Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora porteña por Izquierda Socialista/FIT-Unidad
Desde hace meses jóvenes, ambientalistas, organizaciones sociales y políticas, enfrentan el proyecto del gobierno de Horacio Larreta y el PRO que busca privatizar el predio de Costa Salguero y Punta Carrasco, para construir torres de lujo y comercios en las costas del Río de la Plata. Estamos en la recta final de una pulseada para recuperar el derecho al espacio público ribereño.
La Ciudad de Buenos Aires vive una verdadera emergencia climática, que se profundiza día a día con la constante desaparición de espacios verdes en pos de la especulación inmobiliaria. En 14 años de gobierno del PRO, se ha profundizado el proceso de privatización de tierras públicas, lo que trae como resultado la pérdida de más de 400 hectáreas para el negocio privado. El proyecto de Ciudad del PRO no respeta ni siquiera, los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud que indica que en los espacios urbanos se debería destinar 10 metros cuadrados por habitante tanto desde el punto de vista ambiental como por la salud de quienes habitan en él. Este modelo de ciudad al servicio del negocio de los especuladores inmobiliarios, profundiza los problemas ambientales, en detrimento de la calidad de las y los trabajadores y sectores populares.
Ahora estamos enfrentando uno de los proyectos más ambiciosos que significarán una clara obstrucción del derecho al acceso al río. Luego de 30 años de concesión y negocio privado de las tierras públicas de Costanera Norte, se busca reprivatizar las codiciadas tierras junto al Río de la Plata, que debían constituir un espacio vegetado en una ciudad cada vez más gris.
Estamos atravesando una profunda crisis climática, con incendios y sequías, disminución de la biodiversidad que ponen en discusión la necesidad de medidas de fondo contra el sistema capitalista imperialista. Por eso, más que nunca, es necesario reducir los impactos de la crisis climática aumentando los espacios verdes, que absorben los gases contaminantes y son reguladores térmicos. Se trata de poner en discusión la necesidad de que estas tierras públicas generen un verdadero derecho al horizonte y al acceso al río para constituir un borde costero, que al mismo tiempo que reduzca el impacto ambiental, permita el disfrute de las y los trabajadores y sectores populares. Con la privatización se produce un verdadero bloqueo a una costa pública.
Destacamos que este proyecto tiene su origen en la votación en 2018 del “Distrito Joven”, que legalizó la privatización precaria realizada en los años noventa para boliches y clubes deportivos. En este ocasión, el PRO no sólo contó con los votos de sus aliados del GEN, Coalición Cívica y el PS sino también con todos los votos del Bloque Peronista (hoy parte del Frente de Todxs).
¡Más espacios verdes, menos especulación inmobiliaria!
El proyecto se rezonificación del gobierno de la Ciudad es un negocio redondo para los especuladores inmobiliarios, se trata de la posibilidad de construir edificios de entre 18 y 29 metros de altura a orillas del río, donde el metro cuadrado podría valer hasta 9.000 dólares. En los últimos 14 años de gobierno del PRO, se construyeron 20 millones de metros cuadrados, para una población que no crece desde hace más de 70 años y se mantiene en 3 millones de habitantes. Lo que sí aumenta es el déficit habitacional y se verifica un incremento del 50% de la población de los barrios pobres y populares de la Ciudad en los últimos años. Millones de trabajadoras y trabajadoras se ven expulsados de la ciudad porque no pueden ni siquiera pagar los irrisorios precios de los alquileres. El resultado queda a la vista: entre 250.000 y 350.000 viviendas ociosas en la Ciudad, que representa el 24% del total.
Impulsemos la organización en las calles para la recuperación ribereña
Desde hace meses ambientalistas, organizaciones sociales y políticas venimos siendo parte de un movimiento de rechazo a la privatización del predio, con bicicleteadas, concentraciones y acciones de concientización para frenar el proyecto de Larreta. Desde la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones y nuestra agrupación Ambiente en Lucha somos parte de este movimiento que lucha por la recuperación del espacio ribereño. Estamos en la pulseada final, tenemos que profundizar la organización para recuperar estas tierras públicas al servicio de espacios verdes que disminuyan los impactos de la crisis ambiental que estamos atravesando.
Planteamos la creación de un parque público que permita incluir flora nativa para que convoque fauna silvestre, porque es la que requiere menos mantenimiento y aporta a recuperar la biodiversidad perdida en la ciudad.
Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad y nuestra banca en la legislatura y en las calles rechazamos la reprivatización del predio de Costanero Norte al servicio del negocio inmobiliario y peleamos porque estas tierras sean utilizadas para espacios públicos verdes y un verdadero acceso al rio para las y los trabajadoras, jóvenes y sectores populares al río.
