Cristóbal López, uno de los emblemas de la corrupción menemista, recibió el regalo de no tener que pagar impuesto a los Ingresos Brutos en la Ciudad por la operatoria del Casino flotante y de las máquinas tragamonedas que explota en el Hipódromo de Palermo. Esto incluye que la Ciudad de Buenos Aires, incluso, dejará de exigirle a López una deuda vencida estimada en 2.500 millones de pesos.
Por medio de la maniobra de un “acuerdo” entre Lotería Nacional y el gobierno de la Ciudad, donde supuestamente esta última cobraría 300 millones de pesos más por año (transferidos desde Nación), Cristóbal López “se ahorrará” de pagar un monto aproximado de 1.700 millones al año. Se trató de un acuerdo tan indefendible que fue puesto a consideración sobre tablas (o sea sin pasar por comisión alguna) en la Legislatura porteña en su última sesión y ningún legislador ni siquiera hizo de miembro informante. Simplemente se lo votó “en silencio”, siendo aprobado por la mayoría especial de 42 votos, sumando las bancadas del Pro y el kirchnerismo. Una vergüenza mayúscula.
