Jan 28, 2025 Last Updated 10:04 PM, Jan 27, 2025

Escribe Nicolás Núñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista + Independientes)


1. Todos los fuegos…

Decenas de muertes, cientos de miles de desplazados y de hectáreas reducidas a cenizas son el saldo del incendio más devastador de la historia de los Estados Unidos. Devorando las casas de millonarios y en un Estado (California) que dista de ser de los más retardatarios en políticas de adaptación al cambio climático, la catástrofe golpeó la puerta para recordar que no hay punto del planeta a salvo.

Aunque el origen de las primeras llamas aún es investigado, ya existen estudios que atribuyen y vinculan los incendios con el proceso de calentamiento global. En pleno invierno del hemisferio norte, la zona venía siendo afectada por temperaturas 5º por encima de lo normal, vientos particularmente fuertes y una sequía muy importante. Todos esos fenómenos generaron las condiciones y el combustible de vegetación seca que alimentó al fuego.

2. …el fuego
Las imágenes de las casas reducidas a escombros tuvieron el rol de bajar a hechos concretos los informes que salieron en los primeros días de enero sobre los registros del 2024. Copernicus, el organismo de la Unión Europea dedicado a analizar informaciones climáticas, publicó que la temperatura promedio del año pasado fue de 1,6º por encima de la era pre-industrial. Es decir, se trata del primer año en ubicarse por encima de la meta acordada en las Naciones Unidas en 2015 de intentar no superar 1,5º en este siglo, fruto de las consecuencias catastróficas e inesperadas que esto desataría.

Se trata de una meta a definirse en un periódo de tiempo más extenso que un único año pero, dado que las emisiones de gases de efecto invernadero nunca dejaron de aumentar, sobran los motivos para pensar que el acuerdo político del grado y medio ya está muerto.

3. Hay que frenar la catástrofe
Los récords del 2024 dieron cuenta que las tendencias respecto de los riesgos del calentamiento global en las próximas décadas eran subestimadas. A fin de actualizarlos, un estudio de la Universidad de Exeter (Inglaterra) publicó un nuevo informe el 15 de enero.

Los investigadores estiman que, si para 2050 la temperatura llegara al aumento de 2º (algo enteramente factible visto el actual ritmo de más de 0,2º por década), sus consecuencias (sequías, inundaciones, proliferación de conflictos bélicos y enfermedades, etcétera) empujarían a dos billones de muertes a escala global. Pero si se retroalimentaran las consecuencias del calentamiento global -como ser el deshielo del Ártico o la destrucción de la Amazonia, y el salto fuera de 3º-, el saldo de víctimas podría duplicarse. Los científicos dicen que la clase capitalista global y sus gobiernos están en camino de perpetuar el genocidio más grande de la historia de nuestra especie por la vía de sostener la quema de combustibles fósiles para sostener sus ganancias.

La amenaza de la catástrofe tiene que despertar al movimiento de lucha contra el cambio climático. La primera tarea es quebrar a los gobiernos negacionistas, pero a sabiendas de que a los récords de 2024 llegamos tras cuatro años de gobierno demócrata. Es decir, a la catástrofe nos empujan tanto los Trump y Milei como los que solo hablan de cambio climático para hacer negociados, tal como Joe Biden y el gobierno del peronismo en Argentina.

Hacen falta políticas de no proliferación de combustibles fósiles y un impulso real de la descarbonización, sobre la base de que las petroleras paguen por el caos climático que generaron. La estatización bajo control de las y los trabajadores y las comunidades del conjunto de los bienes energéticos y minerales resulta necesaria para una planificación racional. Así como dejar de pagar las deudas de los países saqueados por los capitales responsables de la crisis. O avanzamos en una perspectiva socialista, o avanzamos hacia la catástrofe.


Escribe Nicolás Núñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista + Independientes)

Así como en Los Ángeles se culpa a los inmigrantes del comienzo de las llamas, otra vez Patricia Bullrich e Ignacio Torres (gobernador de Chubut) han culpado a las comunidades originarias sin ninguna prueba. La lógica de la ultraderecha en todo el mundo es negar el cambio climático y utilizar sus consecuencias para apuntalar sus políticas de discriminación y criminalización.

En esta ocasión, más de 3.000 hectáreas, casas e instituciones educativas fueron afectadas por otro de lo que ya son los “típicos” incendios de verano. Al igual que en los casos previos, los combustibles de los incendios es la implantación masiva de pinos, vegetación exótica que acrecienta la escasez de agua que es profundizada por las altas temperaturas y mayores sequías promovidas por el calentamiento global.

