esto desde el momento de la desaparición forzada, hace más de un mes, pero apenas ahora se incorporó el testimonio formalmente al expediente. “Entraron reprimiendo a los integrantes de la comunidad, con armas y con una balacera. Tuvimos que replegarnos hasta el río. Yo para escapar agarré un caballo y crucé el río hasta subir a una loma. Desde la loma pude ver con unos binoculares cómo tres gendarmes golpeaban a un bulto que tenía una campera celeste, una campera que yo le había prestado a Santiago esa misma mañana. Después de que le pegan, cargan el bulto y lo llevan hasta un Unimog, que luego pasan a una camioneta blanca que se dirige por la ruta 40 rumbo a Esquel”, explicó Santana a los medios al salir del tribunal.
Otros tres testigos declararon que Maldonado se encontraba en la comunidad el 1o de agosto, cuando ocurrió la represión y desmintieron a las autoridades que decían que la comunidad había impedido un rastrillaje de la zona, explicando que fue sobrevolada por helicópteros y drones.