del exilio histórico o la derecha de Miami, como insiste en resaltar el discurso oficial del Gobierno. Estas poseen un sustrato más profundo y raigal asociadas al colapso e insostenibilidad del modelo estalinista/autoritario de planificación centralizada, encabezado por la oligarquía burocrático-militar que avanza a pasos acelerados hacia la privatización neocapitalista.
En el presente contexto, atravesado por el aumento de la pobreza, la miseria y la desigualdad, los actos de protestas son acciones genuinas de los sectores populares, que tienen su origen en los barrios humildes, trabajadores y marginalizados por las estructuras del poder político, como aconteció durante las jornadas del 11 y 12 de julio del 2021. Dada la persistencia de la crisis y ante la ausencia de factores palpables que señalicen su atenuación, lo más coherente es que se mantengan de diversas formas en el tiempo.
Prensa UIT-CI: ¿Cómo ves entonces, Alexander, la perspectiva?
Alexander Hall: Para nosotros, desde la izquierda crítica cubana, junto a otros sectores humildes, populares y de clase trabajadora, permanecemos alertas ante la posibilidad de que se produzcan nuevas protestas sociales; al tiempo que abogamos por el impulso de un agenda socialista, desde abajo y colectiva-comunitaria, que asuma nuevas formas de producción económicas no basadas en los esquemas extractivo-productivistas y explotadores del capital; a la vez que contemple los intereses sociales, civiles y políticos de los grupos históricamente subalternizados por el sistema-mundo capitalista global.
Condenamos las estrategias estatales de criminalización de la protesta contra los desposeídos; así como las múltiples estratagemas legales de judicialización de los manifestantes, bajo los trillados recursos de “violencia”, “atentado a la autoridad” o “alteración del orden público”, entre otras figuras jurídicas que constituyen dispositivos de desarticulación ciudadana, frente a las asimetrías del poder en su proyecto sofisticado de dominación.
En el camino por un cambio estructural, nos planteamos una alternativa sistémica frente a la burocracia en el Gobierno, que reafirma a cada paso su irredimible pacto con la burguesía nacional y emigrante, los inversionistas extranjeros, la explotación laboral y la propiedad privada sobre los medios de producción, para reproducir ciclos de acumulación del capital. Por tales razones, nos posicionamos como parte de una lucha por un socialismo democrático que agrupe una salida revolucionaria y asuma como referente a la justicia social para todos. Por tales razones, solicitamos el apoyo de la izquierda anticapitalista, marxista, democrática y socialista a nivel mundial.