Escriben Francisco Ayala, Ambiente en Lucha Sur y Manuel Petruzela, Asamblea de Rocha
La situación ambiental en el conurbano tiene particularidades propias, pero no es ajena al modelo de destrucción ambiental capitalista que impera en Argentina y el mundo.
La creciente población y falta de planificación, sumado a los negociados inmobiliarios e instalación de empresas contaminantes, la corrupción de los gobiernos y el deliberado desfinanciamiento del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), entidad encargada de reservas naturales y parques en la provincia de Buenos Aires, son el escenario “ideal” para la destrucción ambiental capitalista.
Sin embargo, no le es fácil a los gobiernos avanzar, porque en ese escenario también están las y los vecinos que se organizan y salen a enfrentar a los gobiernos y empresas que intentan hacer negocios con la destrucción de la naturaleza sin importar las consecuencias.
El Humedad y la Reserva Laguna de Rocha
Uno de los lugares donde se da este proceso es en Esteban Echeverría. Al sur del gran Buenos Aires hay un enorme humedal que pertenece a la cuenca Matanza-Riachuelo. Ocupa un espacio aproximado de 1.400 hectáreas, y es hábitat de cientos de especies de animales y plantas únicas. Cumple la función de purificación del agua, contención de inundaciones y de regulación del clima. Su destrucción traería consecuencias sociales y ambientales terribles.
Luego de enormes luchas, a finales del año 2012 se logró la sanción de la ley 14.488 que declaró a más de 700 hectáreas del humedal de Rocha “Reserva Natural Integral y Mixta”, un enorme triunfo.
La entrega
Con la ley 14.516 del 2013, por orden de Cristina Kirchner se aprobó la modificación de la norma 14.488 quitándole 64 hectáreas, regalándoselas a los clubes Boca y Racing para que hagan polideportivos.
Tanto fue el repudio que el club Boca Juniors se vio obligado a mudarse. Pero Racing siguió con el proyecto. Producto de la lucha, la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires puso en suspenso el plan. La reserva podría con una nueva norma extender su superficie, pero no achicarla por el principio de no regresividad en materia ambiental.
Detrás del lobby por Racing están varios políticos poderosos. Entre ellos Julio Alak, actual ministro de Justicia y Derechos Humanos de Kicillof, que también supo ser intendente de La Plata y ministro de Justicia de Cristina Kirchner.
La falta de viviendas
Desde hace años se está estableciendo un asentamiento en el humedal. Dicha ocupación es alentada por el Municipio de Esteban Echeverría. Se han descubierto camiones municipales arrojando basura para rellenar las zonas bajas y así poder “entregar” esos lugares para la construcción de casas.
Son áreas que suelen estar “liberadas” y tienen una fuerte presencia del narcotráfico. En épocas de elecciones suelen entregar chapas y materiales de construcción para la gente que vive ahí de manera muy precaria.
Desde hace años vienen prometiendo un plan de viviendas y relocalización de las personas allí establecidas, al ser un lugar en el que pululan las enfermedades y donde ha muerto gente en las inundaciones.
La Asamblea x Rocha
En el 2020 el intendente Fernando Gray llamó a una reunión con ambientalistas y vecines. Entre otras cosas iban a hablar de la cuestión del polideportivo de Racing. Deliberadamente evitó el tema a pesar de estar en el temario. Como no se tocó el punto, técnicamente no hubo objeciones al proyecto del club de Avellaneda, por lo que informó eso a la Corte de la provincia. Ante esta miserable maniobra por parte del intendente perteneciente al Frente de Todos, las agrupaciones ambientalistas salieron a repudiar la maniobra y se realizaron acciones de protestas. La Corte momentáneamente detuvo la causa.
Luego de esas acciones, se propuso llamar a una asamblea para organizar la continuidad de la pelea. Desde Ambiente en Lucha veníamos participando de las distintas iniciativas y ni bien se llamó a la asamblea decidimos sumarnos inmediatamente.
En dicho espacio se vio desde el comienzo lo que está pasando a nivel mundial: las nuevas generaciones que salen a luchar se juntan con quienes hace años vienen dando la pelea, potenciándose mutuamente. Rápidamente la asamblea se transformó en un espacio de debate y herramienta de lucha. Se realizaron pegatinas, agitaciones y movilizaciones. Fue creándose un espacio de coordinación genuina con diferentes voces que no todas dicen lo mismo, pero sí coinciden en la necesidad de unir fuerzas para luchar en defensa de la Reserva de Rocha y el ambiente en general. Todavía es un espacio en formación, pero ya se transformó en una referencia y está imponiendo la agenda en Esteban Echeverría y alrededores. Desde Ambiente en Lucha somos parte de ese proceso y con nuestra política consecuente hacemos todo lo posible para lograr el fortalecimiento del espacio y el triunfo de la lucha, levantando la consigna que tiene la bandera de la asamblea “Basta de Destrucción Ambiental, Los gobiernos son responsables”.
