Escribe Mercedes de Mendieta, Legisladora electa de Izquierda Socialista/FIT y candidata a legisladora porteña
La candidata presidencial del Nuevo MAS, Manuela Castañeira declaró: “Del Caño nunca respondió el llamado a unirse porque es machista” en varios medios de comunicación (FM La Patriada 12/07, El Destape 13/07, Sección Ciudad 15/07, La Voz del Interior 16/07, Radio Continental 18/07). Estas bochornosas declaraciones de Manuela Castañeira contienen dos mentiras al servicio de seguir intentando dividir a la izquierda.
La primera mentira es que desde el FIT no los convocamos al diálogo para buscar constituir listas comunes. Repasemos la carta firmada por PTS, PO e Izquierda Socialista: “El día jueves 30 de mayo nos comunicamos con los compañeros y las compañeras del Nuevo MAS para proponerles una reunión con la mesa nacional del FIT para evaluar la posibilidad de conformar listas comunes hacia las próximas elecciones nacionales. Hasta el momento no hemos tenido una respuesta afirmativa a nuestro pedido”. Lamentablemente el Nuevo MAS se viene negando desde que se constituyó el FIT en 2011 a sumarse a la unidad de la izquierda y en 2019 ni siquiera aceptó una reunión. Por si a algún luchador o luchadora le quedaban dudas de nuestra voluntad unitaria, solo dos semanas después los tres partidos del FIT logramos sumar al MST y constituir el FIT-Unidad que se presenta en 23 provincias junto a Poder Popular, PSTU, Convergencia Socialista y otros sectores de izquierda.
La otra mentira es que Del Caño y el FIT son machistas, cuando somos miles las mujeres que integramos la listas del FIT-Unidad y nuestra coalición no solo tiene en su programa el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y todas las reivindicaciones feministas, sino que el FIT es reconocido por ser el único frente con representación parlamentaria que votó unánimemente por el aborto y todos sus diputados son firmantes del proyecto en el Congreso, frente a la división que recorrió a todos los partidos patronales.
Lamentablemente Manuela Castañeira recorre los medios de comunicación, no para hablar centralmente contra Macri-Pichetto y Alberto-Cristina, sino para criticar a Del Caño y al FIT-Unidad. Llamamos a las luchadoras y a los luchadores que están realmente por la unidad de la izquierda a rechazar el divisionismo sectario del Nuevo MAS y a votar al FIT-Unidad.
Se acercan las PASO y muchos trabajadores y jóvenes tal vez no recuerdan todo lo que pasó en los doce años de gobierno anterior. Comparan el actual desastre de Macri y dicen “no podemos estar peor”. Compartimos el repudio a Macri, pero alertamos que votar a Alberto Fernández y a Cristina no será ninguna solución para el pueblo trabajador. Para aquellos que dicen “los trabajadores estábamos bien con Cristina”, es bueno recordar algunas cosas.
Escribe Juan Carlos Giordano, Candidato a Diputado Nacional por Provincia de Buenos Aires
“Con cualquiera que gane vamos a estar mejor”, “por lo menos antes teníamos algo para comer”, “robaban pero algo hacían”, son algunos de los argumentos que esgrimen miles ante el brutal ajuste de Macri y el FMI. Tienen la ilusión de que con Alberto y Cristina algo va a mejorar.
Desde hace tiempo venimos señalando que si se reconoce el pacto con el FMI y van a pagar la deuda, como dice la fórmula kirchnerista, no habrá margen para “estar bien”. Aunque cruda, esta es la pura verdad.
No hay país en el mundo que de la mano del FMI y pagando una deuda que el pueblo no eligió, los trabajadores hayan mejorado su nivel de vida. A este argumento, le agregamos que no es salida volver a votar por quienes nos gobernaron durante doce años para los de arriba, donde el pueblo trabajador no la pasó bien.