Desde el FIT Unidad, presentamos un proyecto en el Congreso por la emergencia ígnea y un fondo para hacer frente a los destrozos, financiado con un impuesto a las grandes empresas.

Escribe Nicolás Núñez, referente de Izquierda Socialista/FIT Unidad

El 9 de Julio, al presentar la firma del Pacto de Mayo, Javier Milei afirmó: “Dios bendijo a la Argentina con una riqueza enorme en recursos naturales”, pero hasta ahora los políticos “han escuchado más las demandas de minorías ruidosas de organizaciones ambientalistas financiadas por millonarios extranjeros, que la necesidad de prosperar que tienen los argentinos”. Definió como enemigo al movimiento socioambiental, a favor de los principales millonarios extranjeros que bancan con entusiasmo su aventura libertaria: las petroleras y mineras.

Con la Ley Bases y el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), Milei trazó un camino inspirado en el Código Minero menemista de los ‘90 y en el Pacto de Cristina Kirchner con Chevron para impulsar el fracking de Vaca Muerta. El impulso desembozado al extractivismo se hace ahora sin ningún doble discurso y con la complicidad de gobernadores e intendentes de Ushuaia a la Quiaca, sean peronistas, radicales, macristas o partidos locales.

Los partidos patronales que gobiernan Argentina definieron que el sacrificio de los territorios y la entrega de bienes comunes estratégicos (energéticos, minerales y hasta el agua) a las multinacionales, son el camino para juntar dólares para pagar la deuda externa. Además de sostener las ganancias empresariales y rapiñar una porción para sostener sus aparatos políticos.

El complemento de esta política de saqueo es el incremento de la criminalización. El 2024 estuvo plagado de juicios contra comunidades originarias y activistas socioambientales. Patricia Bullrich se ha propuesto llevar hasta el final la política muchas veces anunciada de crear un comando unificado de fuerzas represivas para defender las “unidades productivas”.

El movimiento socioambiental tuvo un año donde primaron los intentos de articulación ante los ataques, sin poder retomar el camino de las grandes movilizaciones. Así quedó plasmado en el conversatorio que realizamos desde Ambiente en Lucha junto a decenas de activistas de todo el país para balancear el año.

Desde nuestra agrupación, entre una inmensa cantidad de peleas, intervenimos, desde Tierra del Fuego hasta el Partido de La Costa, en la Red de Comunidades Costeras contra la ampliación de Vaca Muerta y sus polos de exportación en el Golfo San Matías (Río Negro) y la instalación de las off shore en el Mar Argentino. Somos parte destacada de la resistencia al RIGI en las grandes movilizaciones obreras de la provincia de Santa Cruz. Participamos de la lucha contra las autovías por medio de las sierras cordobesas y la criminalización a las y los asambleístas. Seguimos la pelea en Jujuy contra los procesamientos del régimen represor de la constitución de Gerardo Morales y acompañando a las comunidades que continúan enfrentando a la megaminería de litio. Nos organizamos con los espacios que rechazan la reprivatización del Río Paraná y el desarrollo de un Canal Magdalena al servicio de los capitales chinos. Impulsamos junto a la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones la Campaña Plurinacional “NO AL RIGI” que aglutinó a la casi totalidad de las Asambleas Socioambientales del país.
El 2025 nos tiene que encontrar buscando el camino de masificar cada uno de estos canales de articulación al servicio de construir un freno al extractivismo sin grieta entre quienes nos gobiernan.

El próximo jueves 28 de noviembre la legislatura provincial de Santa Cruz tratará el proyecto presentado por SER, el partido del gobernador peronista Claudio Vidal (secretario general en licencia del sindicato de Petroleros) de adherir al RIGI. Dice que generará inversiones en Santa Cruz, mayor trabajo de petroleros y mineros e ingreso de dinero para salarios, educación, salud. Además, Vidal está en plenas tratativas con China para abrirle los puertos y permitir que sus pesqueros, que roban nuestras riquezas marítimas fuera y dentro de las 200 millas, puedan abastecerse y repararse en Santa Cruz. Por otro lado, quiere esconder que el RIGI y los chinos sólo traerán mayor saqueo y extractivismo, destrucción ambiental, desocupación, flexibilización de los convenios colectivos y nada para mejorar salarios, educación y salud. Vidal, para frenar los reclamos, decreta ilegales las huelgas y pone multas a los sindicatos, como a Adosac y portuarios. El 28 un frente gremial de Adosac, portuarios, judiciales, viales, camioneros, ceramistas, agua, petroleros, estatales, partidos de izquierda (entre ellos Izquierda Socialista) llaman a movilizarse contra el RIGI, la mayoría acompañando con paro. ¡Todo nuestro apoyo al paro y la movilización! ¡No al RIGI!

