Escribe Guillermo Sánchez Porta
Nuevamente, el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) realizó una jornada nacional de lucha donde logró integrar a muchos sectores en conflicto y antiburocráticos.
La jornada tuvo su epicentro en CABA, con una movilización desde el Obelisco hasta Plaza de Mayo, y cerró con un acto donde tuvieron la palabra los principales sindicatos y agrupaciones combativas que hacen parte del PSC y las delegaciones de trabajadores que tienen diversos conflictos, que aún no se han integrado.
La iniciativa de esta acción surgió en la mesa del sindicalismo combativo, al ver que los trabajadores y los sectores populares están reclamando por salarios y por vacunación, contra los despidos, por trabajo y aumento de las ayudas sociales, por inversión en salud y en educación y contra la presencialidad criminal de los gobiernos. Hubo peleas en diversos gremios y empresas, cuyo pico fue la histórica lucha de los trabajadores autoconvocados de la salud de Neuquén, que pararon y cortaron la ruta del petróleo de Vaca Muerta durante cuarenta y cinco días. Rechazaron el acuerdo salarial de 13% de su gremio, ATE, y lograron un 53%, que luego se hizo extensivo a todos los estatales neuquinos.
Junto con las luchas de quienes son parte del PSC, como las de los docentes de Ademys, algunos Sutebas multicolores, la Unión Ferroviaria Oeste, Sutna, AGD, Hospital Italiano, Ceramistas de Neuquén, se dieron muchas de sectores que no lo integran. Pero todos, además de los reclamos, tenían algo en común, estaban siendo abandonados por la burocracia sindical de la CGT y las CTA y en sus gremios. Pocas veces se ha visto un boicot tan brutal de esta burocracia a todos los reclamos obreros. Ni siquiera sacan declaraciones repudiando el ajuste a los trabajadores y el pueblo, los despidos, las muertes por Covid-19, la inflación y la pérdida del salario. Es un pacto social no escrito con el gobierno de Alberto Fernández, del cual son una parte fundamental para contener los reclamos sociales.
Por eso nuevamente le toca al PSC ser la argamasa de las luchas obreras y populares para intentar que se coordinen, se apoyen y se unifiquen en un reclamo unitario y fuerte. Y, una vez más, podemos decir que se logró. Que en la movilización hasta la Plaza de Mayo y en el acto se soldó esa unidad para luchar.
Es cierto que hubo corrientes sectarias y autoproclamatorias, como el MAC/PTS (que incluso integra el PSC), que estuvieron trabajando en contra de esta jornada unitaria, que buscaron enfrentar al Plenario con las luchas y con los luchadores que aún no se han sumado, organizando encuentros por afuera y proponiendo acciones diferentes que dificultarían la unidad y que habrían opacado la acción unitaria central en Plaza de Mayo. Y hasta buscando armar otras “mesas de coordinación” con el absurdo argumento de que “no podemos llamarlos a la unidad porque son trabajadores que no comprenden las propuestas programáticas del PSC”… Una subestimación absoluta hacia los trabajadores, que perfectamente entienden la necesidad de unirnos, luchar juntos contra el ajuste y las patronales y para enfrentar a los burócratas traidores. Incluso, el PTS no quiso participar en actividades organizadas por el PSC en otras provincias y se retiraron del acto unificado en Neuquén. Hasta, de manera infantil, arrancaron solos en la marcha desde el Obelisco, tratando de “llevar” detrás de ellos a honestos luchadores tercerizados o despedidos que están jugándose todo en su lucha. Afortunadamente, más allá de todas sus maniobras divisionistas, la jornada y el acto fueron un éxito de la lucha y la unidad donde todos los sectores tuvieron su voz y su representación.
Tenemos que seguir dando todo el apoyo a las luchas en curso, rodearlas de solidaridad para que triunfen. Y decir claramente, como lo plantearon varios oradores y, al cierre de la jornada nacional, nuestro compañero ferroviario y dirigente de la mesa del Plenario, Rubén “Pollo” Sobrero, “las puertas del PSC están bien abiertas para todos aquellos que quieren luchar y echar a la podrida burocracia sindical. Que nada ni nadie divida a los luchadores. Sigamos fortaleciendo al Plenario del Sindicalismo Combativo”.