Un gobierno de doble discurso
Néstor y Cristina Kirchner intentaron hacer creer que con ellos Argentina tenía el mejor gobierno de los últimos 200 años. Dijeron que en Argentina se redistribuía la riqueza, se combatía a las corporaciones y nos estábamos liberando del imperialismo y los organismos financieros de crédito. Pero ese mismo gobierno terminó repudiado por un sector de las masas. Millones de trabajadores y sectores populares le dieron la espalda y votaron a Macri, hubo huelgas generales, paros docentes y el #NiUnaMenos del movimiento de mujeres. ¿A qué se debió?
El kirchnerismo, lejos de lo que predicaba, aplicó un “modelo” económico al servicio de las multinacionales, bancos y usureros internacionales. En el medio dio algunas concesiones (asignación por hijo, jubilación para las amas de casa), aconsejadas por el Banco Mundial para evitar estallidos sociales y ganar apoyo para un gobierno que solo había ganado con el 20% de los votos.
Cristina, a pesar de que hubo crecimiento económico, dejó un país con un 33% de trabajadores tercerizados y casi un 40% en negro, dándose la escandalosa situación que el Estado fuera uno de los principales precarizadores. Y la pobreza llegó al 30% después de doce años de gobierno (Aníbal Fernández decía que teníamos menos pobres que Alemania). Un millón de trabajadores siguieron pagando el impuesto a las ganancias y solo con el fruto de grandes luchas, en algunos gremios, los salarios alcanzaron a la inflación.
¿Dónde fue la plata que generaron millones de trabajadores? A subsidiar millonariamente a las privatizadas y empresarios mafiosos. El caso extremo fue la patronal Cirigliano-TBA, que por no invertir un peso en el ferrocarril llevó a la masacre de Once.
También la plata fue para pagar la deuda externa (200.000 millones de dólares), bajo la excusa de que nos estábamos desendeudando. El Fondo de Garantía de Sustentabilidad de los jubilados se utilizó para pagar vencimientos de deuda, por eso Cristina vetó el 82% móvil con la excusa de que “no había fondos suficientes”.
Ganadores y perdedores
Los grandes ganadores bajo el gobierno anterior fueron los empresarios amigos del gobierno (Lázaro Báez y compañía), los bancos y las multinacionales (Barrick Gold, Odebrecht, Repsol, Benetton y Chevron, con un pacto secreto incluido).
Por eso hubo huelgas generales durante el kirchnerismo y grandes paros docentes (entre otros).
Hoy saltó que con Vidal hay escuelas sin gas. ¿Y con Scioli? Los maestros no cobraban los sueldos, había 163 villas y 463 asentamientos precarios en la provincia de Buenos Aires, y 700.000 adolescentes no estudiaban ni trabajaban. Por eso no es cierto que bajo los gobiernos kirchneristas “no hubo ajuste”.
Además, la corrupción capitalista fue una constante en el gobierno kirchnerista. Esto mismo pasó con Lula en Brasil, el chavismo en Venezuela y otros gobiernos del doble discurso. El caso de corrupción explícita de José López no fue ninguna “manzana podrida”. Era el número dos de De Vido (ambos presos), quienes adjudicaban obras millonarias a cambio de coimas en beneficio de “empresarios nacionales” como Lázaro Báez, constructoras como Oderbretch -cuyos directivos están presos-, Cristóbal López, etcétera.
Con el peronismo seguirá el FMI
Con Alberto Fernández van a volver al gobierno los Aníbal Fernández, Sergio Massa, Scioli, los Guillermo Moreno, DElía, con el apoyo de burócratas como Daer de la CGT, o los Moyano. ¿Cuál es la utilidad de darles el voto? Lo mismo les decimos al movimiento de mujeres, ¿qué utilidad tiene votar a los Fernández si están negando el aborto legal?
Desde hace décadas el PJ no es ninguna herramienta de transformación para los desposeídos. El peronismo no es ningún “salvador”. En los ‘90 Menem privatizó todo y la deuda creció el doble. Y durante los doce años kirchneristas, después de la crisis de 2001, lo único que hizo fue recomponer las ganancias capitalistas y terminó entregándole el poder a Macri.
