May 10, 2024 Last Updated 10:23 PM, May 9, 2024

Con la asunción de Sergio Massa, el gobierno prepara las condiciones para un nuevo salto en el ajuste contra el pueblo trabajador. Las medidas anunciadas hasta el momento van claramente en este sentido: mayores tarifazos, recortes al gasto público, congelamiento de la planta de los trabajadores estatales.

Todas las alas del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, incluidos los llamados “libertarios” acuerdan con profundizar el ajuste contra el pueblo trabajador, y con una devaluación que ya está en marcha con la suba descomunal de la inflación y la consonancia del gobierno con los grandes empresarios remarcadores de precios y con el dólar “sojero” y otros “dólares especiales” a sectores patronales. Esa medida anunciada por Batakis fue acordada con el FMI en Washington, lo mismo que los anuncios posteriores de Sergio Massa. El Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad (FIT-U) plantea una salida opuesta, para que la crisis la paguen los capitalistas.

La crisis política al interior del oficialismo culmina con la entrega de superpoderes a un agente directo de la embajada norteamericana y del gran capital, con el apoyo del kirchnerismo y todas las fracciones del oficialismo y el aval explícito de la CGT y la CTA.

El Frente de Izquierda Unidad denuncia que el salto en la crisis inflacionaria y las medidas de mayor ajuste anunciadas por Massa con el aval del Presidente y Cristina Kirchner constituyen un nuevo golpe contra el pueblo trabajador. Congelamiento de vacantes y la imposibilidad de que decenas de miles de contratados precarios en el Estado puedan acceder a la planta permanente preparando sus despidos cuando culminen los contratos. Recortes presupuestarios y en la obra pública, tarifazos en los servicios y el transporte y depreciación salarial, son la antesala de medidas de ajuste aún mayor y la puesta en agenda de las reformas reaccionarias pendientes.

El peso de la deuda usuraria y fraudulenta en pesos, y en dólares arrastra al país a una nueva bancarrota. El pacto con el FMI potenció el endeudamiento, la inflación, el ajuste, el saqueo y la dependencia. Los llamados “mercados” (los bancos y el capital financiero) aprovechan para sacar una nueva tajada y se lanzaron durante los meses de junio y julio una corrida cambiaria para imponer una mega devaluación del peso oficial. La subida del “blue” y de los dólares financieros durante el mes de julio ya aceleró la inflación a niveles insostenibles.

Una mega devaluación del peso oficial implicaría un salto en la pulverización de los salarios, jubilaciones y planes sociales muchos de ellos hoy en la indigencia. Los ganadores serán los dueños del agronegocio, junto al resto de los exportadores, las automotrices a quienes les dieron retenciones cero, mineras, petroleras, las patronales que pretenden seguir licuando salarios y deudas, y los bancos. Mientras que el propio Alberto Fernández vociferaba contra los dueños del negocio agrario y movimientos sociales oficialistas se aprestaban a movilizarse a la Rural (algo que finalmente no realizaron), a la par y auspiciado por el FMI se preparaba un dólar especial para que los sojeros puedan multiplicar sus rentas a costa del erario público: esto es el prolegómeno de una devaluación en toda la línea.

Al igual que Batakis Massa anuncia un viaje a Washington a consensuar sus medidas con el FMI. El poder político del gobierno depende casi en su totalidad del arbitraje del FMI y los llamados “mercados”.

En ese contexto, el profundo cambio de gabinete con el superministro Massa como eje, es un intento de cerrar una crisis al servicio de generar confianza en el establishment y los usureros externos. Una vez más, un cambio de esta magnitud, se hace por la decisión de un puñado de dirigentes a espaldas del pueblo. Demostrando el carácter antidemocrático de este régimen capitalista. Es hora de cambiar y que los trabajadores y sectores populares decidan democráticamente la salida a la crisis.

Massa es tal vez la última carta que le quede a un gobierno que lejos de haber venido a recomponer lo perdido durante el macrismo, profundizó la pulverización de los salarios y jubilaciones, aumentó la miseria y apoyado por la derecha de Juntos por el Cambio, rubricó un pacto colonial con el FMI.