Corresponsal
                                                         

Escribe: Nicolás Núñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista + independientes)

Milei retira a Argentina de la COP29

El gobierno argentino se postula como el más terraplanista de todos: contra todo consenso científico alega que no existe un calentamiento global generado por accionar humano, y por tanto, entiende que no tiene sentido que Argentina participe de las cumbres de las Naciones Unidas de Cambio Climático. 

Para ser claros, ni las petroleras -industria de máxima responsabilidad en la generación de gases de efecto invernadero (GEI) que generan el calentamiento planetario- ni los países que más contaminaron a lo largo del último siglo a esta altura sostienen lo que sostiene Milei. 

Llevamos de hecho, desde principio de los 90’ hasta acá, décadas de consolidación del conocimiento científico respecto del grado de afectación planetaria alcanzado, que junto al avance de la movilización, terminaron por imponer una agenda de preocupaciones que empujaron a la generalización del “green washing” (el lavado de cara verde) de la industria fósil y los gobiernos. 

Las COP (Conferencia de Partes entre los países que adhieren a una serie de compromisos de reducción de emisiones de GEI) son de hecho el punto máximo de esa política de “gobernanza climática” donde el presidente de la ONU pronostica nuevas catástrofes, los presidentes ponen cara de preocupados, se firman nuevos acuerdos que luego nadie cumplirá ni nadie se encargará de que se cumplan, y así año a año mientras las catástrofes como la de Valencia siguen apilándose una tras otras.

A tal punto es así, que la activista sueca, Greta Thunberg ha tenido un posicionamiento claro de denuncia a esta nueva COP que tiene sede en Azerbaiyán, donde un régimen represor y pro-protelero está recibiendo una legitimación por parte de la ONU.

“Es hipocresía y doble vara. Azerbaiyán no sólo se las arregla para cometer todos estos crímenes y no asumir responsabilidad por ello, sino que también se le proporciona una plataforma para legitimarlos”

¿Entonces a qué responde lo de Milei?

Hasta el momento, desde su asunción Milei había dejado correr que la diplomacia argentina afirme que iban a sostenerse los compromisos climáticos asumidos por los gobiernos anteriores. Esto se debe, centralmente, a que los organismos de créditos como el FMI y el Banco Mundial vienen teniendo como requisito para sus préstamos el sostenimiento de esos lineamientos (full greenwashing).

Ahora el triunfo de otro negacionista en los Estados Unidos lo envalentona en la idea de que basta con su nexo directo ultraderechista para que Argentina obtenga los dólares que requieren la bicicleta financiera de Caputo y Milei y los pagos de la deuda externa. Recordemos, que Donald Trump había retirado en su primer mandato a los Estados Unidos de los compromisos del “Acuerdo de París”, y la semana pasada prometió volver a hacerlo tras su nueva asunción.

El negacionismo climático mata

A la COP29 se llegaba con las 220 muertes tras la catástrofe de las inundaciones en Valencia, y con montañas de papers científicos explicando las consecuencias de la actual elevación de la temperatura global y lo que vendría en las próximas décadas. Uno de esos informes, realizado por The Lancet, señala que en el caso argentino, la expansión del dengue y la creciente falta de agua potable que afecta a vastas regiones del país pueden atribuirse al calentamiento global. En 2024, los casos de dengue aumentaron un 214% respecto del año anterior, y este año se espera incluso un agravamiento. 

Y eso es sólo el comienzo. La generalización de las sequías y tormentas como la que sacudió Bahía Blanca el último diciembre, van a seguir en aumento. El financiamiento para la mitigación y adaptación ante esa realidad resulta una necesidad imperiosa, y una salida bloqueada para un país cuyo gobierno señala que la única prioridad es pagar la deuda externa. 

El gobierno de Milei se ha convertido en el campeón mundial del negacionismo climático. Y ante eso es necesario que el movimiento socioambiental argentino vuelva a ponerse de pie para ponerle un freno, y defender las conquistas obtenidas en las últimas décadas y que son reivindicadas en el mundo entero. 



 

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