Con la lógica de Cristina (“nosotros practicamos el verdadero capitalismo, el que consume”) y la premisa de que “si a los empresarios les va bien también les va a ir bien a los trabajadores”, no tocó ninguno de los males estructurales. Mantuvo las privatizadas, pagó puntualmente la deuda, dejó intacta la ley de inversiones extranjeras de la dictadura, la tierra siguió en manos de Benetton (con casi un millón de hectáreas y los pooles de siembra), de las diez primeras empresas de mejor rentabilidad, cinco fueron bancos, las multinacionales petroleras y gasíferas se siguieron llevando los recursos naturales. Es decir, Argentina sigue siendo una semi colonia dominada por el imperialismo y las multinacionales.
Esta es la razón profunda de por qué en los doce años de gobierno kirchnerista ganaron los de arriba. Y por que, si gana Alberto Fernández, no habrá “heladera llena”, como se cree. Su prioridad es pagar la deuda que deja Macri. De esa manera, no habrá salario, trabajo, salud ni educación. Por todo esto decimos que el voto útil es al Frente de Izquierda-Unidad.
En el año 2006 la participación de filiales de transnacionales en el total de la producción minera era del 100%, estando Argentina en una situación similar a países como Gabón, Ghana, Guinea, Malí y algún país asiático periférico. En Brasil, la participación extranjera en la gran minería es poco más del 10%.
Recordemos también que Cristina vetó la ley de glaciares a pedido de la Barrick y que el pacto que celebró Menem y Monsanto, se mantuvo en los años K.
“Los de facilidades extendidas vienen acompañados de una cantidad de requisitos sobre reformas estructurales. Vos hablabas de la reforma previsional en Brasil, el Fondo también la pedirá para Argentina. Y seguramente haya una reforma laboral. Todos sabemos que hay leyes obsoletas. El mundo no funciona más así” (Guillermo Nielsen, quien está en la lista de posibles ministros de Economía de Fernández, en una entrevista en Perfil, 14/07).
Sobre Vaca Muerta, Nielsen agregó: “Cristina, con el acuerdo con Chevron, abrió la puerta política a lo que está sucediendo en Vaca Muerta. Hoy, el pozo más productivo de YPF viene de estos acuerdos con Chevron” (Idem). Recordemos que el pacto secreto YPF-Chevron contiene cláusulas secretas de saqueo, y la ley fue votada por el kirchnerismo y el MPN en Neuquén, con una fuerte represión.
La mejor distribución de la riqueza en la Argentina se alcanzó durante el primer gobierno peronista. Fue del 56% en 1950, el 46% en 1973 y del 31% en el 2003. En 2011 la participación de los trabajadores en el reparto de la torta fue del 37,6% (contradiciendo el casi 50% proclamado por Cristina), un nivel similar al del año 1998 (36,7%) y muy por detrás del 48,5% de 1974 o del 42,8% de 1993.
El Socialista entrevistó a Jorge Adaro nuestro candidato a primer Senador Nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Es Secretario General del gremio docente de Ademys, referente nacional del sindicalismo combativo y dirigente de Izquierda Socialista. Jorge es maestro de grado y sigue trabajando todas las mañanas en una escuela del barrio humilde de Villa Soldati, mientras realiza sus tareas gremiales y políticas a contraturno. Tiene 55 años, 4 hijos y es fanático de River.
-Contanos en qué escuela trabajas
Soy docente desde 1986, trabaje primero en Moreno y en La Matanza, en Provincia de Buenos Aires donde me marcó la experiencia del “maestrazo” de 1988. Desde hace más de veinte años trabajo en la Escuela Nº 19 de Villa Soldati, la “José Martí” donde asisten los chicos del Barrio Ramón Carrillo (vecinos del ex albergue Warnes), de la Villa 3 de Fátima, de Los Piletones y otros asentamientos como “La Palomita”.