Escribe Gastón Rivero de Ambiente en Lucha Neuquén
Cuando en el 2013, bajo el gobierno de Cristina Fernández, se promulgó una ley nacional hecha a medida de los intereses de la multinacional yanqui Chevron, se preanunciaba que sería la “mejor opción” para explotar el yacimiento de Vaca Muerta y salvar a YPF que venía de ser reestatizada parcialmente en el 2012.
Finalmente dicho proyecto fue impuesto, en agosto del 2013, con una violenta represión en la legislatura de Neuquén que dejó decenas de heridos, y uno de ellos con balas de plomo, el docente universitario Rodrigo Barreiro.
El vaciamiento y crisis de YPF, en vez de superarse, se profundizó por responsabilidad de todos los gobiernos nacionales y provinciales. Primero fue privatizada en 1992 por Menen con el respaldo de los gobernadores justicialista (encabezados por Néstor Kirchner), luego vendida a precio vil a la española Repsol en 1999, que se dedicó solo a extraer el petróleo y el gas ya ubicado como reserva, sin avanzar un metro en la exploración y con un nivel de contaminación y pasivo ambiental nunca visto en el país. Ante semejante desastre en el 2012 el kirchnerismo generó una reestatización del 51 % de las acciones en una operatoria escandalosa por lo onerosa. Pagaron 5.000 millones de dólares a Repsol, dejando a la YPF semi-estatal que se haga cargo del pasivo ambiental que la empresa española había generado. Desde ese momento a la fecha, YPF continuó con su vaciamiento al punto que su deuda en el 2021 era superior a los 6.200 millones de dólares, lo que fue refinanciado parcialmente, por 420 millones de dólares que vencían en marzo, a una tasa de interés muy superior a la de los préstamos internacionales vigentes.
Encima hay un juicio pendiente contra YPF en tribunales de Nueva York superior a los 3.500 millones de dólares, juicio que habría que pagarle a Repsol si lo gana. Lo que abulta aún más el pasivo.
Vaca Muerta está enajenada
A seis años de su comienzo, el fracking ya deja huellas en el ambiente y empieza a afectar directamente la vida en la región. Y esto a pesar de que recién está en sus comienzos la perforación en profundidad y horizontalidad con miles de mini-explosiones y el uso de 700 químicos para romper los poros de las rocas y las arcillas y chupar el petróleo y gas que de ahí se sustrae. Cotidianamente se dan eventos de contaminación, en pequeña escala pero muy repetidos. Los más destacados son los reiterados movimientos sísmicos que se producen en la zona urbana de Sauzal Bonito, en el corazón de Vaca Muerta, con rupturas de las paredes de las viviendas. También se produjo un derrame, entre otros muchos, de hidrocarburos en el área Bandurria Sur de YPF que afectó por lo menos a 45 hectáreas, dejando un pasivo que quizá nunca se remedie, más allá de las multas irrisorias que se puedan cobrar a las petroleras. En las últimas semanas vecinos de Añelo han salido a cortar la ruta exigiendo provisión de agua. La que falta en sus casas es la que se va a los pozos para hacer la hidrofractura.
En total ya se superan las 20.000 punciones agujereando y bombardeando la roca. La voracidad de las multinacionales apañada por YPF y el gobierno nacional y provincial se está manifestando al extremo, aprovechando la cotización del barril por encima de los 60 dólares. Por debajo de 40 dólares las empresas retraen la producción de fracking (en el 2020 enviaron a la casa a 20.000 petroleros con la complicidad de la burocracia sindical cobrando la tercera parte de su sueldo), pero con los precios actuales se acelera muchísimo.
Cuando sube el precio de los combustibles esto recae en el bolsillo del pueblo y aceleran la inflación. Las empresas que dominan el ranking del fracking son lideradas por YPF, y se van intercambiando en cuanto al control de la producción de gas y petróleo, repartiéndose entre la francesa Total Austral, Exxon Mobile (yanqui), Pan American Energy (PAE) de la familia Bulgheroni con ingleses, Tecpetrol de Paolo Roca/Techint, la angloholandesa Shell, la yanqui Chevron o Vista Oil&Gas del kirchnerista Miguel Galuccio (quien fue CEO de YPF cuando se votó la ley Chevron). Todas involucradas en primera fila de la contaminación con la emisión de los miles de millones de toneladas de dióxido de carbono que empuja el efecto invernadero.
