Macri acaba de recortar 453 millones del presupuesto para el hospital Garrahan, mientras aprobó, junto al kichnerismo, 400 millones para la educación privada. Este caradura, -mientras habla de “futuro”, se saca fotos con niños y jubilados, hace fabulosos negocios como los de Niembro y usa las cajas del estado con plata de los impuestos que paga el pueblo para negociados con sus empresarios amigos-, no se le ocurrió mejor idea que recortar partidas del hospital de niños que es un ejemplo, fruto del esfuerzo de sus profesionales y trabajadores de la salud.
Un hospital que atiende anualmente 533 mil consultas según denunciaron sus facultativos. El actual recorte se suma a otros que Macri viene haciendo en todos estos años.
Este hecho fue “aprovechado” por el gobierno nacional para mostrar que se “ocupa” de la salud pública. Pero en ese mismo momento explotó un autoclave (esterilizador de elementos quirúrgicos) en el Hospital de Clínicas, que depende de Cristina. El que venía funcionando mal y no tenía mantenimiento, según los empleados, que no fueron escuchados.
“A esta explosión se llega por la falta de presupuesto y el abandono total del hospital”, denunció el enfermero Gabriel Beati. Y agregó: “somos ninguneados por las autoridades de la UBA y del gobierno nacional, que prometió que va a enviar fondos mientras nosotros vemos que faltan sábanas, toallas y antisépticos, y que el edificio no está habitable”. (Clarín, 26/9). Lo mismo pasa en el Posadas, donde el gobierno nacional mantiene a miles de trabajadores precarizados.
Scioli y Macri están destruyendo el hospital público en beneficio de las prepagas y la medicina privada. En cambio, el Frente de Izquierda, viene batallando en las calles y con sus bancas, por mayor presupuesto para el hospital público en base a la suspensión inmediata de los pagos de la deuda. Aumento de salario para sus profesionales y trabajadores. El pase a planta de todo su personal. Y por todos los reclamos que hacen sus profesionales y trabajadores.
A.S.