El ajuste y las huelgas son una historia sin fin en Grecia. El plan de la troika -Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMIplanifica despedir 25.000 personas del sector público, tanto en la administración como en la educación. 12.500 de estos funcionarios serán directamente despedidos, mientras que el resto serán colocados hasta fin de mes en la llamada "pool de movilidad laboral".
Este modelo prevé el traslado forzoso o despido de los afectados en un plazo de ocho meses después de haber recibido la orden. Durante ese plazo, el trabajador recibirá el 75% de su salario, pero puede ser trasladado a cualquier otro puesto en el que haya vacantes o ser despedido, si al término de los ocho meses no se le encuentra utilidad. El seguimiento de la huelga en la enseñanza pública fue del 90%. La izquierda radical syriza instó durante el fin de semana a los ciudadanos a derrumbar con las huelgas el gobierno de coalición entre democristianos y socialistas.