Para terminar con el saqueo y la crisis de YPF exigimos la recuperación de la totalidad de las reservas de hidrocarburos, la re-estatización total de YPF y de toda la industria hidrocarburífera y minera bajo control de los trabajadores y respetando a las comunidades originarias.
Escribe José “Pepe” Rusconi
La Plata y su región es conocida por particularidades que la hacen especial e interesante pero, también hay otras que, desgraciadamente, son para lamentar. Nos referimos a las inundaciones. La más grave fue el 2 de abril del año 2013 que dejó, por lo menos, 89 víctimas fatales además de la terrible pérdida económica y afectiva que sufrimos los sobrevivientes.
Pero, como si fuera una broma macabra, también nos afecta la falta de este líquido vital para la vida. La escasez se agudiza cada vez más por la falta de suministro de agua de red que debería entregar la empresa ABSA en la cantidad y calidad adecuada. Esta empresa que pertenece en un 90% al Estado provincial siendo el 10% restante del sindicato (SOSBA) y que debe abastecer a 52 municipios de la provincia de Buenos Aires, no solo de agua, sino también de servicios cloacales, siempre fue blanco de quejas y denuncias por el creciente estado de abandono y falta de inversión que se viene dando año a año.
Este verano sufrimos por la falta de agua o por un suministro de color dudoso que se tornaba intomable. Fueron muchos los reclamos y las manifestaciones de protesta en los diferentes barrios de la región.
Desde la coordinadora regional BFS, levantamos ese reclamo y nuestra marcha pasó por las oficinas de esa empresa donde dejamos testimonio de las quejas con carteles y bidones con agua marrón.
Pero no solo se trata del agua de la red de ABSA, también se trata del agua de los arroyos que pasan por la ciudad y terminan en el Río de la Plata desde donde esta empresa toma el líquido que debería purificar y entregar como corresponde a los usuarios de la región.
Por ejemplo, el Arroyo Rodríguez ha sido motivo de grandes movilizaciones de protesta vecinal. En ellas los vecinos reclaman un “Arroyo Rodríguez limpio y vivo”. Hoy está contaminado por desechos del Frigorífico Gorina y de los country Gran Bell y Lomas de City Bell. Cabe destacar que en estos dos barrios cerrados viven empresarios y políticos como el Intendente de La Plata de Juntos por el Cambio Julio Garro y la funcionaria nacional Victoria Tolosa Paz del Frente de Todos.
Estas situaciones se solucionan con obras: desagües para el drenaje de la lluvia y espacios verdes para la absorción del exceso y prevención de las inundaciones; obras para remediar y evitar la contaminación del agua que necesitamos para el consumo; obras para reemplazar caños de distribución de agua potable a las viviendas; obras para que los desechos cloacales sean tratados como corresponde y no que los terminemos bebiendo.
Para esto necesitamos presupuesto, una nueva gestión en las empresas de servicios y que los organismos Estatales controlen que las empresas o los barrios privados inviertan en el cuidado del ambiente.
El presupuesto está, debemos direccionar los fondos públicos dejando de pagar la deuda externa y llevar ese dinero para satisfacer las necesidades populares: trabajo, salud, vivienda, educación. En relación a ABSA, debe seguir siendo estatal pero debe contemplar la participación de sus trabajadores y usuarios en la gestión de la misma. Nadie más interesado en brindar un servicio como derecho humano a la población que sus mismos trabajadores y los que necesitamos el agua con la calidad necesaria para usarla todos los días. Por otro lado las instituciones de control como el Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable (OPDS), la Autoridad del Agua y los Municipios deben obligar a las industrias y a la especulación inmobiliaria a que traten sus desechos para que no se vulneren los derechos.
Estos cambios los obtendremos a partir de la movilización y de la organización independiente de los propios vecinos. No caigamos en los cantos de sirena de gobiernos provinciales y municipales que sólo priorizan los intereses empresariales, de los bancos y de la especulación inmobiliaria.
