Escribe Laura Marrone candidata a legisladora Izquierda Socialista en el FIT
Otro niño, víctima de las peleas narcos de las barriadas de la Ciudad de Buenos Aires. El 7 de septiembre, Kevin Molina, de solo 7 años, cayó bajo las balas que durante tres horas cruzaron bandas narcos en la Villa Zabaleta (Capital). A pocos metros la prefectura hacía oídos sordos.
Días después, gendarmería, sin orden judicial, en forma violenta, y hasta con encapuchados, allanó la redacción de Garganta Poderosa, revista de vecinos del barrio que se había atrevido a denunciar la "zona liberada" que dejó la prefectura. Increíble.
La muerte de Kevin devela el desamparo en el que se halla la niñez de muchas villas de nuestra ciudad, hoy bajo el control de los narcos. No sólo los matan, sino que utilizan a muchos de ellos como "mulas" o "soldados" de sus comercios, incluso induciéndolos al consumo para lograr su captación. Todo esto bajo la complicidad de las fuerzas de seguridad, como ya se ha demostrado en Santa Fe y ahora el escándalo de Córdoba.
Preguntémonos: ¿Por qué el asesinato de Kevin no fue tapa de la prensa oficialista u opositora? ¿Por qué la muerte de este niño pobre no mereció los ríos de tinta de otros casos para exigir la investigación y castigo de sus asesinos? ¿Hasta cuándo vamos a tolerar que las mafias narcos corroan la sociedad amparados en la complicidad de los poderes de turno?
En tanto los "Isaurralde" piden la baja de la edad de imputabilidad, las docentes y los docentes del Distrito 5to pusieron una vez más los guardapolvos blancos al lado de nuestros niños. Junto con ellos reclamamos: ¡desmantelamiento de las redes narcos en los barrios de nuestra ciudad, justicia para Kevin, ni un tiro más, con los pibes no!