Escribe Mónica Schlottahuer, delegada Ferroviaria del Sarmiento. Diputada nacional electa Izquierda Socialista / FIT Unidad

Dos compañeras, trabajadoras de monitoreo del Ferrocarril Sarmiento, fueron despedidas. Los telegramas dicen por artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo, que significa sin causa y reestructuración. Evidentemente, dos despidos no son una reestructuración, son persecusión y discriminación.

Otra vez como con la gerencia del gobierno macrista, se despide a una trabajadora en situación de violencia, pisoteando la Ley 26.485 de protección a las mujeres.

Alarman los despidos por reestructuración, porque con ese mismo argumento miles quedaron en la calle con la privatización y otros miles de Ferrobaires en los años de Macri.

La Jefatura peronista y las y los dirigentes burócratas de la Verde lanzaron una catarata de calumnias para justificar los despidos y ensuciar a las afectadas. Pretenden desprestigiarlas acusando de “acosadora” a una de ellas y de “faltadora” a la otra compañera, cosas que no mencionan los telegramas. Y decimos que las ensucian, porque no existe ni denuncia ni sumario. Tampoco se aplicó ningún protocolo contra la supuesta acosadora, ni existen faltas injustificadas de parte de la otra trabajadora. La compañera siempre presentó certificados y hasta la hicieron trabajar con un brazo inmovilizado, lo que tuvo que hacer para no perder su puesto
 
La Verde les apuntó y la empresa les disparó

Sin dudas, las echaron por reclamar sus derechos, en un sector donde las quieren hacer trabajar como presas, sin chistar. Eso es inaceptable. Reclamaban junto a otras trabajadoras y la Comisión de Reclamos que se respeten las seis horas de trabajo, que es lo que establece el Convenio 1576/18, que regía hasta diciembre del 2022. Reclamaban además que se saquen las cámaras de comedores y lugares de descanso, porque además de ilegal, esas cámaras registraban fotos de sus cuerpos que luego se viralizan y se utilizan para hacer bulling.

Solicitaban los uniformes y las vacaciones que les descontaron sin haberlas depositadas como nos pasó a muchos. Exigían el derecho a la libertad sindical que establece el artículo 1º de la Ley de Asociaciones Profesionales contra la “dictadura laboral y sindical” que pretende imponer la gerencia peronista en connivencia con la burocracia sindical.

Los despidos de las compañeras se dan a los pocos días que el secretario general de la Unión Ferroviaria Sassia firmó un nuevo convenio, borrando las seis horas para hacer trabajar ocho por la misma plata. Las despiden para intentar meternos miedo y hacernos callar. No lo lograrán y como en tantos otros momentos estaremos en pie de lucha contra estos atropellos.

Vaciamiento y reestructuración con olor a corrupción

La gerencia de Trenes Argentinos viola nuestros derechos y los de los usuarios. Desprecia a los ferroviarios manipulando los puestos de trabajo y los turnos. Viola el convenio, las normas de seguridad y no se interesa por nuestra salud. Esta gerencia, como las anteriores, aprovecha su estadía para hacer los negocios que le interesan. Gastan en cámaras, obras sobrefacturadas con contratistas amigos, pero faltan repuestos y hasta productos de higiene. Reciben subsidios millonarios mientras la infraestructura se cae a pedazos y crecen las cancelaciones de trenes.

Los despidos sin causa cuando empiezan los primeros atrasos en pagos de salarios y vacaciones, en medio de ajustes y recortes ordenados por el presupuesto de Massa y el gobierno del Frente de Todos, nos colocan en alerta. En todos los sectores tenemos que unificar y reclamar: no aceptamos ningún despido sin causa. Reincorporación ya de las compañeras, basta de ajuste y vaciamiento. Este jueves convocamos a un ruidazo en el hall de Once a las 14 horas para exigir la inmediata reintegración de las compañeras, como parte de un plan de acción.