Por Armando Aligia, Ambiente en Lucha Bariloche
El comienzo de marzo, nos sorprendió con un nuevo incendio de bosques en la zona cordillerana de Chubut y Río Negro y en esta oportunidad de interfase (que afecta también viviendas) resultando hasta ahora en el lamentable saldo de tres muertes y más de 400 casas quemadas. Incluyendo el incendio que comenzó a fines de enero en el Bolsón se han quemado más de 40 mil hectáreas de bosque. Hubo focos de incendio simultáneos en varias localidades (Golondrinas, Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén, Epuyén, Cholila) por lo que se presume que el incendio fue intencional. Las asambleas ambientalistas argumentan con fundamento que sectores ligados a las megamineras originaron el incendio para suprimir emprendimientos productivos de la zona como la fruta fina en la comarca (sector cercano a la frontera interprovincial) o la ganadería en Cholila (más al sur, en Chubut). El senador de Río Negro Alberto Weretilneck culpabilizó irresponsablemente a “sectores mapuches radicalizados”, lo que fue repudiado por ambientalistas y organismos de derechos humanos.
Más allá de la intencionalidad, los incendios en la zona son frecuentes en los veranos secos y las graves consecuencias se deben a la falta de recursos dedicados a prevenir y combatir los incendios. En la zona de Bariloche en 1996 tuvimos varios incendios que afectaron la zona del Cerro Catedral, el río Manso y el lago Guillelmo, originados por fogones mal apagados y que quemó unas 20 mil hectáreas. Muchos vecinos de la ciudad hemos colaborado como voluntarios ayudando a los bomberos y construyendo cortafuegos. Esto fue una advertencia y se contrataron al año siguiente aviones hidrantes canadienses que capturaban agua de los lagos y la arrojaban contra los incendios, lo que hizo que en los veranos siguientes la situación mejorara.
Sin embargo, en febrero de 2015 otro incendio en la comarca destruyó más de 40 mil hectáreas de bosque. La descripción se encuentra en un artículo de Rodolfo Sánchez y Agustín Gigli en El Socialista (https://izquierdasocialista.org.ar/2020/index.php/blog/elsocialista/item/12656-fuego-en-la-patagonia). En esa oportunidad, ya los trabajadores habían denunciado graves falencias estructurales por parte del estado: poco personal destinado a la tarea además de estar precarizados, carencia de verdaderos aviones hidrantes en el territorio nacional, desfinanciamiento de la Ley de Bosques y falta de planes y obras permanentes, como la disminución de material combustible durante la temporada baja de incendios (momento en que se dan de baja los contratos). La respuesta del gobierno de Cristina Kirchner fue lanzar un ataque contr esos trabajadores.
Hoy la situación no ha cambiado. Mientras que en 2012 Cristina anunció que se contaría con 26 aviones hidrantes, en estos incendios actuaron tres aviones fumigadores reformados.
Ante la falta de recursos humanos y materiales, los vecinos debieron hacer varias colectas para buscar distintas herramientas para combatir el fuego y actuar como voluntarios. Articularon los esfuerzos con los bomberos, brigadistas y trabajadores de distintos organismos responsables, centralizando donaciones, alimentos, suministros de agua enfriada, insumos, herramientas, y haciéndolos llegar a la primera línea de combate mediante un complejo sistema de postas a través de la montaña. Al mismo tiempo enviaron una carta al presidente exigiendo los recursos necesarios para combatir los incendios.
Desde Ambiente en Lucha e Izquierda Socialista de Río Negro en el FIT Unidad también hemos exigido que se pongan todos los recursos nacionales y provinciales para terminar de apagar el fuego (mientras estaba activo) de manera inmediata y reparar todos los daños causados, empezando por las viviendas que se han quemado. En particular el comunicado manifiesta que “El gobierno del Frente de Todos destina en el Plan Nacional de Manejo del Fuego un presupuesto de 682 millones de pesos, varias veces menos que el gobierno del centroderechista Piñera en Chile. Solo se ponen 25 pesos por año para proteger una hectárea de bosque nativo, 1.000 veces menos que la media internacional. Todo esto ocurre cuando el 1 de febrero de este año se pagaron 300 millones de dólares de deuda externa.”
La muy escasa ayuda del gobierno nacional es la causante del enojo de muchos vecinos, que ante la reciente visita del presidente Alberto Fernández a la zona, han reaccionado repudiando su presencia.
Allí, varios asambleistas contra la megaminería fueron agredidos por patotas de la Uocra, quienes recibirían una parte de las regalías de la megaminería de acuerdo a las promesas del gobernador de Chubut, Arcioni. Varios manifestantes fueron detenidos y luego liberados, y actualmente hay 12 procesados. La represión y el procesamiento es una de las armas favoritas de Arcioni para perseguir a los ambientalistas. Juan Carlos Giordano, diputado nacional de Izquierda Socialista en el FIT Unidad ha repudiado esta persecución.
Una vez más los gobiernos privilegian el pago de la deuda externa a las necesidades elementales para la defensa de un ambiente sano.