En la coalición oficialista se terminó de blanquear que el kirchnerismo -que cacareaba contra el FMI mientras habilitaba en el Congreso que se votara el pacto colonial-, no sólo no tenía ningún programa alternativo, sino que ahora se compromete abiertamente a un mayor ajuste.

Por ello, llamamos a todos los trabajadores y jóvenes que confiaron en que este gobierno venía a cambiar las políticas del macrismo y hoy están buscando otro rumbo a movilizarse con nosotros para frenar el ajuste y a sumarse a fortalecer a la única coalición política que plantea la independencia política de las y los trabajadores y sostiene una alternativa al ajuste: el Frente de Izquierda Unidad.

Las conducciones de la CGT y las CTA son también responsables de que el pueblo trabajador llegue en este estado a un nuevo golpe contra su nivel de vida. Fueron un punto de apoyo de todo el ajuste de Macri y de Alberto Fernández. Ahora cuando la crisis se profundiza y el pueblo asiste al aumento exponencial de los precios de los alimentos y productos de primera necesidad salieron rápidamente a celebrar la designación de Massa como superministro y los cambios en el gobierno y, en ese marco, convocan a una marcha el 17 de agosto. Exigimos a las centrales que rompan con el gobierno y convoquen a un paro nacional que sea el inicio de un plan de lucha por un inmediato aumento de salarios, jubilaciones y planes sociales al valor de la canasta familiar y derrotar el plan de ajuste del gobierno y el FMI. E impulsamos la recuperación de los sindicatos como herramientas de lucha de la clase trabajadora contra la burocracia sindical. Ese mismo 17 de agosto participaremos en la convocatoria alternativa a la de la burocracia sindical realizada por el Plenario del Sindicalismo Combativo, para apoyar todas las luchas en curso y plantear un programa de salida a la crisis de las y los trabajadores.

Desde otros sectores del oficialismo promueven un “salario básico universal” de 14.000 pesos, una suma de indigencia que consolida un nuevo piso salarial de hambre y busca condenar a millones de trabajadores a un porvenir sin acceso al trabajo genuino ni derechos laborales. El proyecto impulsado por Cristina Fernández en el Senado llegaría solo a 1.700.000 personas, cuando son más de 14 millones quienes necesitan un ingreso que alcance.

Frente a la política de las coaliciones políticas patronales del ajuste y la complicidad de la burocracia sindical, el pueblo trabajador no se queda inmóvil. El movimiento piquetero combativo viene llenando las calles en su lucha por sus reivindicaciones más elementales, y protagonizó una nueva gran jornada el 28 de Julio. Los trabajadores del neumático y su sindicato, el SUTNA protagonizan una durísima lucha contra las patronales por recomposición salarial y para que se les reconozca el pago del 200 por ciento de las horas que trabajan los fines de semana, poniendo en cuestión al convenio sellado por la burocracia y las grandes patronales del rubro durante el menemismo. A los paros docentes de San Juan y La Rioja, se sumaron los maestros de Mendoza, Rio Negro y Chubut, con huelgas y masivas movilizaciones para exigir la recuperación salarial. Lo mismo sucede con las y los trabajadores de la salud de Jujuy y Río Negro y los vitivinícolas autoconvocados de Salta y Mendoza. La tarea de la hora es la intervención de la clase trabajadora en la crisis.

Denunciamos la criminalización de las luchas que avanza en todo el país, fuertemente instigada por la campaña de Cristina Kirchner contra el movimiento piquetero independiente, con causas contra dirigentes y compañeros de diferentes organizaciones. Reclamamos la anulación de las condenas a Cesar Arakaki y Daniel Ruiz, la absolución de todos los luchadores populares y el cierre de todas las causas.

El FITU apoya incondicionalmente estas luchas. Llamamos a los trabajadores a exigir un paro nacional y plan de lucha, en unidad entre ocupados y desocupados para derrotar el conjunto del plan del gran capital y sus representantes políticos. Y a debatir e impulsar una salida alternativa.

