Escribe Juan Godoy • Desde San Juan
La justicia de Jáchal (San Juan) habilitó nuevamente la actividad contaminante y saqueadora de la megaminera Barrick Gold, a pesar de que no se hizo ningún análisis del agua tras el último derrame. Este nuevo atropello generó conmoción y repudio de los pobladores.
La rehabilitación se tomó después del reciente derrame contaminante y a un año del millón de litros de cianuro tirados por la multinacional, contaminando cinco ríos de la región.
Los pobladores e integrantes de la Asamblea “Jáchal No Se Toca” ocuparon pacíficamente la municipalidad de esa localidad sanjuanina. La amenaza de una orden de desalojo y la privación de agua y alimentos, obligaron a que los vecinos desistan de la medida. Pero la lucha sigue.
La rehabilitación de la actividad de la Barrick ha sido avalada por el gobernador sanjuanino que responde al PJ, Sergio Uñac y por el gobierno nacional. Recientemente la vicepresidenta Gabriela Michetti se reunió con los CEOs de la empresa en Canadá, junto a otras multinacionales, prometiendo seguir abriendo el país a la megaminería. Es decir, permitir el saqueo contaminante de empresas depredadoras, que sólo lo pueden hacer con la venia de los gobiernos y la justicia de turno.
“El juez tomó la decisión de levantar la clausura sin hacer públicos los monitoreos de aguas. Sin este informe es imposible llegar a la certeza de que la mina no está contaminada”, denunció el abogado de la Asamblea (Página/12, 5/10).
Esta semana llegaron los análisis correspondientes al mes de agosto que indican la presencia de mercurio en exceso, además del aumento en los valores de cobre y zinc. Las muestras fueron tomadas por los profesionales de la Universidad de Cuyo, no sólo de los ríos afectados, sino también de las canillas de escuelas primarias públicas de las localidades de Mogna, Tamberias y Pampa Vieja.
La Asamblea pide al gobierno el cierre, remediación y prohibición de la megaminería, que Barrick se retire de la zona y suspenda las operaciones en el yacimiento Veladero. No puede ser que esta multinacional opere en una zona prohibida por la Ley de Glaciares, afectando los periglaciares y distintas corrientes de agua de la zona, amenazando la vida humana, animal y vegetal.
Izquierda Socialista apoya esos reclamos. ¡Ninguna licencia social a la megaminería! ¡Fuera la Barrick ya! ¡Basta de saqueo y contaminación! ¡Todo el apoyo al pueblo de Jáchal y a la Asamblea Jáchal No se Toca! De esa forma, y en el marco de la prohibición de la megamineria, planteamos otras formas de explotación minera, que esté a cargo del estado, bajo control de los trabajadores mineros, técnicos y especialistas, y en consulta con los pueblos originarios. Porque solo con una empresa estatal que tenga el monopolio de la extracción y producción de minerales, se dará trabajo genuino y se pondrá la actividad al servicio de la producción nacional y no para el negocio de las multinacionales.