Escribe Mónica Schlotthauer Diputada nacional electa Izquierda Socialista/FIT Unidad
Ante el acuerdo con el FMI, las usinas del gobierno salieron a decir que el peronismo nos vuelve a poner de pie, como lo hizo siempre tras los desastres de los gobiernos anteriores.
¿Verdad o mito?
Muchas veces Alberto Fernández y Cristina de Kirchner remarcaron que el peronismo viene salvando al país y a los trabajadores tras los desastres de otros gobiernos. “El peronismo siempre puso de pie al país cuando otros lo dejan de rodillas”, dijo el presidente en el pasado 47 Aniversario de la muerte de Perón. En una nota titulada “Acuerdo posible ante la tragedia” firmada por Leandro Renou, señala que “en los pasillos de la Casa Rosada varios funcionarios recordaron que es la segunda vez en 20 años que un gobierno peronista resuelve una deuda contraída por fuerzas liberales” (Página12, 29/01).
No hagamos historia aún. Vayamos primero a demostrar si el peronismo “resolvió” el tema de la deuda en la actualidad. Como venimos denunciando desde que el gobierno firmó el acuerdo con el FMI, no sólo no trajo ninguna solución, sino que renegoció una deuda contraída por el gobierno de Macri, haciéndosela pagar al pueblo trabajador. Creemos que cualquier gobierno patronal de cualquier signo lo hubiera hecho de la misma manera. Precisamente ese era el objetivo del pacto Macri-FMI de 2018, con un préstamo sideral que debía ser devuelto en muy poco tiempo: endeudar y someter al país por varios años. Eso es lo que ha logrado consolidar el peronismo en el poder con el nuevo acuerdo firmado. El gobierno no ha resuelto ningún problema, lo ha agravado.
Lo dicen hasta personalidades que llamaron a votarlo. El historiador y batallador contra la denominada Hidrovía, Mempo Giardinelli, ha escrito en su última columna en Página12 “el acuerdo con el FMI anunciado el viernes pasado no solo legitima y blanquea el irregular préstamo extraordinario del Fondo al hoy feliz y tramposo macrismo, sino que consolida una casi masiva cesión de soberanía que es imposible no condenar. Sobre todo, porque aún está viva y fresca la memoria del mortífero desguace nacional organizado y ejecutado por el gobierno de Carlos Saúl Menem en la cercana última década del siglo 20” (Página12, 31/01/2022).
Precisamente esta cita sirve de paso para recordar junto a nuestros lectores, volviendo al tema de si “el peronismo nos vuelve a salvar”, que fue el peronismo menemista de los años ‘90 (no el neoliberalismo, como le llaman a esos años de gobierno) el que hundió al país en una de las páginas más negras de nuestra historia. Remató todas las empresas del Estado con las privatizaciones, despidió a miles de trabajadores, indultó a los genocidas de la dictadura, dejó tremendos actos de corrupción, reimplantó las “relaciones carnales” con el imperialismo, y si de deuda externa se habla, la duplicó pasando de 60 a 120.000 millones de dólares. ¿De qué “salvación” hablan?
Recordemos también que a Menem lo apoyó lo que luego se llamó kirchnerismo, probado esto en la frase con la que el posterior presidente Néstor Kirchner, entonces gobernador de Santa Cruz, recibió al riojano que había prometido “salariazo y revolución productiva”: diciendo que era el mejor presidente de la historia.
Pero vayamos a los 12 años del gobierno kirchnerista, mencionado centralmente como “el salvador”. Lo dijo Máximo Kirchner en su reciente carta, reivindicando como salvadora la “cancelación histórica de una deuda de 9.800 millones de dólares” con el FMI por parte de Néstor Kirchner. ¿Salvador de qué? ¿Qué fue lo que pasó?
Antes de la asunción del kirchnerismo en 2003, se dio la rebelión del Argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001, contra el gobierno del radical Fernando De la Rúa. Esa rebelión tiró abajo a varios presidentes y al grito “que se vayan todos” obligó a que se dejara de pagar la deuda contraída por ese gobierno por varios años. A esa rebelión no la fomentó el peronismo, sino que fue el pueblo trabajador y la juventud la que ganó las calles e impuso el no pago. Argentina, al no pagar por varios años, permitió que millones de dólares que se iban al FMI se destinarán a saldar en parte la enorme y crítica situación social, con enormes partidas para planes sociales de emergencia. ¿Qué hizo Néstor Kirchner posteriormente, cuando asumió? ¿Llamó a desconocer la deuda y a repudiarla con el empuje de masivas movilizaciones? No. El peronismo kirchnerista reanudó los pagos. No salvó al país, sino que salvó a los usureros. Le pagó de contado al FMI, diciendo que nos íbamos a liberar, pero nunca rompió con ese organismo y lejos de desendeudarnos nos dejó una deuda de 200.000 millones de dólares luego de pagar durante los 12 años un monto similar. No hubo ningún acto liberador.
Lejos de salvar al país, el peronismo en el gobierno siguió salvando las ganancias de los grandes capitales, las multinacionales, mineras, petroleras y bancos. Y nunca rompió los lazos que nos atan como país dependiente y semicolonial. Ocurrió desde la década del ‘70 con el propio Perón, se acentuó en los ‘90 y continúa hasta el presente. Esto empieza a ser visto, por eso perdió varios millones de votos en las pasadas elecciones, parte de los cuales fueron a la izquierda revolucionaria, encabezada por el Frente de Izquierda Unidad.
Cristina Fernández, siendo oradora central en el encuentro que tuvo ante jóvenes de La Cámpora tras la derrota electoral de las PASO, les dijo: “El peronismo, le pese a quien le pese, sigue hoy más vigente que nunca”. La pregunta sería, vigente para qué. No para solucionar lo que dejan los gobiernos de centroderecha, sino para continuar, bajo otro discurso, su rol de salvar al régimen y a las ganancias de los de arriba, como lo prueba el actual endeudamiento con el FMI. A sacar conclusiones.