Que los salarios, las jubilaciones y los planes sociales se ajusten mensualmente según la inflación.

Que nadie gane menos del valor de la canasta familiar.

Por un seguro universal al desocupado equivalente al costo de una canasta básica. Por la apertura de los programas sociales, por un bono de $20.000 para quienes reciben planes sociales.

Basta de tarifazos. Nacionalización de todo el sistema energético y del conjunto de las empresas privatizadas bajo control de los trabajadores.

Por la ruptura con el FMI y el no pago de la usurera y fraudulenta deuda externa para destinar los recursos nacionales a resolver las necesidades populares urgentes.

Por el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, por la reducción de la jornada laboral a 6 horas sin reducción salarial. Por un plan nacional de obras públicas bajo control obrero y popular para construir un millón de viviendas populares que de trabajo a 4 millones de desocupados.

Por un sistema bancario nacional único bajo el control de los trabajadores, para evitar las fugas de divisas, resguardar los ahorros y que el ahorro nacional esté disponible para créditos baratos hipotecarios y a los pequeños comerciantes, y financiar el plan de obras públicas.

Por el monopolio estatal del comercio exterior, para evitar que un oligopolio privado de exportadores maneje a su antojo la rendición de las cosechas y vendan los alimentos a precios internacionales, y resguardar así las divisas para un desarrollo nacional en manos de la clase trabajadora. Por la estatización de todos los puertos privados bajo el control de los trabajadores.

Estas medidas deben ser parte de un plan económico obrero y popular y un programa integral que sólo podrá desarrollado integralmente imponiendo con la lucha y la organización un gobierno de las y los trabajadores.

Abajo el ajuste. Fuera el FMI. Viva la lucha de la clase trabajadora. Por una salida obrera a la crisis. Que la crisis la paguen los capitalistas.

Este 17 de agosto marchemos con el sindicalismo combativo a Plaza de Mayo y en todo el país.

FRENTE DE IZQUIERDA Y DE TRABAJADORES UNIDAD (FITU)

Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
10/08/2022

Vuelve el debate en el Frente de Izquierda Unidad sobre el uso (el mal uso) de la consigna Asamblea Constituyente. PTS luego de proclamar su fórmula presidencial Bregman-Vilca a más de un año de las elecciones, ahora vuelve a poner la consigna de Asamblea Constituyente como centro en la respuesta que habría que dar ante la asunción de Massa y la grave crisis política, económica y social del país. Lo mismo hace el MST, titulando en la tapa de su periódico n° 811 “Que se vayan todos. Elecciones a Constituyente para que decida el pueblo”.

Ambos partidos parten de un error, diciendo que a Massa “no lo votó nadie”, que hay “un nuevo gobierno” o incluso que hubo un “golpe palaciego”, según PTS. ¿Hay que llamar a votar a elecciones de diputadas y diputados para una Asamblea Constituyente o postular con fuerza el paro general y luchar por un plan económico alternativo obrero y popular y un gobierno de las y los trabajadores? Ese es el debate.

¿Hay un “nuevo” gobierno?

La diputada Myriam Bregman (PTS) en su discurso en la sesión de la Cámara de Diputados en que se aprobó la renuncia de Sergio Massa para que asuma como ministro, dijo: “En esta situación se reúnen tres personas: Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa y deciden cambiar el Gobierno. No estamos viendo un simple cambio de ministerio o una reorganización, estamos viendo un desplazamiento del poder, un profundo cambio de Gobierno”.

¿Pero acaso el actual gobierno peronista del Frente de Todos no es el mismo que vino gobernando desde el 2019 en una coalición entre los tres sectores que responden a Alberto Fernández, Cristina y Massa? ¿Cuál sería el cambio? ¿Se habría pasado de un supuesto gobierno peronista “nacional y popular” a otro más ajustador? ¿De un gobierno democrático a otro antidemocrático? PTS lo debería aclarar.

