Nov 23, 2024 Last Updated 12:40 PM, Nov 23, 2024

Escriben Pablo Delverde y Javier Leonforte

Argentina es tricampeón mundial en el futbol y el máximo ganador de la copa América después de conquistarla por decimosexta vez hace unas semanas de la mano de Messi, Di María, Scaloni y otros ídolos populares, que quedaron en la historia de nuestro país. En Argentina el futbol no es solo el deporte favorito, es un hecho cultural de masas. Es una verdadera pasión de multitudes.

Pero el futbol no es solo eso. El deporte internacional y entre ellos el fútbol, es hoy un gran negocio capitalista, donde la sana competencia individual y colectiva es utilizada por grandes empresas multinacionales para ganar sumas millonarias. Mientras la mayoría de la población mundial sigue sumida cada vez más en la pobreza, la indigencia, la superexplotación laboral y ni siquiera puede acceder a practicar deportes sanamente, para desarrollarse en el plano recreativo, educativo y ganar en salud y calidad de vida.

El actual gobierno argentino ultraderechista de Milei ha decidido impulsar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el futbol, siguiendo el modelo europeo de inversiones privadas al estilo Manchester City de Inglaterra o el PSG de Francia. Ya hay varios famosos multimillonarios, jeques árabes entre otros, esperando para entrar en el jugoso negocio de uno del futbol más vistosos y competitivos del mundo. Con las SAD se busca liquidar las actuales “Asociaciones Civiles sin fines de lucro”, denominación legal actual de los clubes de futbol, que desarrollan funciones educativas, sociales, culturales y deportivas de innumerables disciplinas. Si se concreta el proyecto que impulsa el gobierno desde el mega DNU 70 de diciembre de 2023, los clubes pasarían a ser directamente empresas regidas por la ley de la rentabilidad y la ganancia. Con directorios empresarios con plenas potestades para manejar los destinos de los clubes, incluso decidiendo fusiones, liquidaciones o cierres de los mismos como con cualquier empresa privada.

Se pierde de esta forma la noción del club que realiza una gran labor de contención social en cada uno de los barrios o territorios. Por eso crece el rechazo popular a las SAD en los estadios, se forman coordinadoras de hinchas y se difunde la consigna “el club es de los socios”.

Macri impulsó las SAD desde finales de los ´90 cuando dirigía Boca. La privatización se fue abriendo paso con el gerenciamiento en Racing, que terminó en un rotundo fracaso deportivo y económico luego de ocho años. Otro club donde ya se quiso imponer el gerenciamiento fue San Lorenzo, siendo rechazado por socios e hinchas. La actual dirigencia de Talleres de Córdoba, entre otros clubes, hoy sigue impulsando el gerenciamiento y la privatización.

Rechazar las SAD impulsadas por Milei, Macri y otros políticos patronales y empresarios no pueden llevarnos a negar que desde hace décadas el futbol se ha convertido en un gran negociado, con la televisación privatizada, el negocio de la publicidad y los pases de los jugadores con representantes millonarios y clubes pobres y endeudados.

La Asociación del Futbol Argentino (AFA) tiene ya 130 años de historia. Grondona desde la última dictadura militar y durante 35 años, y actualmente su continuador Chiqui Tapia, han impulsado todo tipo de negocios privados y negociados espurios con el futbol argentino, aunque formalmente este último hoy rechace las SAD. Como parte de esos negocios desde la dirigencia se ha apañado el desarrollo y utilización de las denominadas “barras bravas” como grupos de choque para garantizar el control. Estos grupos violentos la mayor parte de las veces responden o tienen fuertes vinculaciones con partidos patronales y/o a las burocracias de distintos sindicatos. Haber pasado del folclore deportivo a la violencia mafiosa y organizada hizo que desde hace años esté prohibido el ingreso de las hinchadas visitantes en los estadios, mostrando hasta donde se desarrolló el negocio de las barras bravas en los clubes.

Por eso no podemos dejar de mencionar el rol cómplice de los distintos partidos patronales, incluido el peronismo, en los negociados que envuelven al futbol. Empezando por Scioli, actual secretario de turismo, ambiente y deportes del gobierno de Milei, y que ahora también impulsa las SAD. Pero los dirigentes peronistas que hoy se rasgan las vestiduras diciendo que se oponen, son parte estructural de los negocios en el futbol, empezando por el propio “Chiqui” Tapia, pasando por el mal recuerdo de Moyano en Independiente y siguiendo por innumerables dirigentes políticos, empresarios y sindicales del peronismo que hoy controlan una gran parte de los clubes de futbol, lucrando para sus bolsillos.

Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad como parte de las y los fanáticos seguidores de la selección argentina y apasionados hinchas del futbol, desde los clubes más grandes y reconocidos, hasta clubes del ascenso y de barrio, defendemos al futbol en toda la dimensión deportiva y social que nace en el potrero y es parte estructural de nuestra cultura nacional. Somos parte de las y los millones de hinchas que defienden y promueven el crecimiento de los clubes de futbol en cada barrio impulsando bonos, rifas, peñas, fiestas, pagando la cuota social y la entrada a la cancha. Reivindicamos y defendemos a los clubes como parte fundamental de nuestra cultura e identidad populares. Desde ese lugar y sin ningún compromiso con los actuales dirigentes deportivos, nos sumamos al rechazo a las SAD, al gerenciamiento y a que siga avanzando la privatización del futbol. A la par que seguimos peleando para que los clubes sean realmente de las y los socios. Lo nuestro es el amor a la pelota.

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