Jornadas de julio de 1917: La Revolución Rusa en la encrucijada
Escribe Simón Rodríguez
El gobierno provisional ruso, autodenominado “revolucionario”, de Lvov y Kerensky pudo aplastar la desorganizada y prematura rebelión de los soldados y trabajadores, inclinando la balanza a favor de la contrarrevolución. Pero este revés tuvo un profundo impacto y fue decisivo para que miles se convencieran de que la política bolchevique era la correcta y que la única salida era la revolución obrera.