Fernando Scolnik en una nota de Izquierda Diario ratifica lo dicho por Bregman: “Habemus nuevo Gobierno” (7/8/22). Y en otro largo escrito firmado por Matías Maiello, PTS habla de golpe palaciego. “La novedad es que hay una especie de golpe de mano palaciego con el objetivo de concentrar poder político para avanzar más rápidamente con el plan del FMI”. (Debates en la izquierda sobre la propuesta de una Asamblea Constituyente, Izquierda Diario, 7/8/22). Maiello reconoce que coincide en esta tesitura con periodistas de Clarín (Van Der Kooy) y de Página12.

PTS llama “golpe palaciego” (autogolpe entre el mismo gobierno) al manotazo de ahogado que significa el nombramiento de Massa para tratar de encarrilar la debacle política en la que está sumido el peronismo del Frente de Todos. Al decir que hay un “golpe” para aplicar un mayor ajuste, implicaría desconocer que al ajuste ya lo viene aplicando el gobierno desde que asumió, con Guzmán, Batakis y ahora Massa. Esto es literalmente lavarle la cara al gobierno.
No hay un nuevo gobierno. Se trata del mismo que cambió la movilidad jubilatoria para robarles a las y los jubilados y pactó con el FMI para pagar la deuda macrista.

Al hablar equivocadamente de cambio de gobierno y golpe palaciego PTS propone responder con una consigna democrática como centro, como lo es una Asamblea Constituyente, cuando las necesidades populares pasan por otro lado, en cómo combatir el hambre, la pobreza, la inflación y los bajos salarios y jubilaciones de miseria. Porque aunque PTS lo quiera negar, una Asamblea Constituyente no es nada más ni nada menos que una elección para elegir mediante el sufragio universal a diputadas y diputados constituyentes para reformar la actual Constitución Nacional. Incluso habría que preguntarse qué pasaría si se diera hoy lo que propone PTS. Lo más probable es que esa Constituyente resulte con una mayoría de diputadas y diputados de partidos patronales, del PRO, la UCR, del peronismo en sus distintas variantes, incluso de Milei, y con algunas bancas que por cierto conquistaría el FIT Unidad. Una Constituyente con un poder mayoritario de políticos patronales no redundaría precisamente en ningún beneficio para el pueblo trabajador.

¿Ir a votar o luchar por una salida obrera y socialista?

PTS escribe: “Algo es probable y casi seguro: en los próximos meses y ante la profundización de los planes de ajuste se multiplicará la protesta popular. Hay que estar atentos a posibles giros bruscos de la situación en los cuales frente a grandes ataques emerge la espontaneidad de la base obrera llevando incluso hasta la huelga general”, poniendo de ejemplo lo que pasó con el Rodrigazo (Nota citada de Scolnik). Pero PTS no actúa en consecuencia. Porque después de hablar de esta perspectiva, e incluso de todo (apoyar las luchas, la pelea por un gobierno obrero, el poder dual y la transición al socialismo, entre un largo etcétera), dice: “Proponemos a los más amplios sectores luchar en lo inmediato por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana”. ¿Cuál es el argumento? Dice PTS: “Somos conscientes de que hoy esta perspectiva de lucha por un Gobierno de los trabajadores (…) no es compartida por la mayoría de la clase trabajadora y los sectores populares, que aún ven en la democracia representativa la forma de hacer pesar su voluntad sobre los destinos del país”.

Según PTS, como la clase obrera no comparte el planteo de luchar por su propio gobierno, hay que proponerle entonces una salida democrática burguesa dentro del régimen, “luchar en lo inmediato por una Asamblea Constituyente”. Si fuera por eso deberíamos dejar de plantear el “no pago de la deuda”, porque la mayoría no ve esa consigna, o la nacionalización de la banca y el comercio exterior. Sin embargo, lo seguimos postulando porque hace a una salida de fondo en favor de la clase trabajadora y demás sectores populares.

Este método para elaborar las consignas de PTS es una capitulación oportunista a las ilusiones (aunque cada vez menos) que tienen en esta democracia burguesa millones en el mundo al no ver una alternativa obrera y socialista para pelear por lo opuesto. Nuestra dirigenta de Izquierda Socialista, Mercedes Petit, ya contestó a esto en una polémica anterior cuando el PTR de Chile (grupo hermano del PTS en ese país) daba el mismo argumento para justificar la consigna de Constituyente como “estratégica” en el país hermano (ver en El Socialista n° 443).

Petit señaló que León Trotsky decía que un partido revolucionario en “primer término” debe “dar una imagen clara y honesta de la situación objetiva, de las tareas históricas que de ella se desprenden, independientemente de si los obreros están hoy maduros para ello o no. Nuestras tareas no dependen de la conciencia de los trabajadores. La tarea consiste en desarrollar su conciencia.” (“El atraso político de los obreros norteamericanos”, 19/5/1938, editado en El Programa de Transición, Ediciones Crux).

PTS, para zafar, le quiere dar un carácter distinto a la consigna hablando de “una Asamblea Constituyente desde el punto de vista de la acción revolucionaria”. Dice: “el planteo de Asamblea Constituyente puede cumplir una enorme función tanto pedagógica como para incidir en la relación de fuerzas, para organizar a amplias franjas de la clase trabajadora y sectores populares alrededor de una salida de conjunto antiimperialista, anticapitalista y verdaderamente democrática”. Pero una Asamblea Constituyente nunca puede ser “antiimperialista ni anticapitalista”. Representaría en todo caso un mecanismo más democrático dentro de esta democracia patronal, en caso de que fuera libre y soberana y apoyada por una gran movilización popular. Las tareas antiimperialistas y anticapitalistas se lograrán con un gobierno obrero y de izquierda que expropie a la burguesía y construya el socialismo en Argentina y en el mundo.

Para Izquierda Socialista la consigna de Asamblea Constituyente Libre y Soberana debe ser parte de un juego de consignas a postular, pero nunca la más importante en momentos de crisis como ésta. Y se debe hacer sin confundir a las masas ni desviar la lucha por sus reclamos para ir a votar, señalando permanentemente que es una consigna democrática, no de poder.

Para PTS y MST hay que luchar por una Asamblea Constituyente como consigna central, poniendo en un segundo plano la tarea para unir fuerzas entre todo el FIT Unidad convocando a los trabajadores a enfrentar el mayor ajuste de Massa, Cristina y Alberto Fernández, exigiendo el paro general a la CGT como lo hará el sindicalismo combativo marchando el próximo 17 de agosto y centralmente por fortalecer al Frente de Izquierda Unidad como alternativa política obrera y socialista. Hoy lo central en Argentina pasa por desarrollar estas políticas, mostrando a millones de trabajadoras, trabajadores, luchadores y demás sectores populares que la salida ante la actual debacle pasa por imponer un gobierno de las y los trabajadores y de la izquierda, levantando el programa que sostiene el FIT Unidad.

 

 

Escribe Anisa Favoretti, candidata a concejala Izquierda Socialista/FIT Unidad

Estas elecciones municipales se dan mientras el país está tocando fondo y el gobierno del Frente de Todos descarga una brutal crisis sobre el pueblo trabajador. La única alternativa política que se propone patearle el tablero a los que ya vienen gobernando con miseria y ajuste, es el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad.

El gobernador Zamora y la intendenta Fuentes del Frente Cívico hablan de un Santiago que crece. Pero lo que no dicen es que detrás de las luces y edificios públicos de alta modernidad se esconde la verdadera ciudad, con un transporte público totalmente deficiente; con miles de trabajadores municipales precarizados y tercerizados, con salarios que en muchos casos no superan los 25 mil pesos; donde los barrios obreros y populares no cuentan con servicios básicos y se encuentran en el olvido.

Sus bancas en el concejo deliberante y legislaturas son garantes de los pagos al FMI y de las superganancias de empresarios amigos mientras los trabajadores y sectores populares seguimos sin ver soluciones a nuestros problemas más urgentes. Son los responsables de los salarios de pobreza, las jubilaciones y planes sociales de indigencia, la inflación a punto de llegar al 80%, el derrumbe de la salud y educación públicas, es decir una situación general de miseria y desesperación que no se aguanta más.

El Frente Cívico, el peronismo en todas sus variantes, los radicales y Juntos por el Cambio ya gobernaron y no son salida. Tampoco los liberfachos como Milei, que proponen más ajuste y mano dura. Ni el Frente Renovador y Progresista, integrado por Libres del Sur, que se quieren mostrar cómo “el cambio”, pero son quienes ponen mano de obra barata y flexibilizada en las escuelas y barrios. Perpetúan la precarización de los desocupados de su organización en lugar de pelear para lograr empleo genuino y en planta permanente. Aspiran a ser iguales a los partidos patronales tradicionales, que ocupan cada vez más cargos a costa de lo que sea, como lo muestra la vergonzosa alianza con Mirolo, del gobierno de la ciudad de La Banda.

Frente a ellos, nuestras compañeras y compañeros dan batallas para que en las legislaturas y concejos deliberantes de todo el país se atiendan los problemas obreros y populares. También estuvimos en la cámara de Diputados de la provincia, siendo la única banca que se plantó y desenmascaró a los partidos patronales. Para dar la pelea en las calles y en el concejo deliberante, este 7 de agosto, fortalece a los que luchan votando a la unidad de la izquierda en el Frente de Izquierda Unidad.

Si querés contactarte o ayudar con la campaña del Frente de Izquierda, escribinos al +54 9 3855 76-6600

Escribe Gabriel Schwerdt
 
En su último Congreso, el Partido Obrero resolvió lanzar un movimiento popular con banderas socialistas “para derrotar el saqueo”, y comenzaron a plantearlo en actos como el realizado el pasado 5 de julio en La Matanza. Según el Manifiesto aprobado por su Congreso (1) este nuevo movimiento a desarrollar tiene que tener “banderas distintas a las del pasado. El peronismo terminó aplicando el ajuste con el FMI porque su estrategia es la defensa del capitalismo decadente. Aprendiendo de la experiencia, el nuevo movimiento popular que debemos crear debe ser independiente del Estado y de los gobiernos, basado en un programa anticapitalista y socialista”.

Según PO este movimiento ya está en marcha con la lucha del movimiento piquetero y “en el movimiento sindical con el surgimiento de luchadores clasistas que han conquistado sindicatos, como es el caso de los compañeros del neumático con el Sutna que están a la cabeza de una gran lucha salarial o como sucede también con los docentes de AGD-UBA, Ademys, ATEN Neuquén, los Sutebas Combativos, la Unión Ferroviaria Oeste o en seccionales y fábricas.” El programa que debe tener el nuevo movimiento, siempre según el Manifiesto de PO, va desde luchar por un paro activo nacional y por un salario igual a la canasta familiar, hasta nacionalizar el comercio exterior.

El actual ascenso es por aumento salarial y contra el ajuste del FMI

Consideramos que PO confunde (y por lo tanto se equivoca) al plantear esta nueva orientación política. Porque convoca a todas las organizaciones y movimientos combativos del país a organizarnos en un solo movimiento para luchar contra el saqueo con banderas socialistas, cuando ésta no es la realidad de las organizaciones combativas. Efectivamente hay un desarrollo importante de dirigentes y organizaciones combativas en distintos frentes que vienen luchando contra el ajuste. Un proceso con avances y retrocesos. Pero es equivocado ponerse el objetivo de que para luchar por salario y contra el saqueo debemos hacer asambleas para que voten un programa socialista, que además no proponen. No es lo que está pasando en la realidad. Si fuera así, PO debería dar ejemplos de dónde lo están haciendo. Actualmente los trabajadores del Sutna están en un duro conflicto contra su patronal por el reconocimiento de las horas extras al 200%. Hace ya varias semanas que están en lucha. No escuchamos que PO haya planteado en algunas de las asambleas de este conflicto que para luchar contra el saqueo de las multinacionales del neumático haya que votar por la nacionalización del comercio exterior o establecer una banca pública única. Lo que viene pasando en las luchas, como la del Sutna o los docentes autoconvocados de San Juan y actualmente en la Rioja, en estos dos últimos casos pasando por encima de los dirigentes sindicales vendidos y con métodos democráticos para decidir, es que el gran eje movilizador es el aumento salarial. Así se está luchando contra el ajuste y el saqueo.
 
El nuevo movimiento que propone PO… es PO

El nuevo movimiento popular que propone PO sería el mismo Partido Obrero. Y no lo decimos en base a nuestra percepción. Así lo declaran en Prensa Obrera (2) cuando haciendo el balance del mencionado acto en La Matanza señalan que: “La primera conclusión importante que surge es que al derrumbe del peronismo como canal de transformación social se le opone una alternativa obrera y socialista, de la cuál su expresión más cabal es el Polo y el Partido Obrero”. Según PO ya lo están haciendo y encabezando. Esto que afirma PO y sus dirigentes no es un nuevo movimiento popular con banderas socialistas, es el Polo Obrero que moviliza a miles de piqueteros por sus reivindicaciones específicas, que desde ya está bien que lo hagan y por eso apoyamos la lucha de los piqueteros. Pero esto por sí solo está muy lejos de transformarse en un movimiento que aglutine a los diversos sectores combativos que hay en nuestro país.
 
Diluyen al FIT Unidad cuando hay que fortalecerlo mientras seguimos apostando a la unidad de acción para derrotar el ajuste

El peligro de la propuesta de PO es volver a caer en su tradicional autoproclamación y sectarismo. El otro error que tiene la propuesta de PO es que diluyen el rol del Frente de Izquierda Unidad. Según el Manifiesto llaman al FIT Unidad a que nos sumemos a esta tarea. Pero hace ya más de un mes que hicieron pública la propuesta y todavía no la han planteado formalmente al resto de los partidos del Frente. No creemos que sea un olvido. Para PO no importa si el resto del FIT Unidad acuerda o no porque en definitiva para ellos con el Polo Obrero es suficiente. Justamente los que sí tenemos un acuerdo “con banderas socialistas” somos quienes integramos el FIT Unidad, que levantamos en común un verdadero programa obrero y socialista que arranca de las reivindicaciones mínimas que todo el pueblo trabajador necesita e incluye por supuesto que los trabajadores tienen que gobernar. Este no es un olvido menor y demuestra las contradicciones insalvables que tiene la propuesta de PO.

Por el contrario, desde Izquierda Socialista creemos que en nuestro país estamos atravesando una situación favorable para el desarrollo de la izquierda. Y eso pasa, en primer lugar, por seguir fortaleciendo al FIT Unidad como alternativa política ante la debacle y crisis del peronismo, ya que el Frente de Izquierda es por ahora el único movimiento político con banderas socialistas y de independencia de clase.

En segundo lugar, tenemos que seguir apoyando las luchas que se están dando en todo el país para que triunfen y se extiendan para enfrentar el ajuste. Al servicio de esta gran tarea es que proponemos mantener la coordinación lograda con las organizaciones que venimos conformando el espacio de Parque Lezama.  Una coordinación amplia, política y sindical. No todas las agrupaciones coinciden políticamente con el FIT Unidad. Sería muy equivocado y sectario de nuestra parte exigirles o condicionarlas a que levanten “banderas socialistas” o adopten el perfil de la izquierda trotskista. Por el contrario, debemos seguir impulsando la unidad de acción. Este espacio ya convocó a tres exitosas movilizaciones nacionales con un programa correcto de salida a la crisis. Las organizaciones que conformamos el FIT Unidad encabezamos estas convocatorias del espacio Lezama y consideramos que debemos seguir en esa tarea y darle forma a esa coordinadora unitaria para pelear contra el pacto con el FMI y sus consecuencias, por un plan alternativo obrero y popular, y postularla políticamente para enfrentar los desafíos que se vienen.

Por todo eso consideramos desde Izquierda Socialista que el planteo del Partido Obrero no sirve para luchar unitariamente, ni para fortalecer una alternativa política que pelee por una salida de fondo enfrentando a todos los partidos patronales.
 
(1) Manifiesto del XXVIII Congreso del Partido Obrero
(2) PO Nº 1648 del 7/7/2022

Escribe Javier Leonforte, dirigente de Izquierda Socialista e integrante de la mesa nacional del FIT Unidad
 
Convocados por el FIT Unidad, decenas de organizaciones de izquierda, sindicales, sociales, de derechos humanos, feministas y ambientales ganamos las calles y realizamos actos en Plaza de Mayo y en todo el país en el día de la independencia nacional.
 
Al cumplirse un nuevo aniversario de la independencia nacional lograda el 9 de Julio de 1816, colmamos la Plaza de Mayo y realizamos actos en todo el país por la ruptura del acuerdo del gobierno nacional con el FMI y el no pago de la deuda externa. Con estas acciones logramos volver a instalar los reclamos de los sectores obreros y populares que nos oponemos al ajuste, la entrega, el saqueo y la dependencia a la que nos están sometiendo desde el gobierno peronista del Frente de Todos.

Esta amplia movilización del 9 de Julio es un nuevo logro unitario del FIT Unidad junto a decenas de organizaciones, que da continuidad al movimiento que ya había realizado actos en todo el país, llenando Plaza de Mayo el 11 de diciembre y el 8 de febrero pasados, para denunciar el acuerdo del gobierno y el FMI, y que rodeó el Congreso Nacional el 10 y el 17 de marzo cuando finalmente se aprobó el acuerdo con los votos de la oposición patronal de Juntos por el Cambio.

Por eso es tan importante que la movilización del 9 de Julio haya sido la quinta que realizamos contra el acuerdo del gobierno y el FMI, y nuestra propuesta es darle continuidad y desarrollar este gran movimiento que plantea un plan económico alternativo obrero y popular con medidas concretas, como las mencionadas en el documento unitario que se leyó en los actos (ver recuadro).

Desde finales del año pasado, con el Frente de Izquierda Unidad hemos convocado de manera amplia y unitaria a decenas de organizaciones a movilizarnos masivamente contra el pacto con el FMI por parte del gobierno peronista de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. En pocos meses el momento del país ya es otro. No solo porque la inflación se siguió acelerando con una proyección del 75/80% anual hundiendo en la pobreza a millones de trabajadores y sectores populares, sino porque con la renuncia del ministro de Economía Martín Guzmán ha crecido el debilitamiento del gobierno peronista y el cuestionamiento al acuerdo con el FMI, que es el eje central de todo el plan económico que ahora gestiona la nueva ministra Batakis.

Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad llamamos a darle continuidad a este movimiento de manera independiente de los sectores kirchneristas que, si bien en marzo no aprobaron en el Congreso  los términos del acuerdo con el FMI, no solo no se movilizaron en contra, sino que facilitaron su tratamiento y hoy siguen siendo parte fundamental del gobierno que lo aplica a rajatabla y se predispone a profundizarlo. Por eso es tan importante seguir denunciando a todos los sectores del Frente de Todos, que pese a sus matices internos, están todos claramente alineados con el FMI.

Este 9 de Julio hubo sectores de clase media que se movilizaron convocados por organizaciones reaccionarias de derecha que resultaron claramente minoritarios, aunque la prensa patronal les haya dado gran cobertura mediática. Fue la movilización convocada desde la izquierda la que impidió que las banderas del 9 de Julio no fueran ocupadas por la derecha mediática, del estilo Milei.

Es clave darle continuidad a este movimiento unitario de lucha en las calles y seguir postulando un programa económico alternativo obrero y popular, para que la crisis la paguen los capitalistas y no las y los trabajadores. Y seguir en la pelea para lograr una Segunda y definitiva Independencia

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