Actualmente soy maestro en séptimo grado y tengo a mi cargo dos cursos de 25 estudiantes cada uno. Los reclamos concretos que realizamos desde la escuela han sido por las cuestiones más básicas, como la calefacción, la luz, el agua o un comedor, ya que los pibes comían en una carpa. Cada reclamo lo tuvimos que hacer en la calle y eso fue fortaleciendo nuestro vínculo con la comunidad de estos barrios “olvidados” por los gobiernos. Incluso ahora estamos peleando contra las ratas que abundan en otras escuelas. La alimentación escolar en la zona sur de la Ciudad es de peor calidad que en la zona norte. Cada reclamo por las condiciones más elementales para poder enseñar y estudiar los realizamos como parte de nuestra defensa intransigente de la escuela pública.
-¿Cómo se fue desarrollando tu lucha en defensa de la escuela pública desde Ademys?
El sindicato se ha consolidado como una referencia de lucha contra el ajuste y las reformas educativas iniciadas bajo el gobierno kirchnerista y continuadas por el gobierno macrista. El año pasado nos hemos destacado en la lucha contra la Unicaba que pretendía cerrar los 29 profesorados y contra el cierre de las escuelas nocturnas que intentó imponer Horacio Rodríguez Larreta. Cotidianamente organizamos a las escuelas en los reclamos por infraestructura, alimentación y los servicios básicos. Y en las paritarias peleamos por un salario igual a la canasta familiar. Ademys reclama mayor presupuesto educativo y también se ha convertido en una referencia nacional, ya que siempre hemos apoyado las luchas en todo el país. Yo personalmente he viajado como secretario general a apoyar las huelgas docentes en Tierra del Fuego, Misiones, Santa Cruz, Mendoza, Neuquén, Santiago del Estero y otras provincias en lucha ante el aislamiento al que los llevaba la burocracia kirchnerista que controla la Ctera.
-¿Cuáles son tus principales propuestas como candidato?
Obviamente nuestras principales propuestas tienen que ver con la defensa de la educación pública, nacional, única, estatal, gratuita y laica. Ligamos íntimamente esta lucha a la necesidad de desconocer el acuerdo con el FMI y dejar de pagar la deuda externa. Por eso nuestro sindicato resolvió en asamblea impulsar la consigna: “Plata para educación, no para la deuda”. Y proponemos la renacionalización del sistema educativo y la quita de los subsidios a la educación privada y religiosa. La separación real y efectiva de las iglesias y el estado. La implementación de la Ley de Educación Sexual en todas las escuelas. Y por un plan de construcción de escuelas públicas y jardines de infantes para cubrir la falta de vacantes.
Escribe Liliana Olivero, Candidata a Diputada Nacional
El jueves 11 de julio nuestro candidato presidencial Nicolás del Caño visitó su ciudad natal y juntos realizamos una recorrida por los medios de comunicación de Córdoba Capital. Denunciamos que el Gobierno de Macri no va más, pero que tanto su fórmula oficialista junto a Pichetto como así también la del peronismo kirchnerista, van a seguir atados a las recetas del FMI y por lo tanto serán los garantes de la aplicación de las reformas laborales, jubilatorias e impositivas contra el pueblo trabajador.
El PJ provincial cumplió el 12 de julio veinte años en el poder y con el gobernador Schiaretti a la cabeza liberó el voto a presidente en una escandalosa campaña electoral cuya principal consigna es “El presidente que quieras, los diputados de Schiaretti” o directamente “Cortá boleta” permitiendo así que los intendentes y dirigentes del PJ puedan llamar a votar a Macri o a Fernández o Lavagna. Es más, la semana pasada, Schiaretti, recibió en la casa de gobierno a Alberto Fernández, y en breve recibirá a Lavagna y su ex socio de la estallada Alternativa Federal Urtubey, y espera hacerlo también con Macri. El cambalache con ritmo de cuarteto se muestra en que las distintas fracciones del PJ pondrán huevos en todas las canastas. Hasta el vice de Macri, Pichetto, recibirá el apoyo de un sector del peronismo cordobés de la mano de Roggero y Mondino, ambos ex diputados nacionales.
Ante esta situación la visita de Nicolás Del Caño estuvo al servicio de la construcción de una alternativa que sostenga la independencia política de los trabajadores. Llamamos a no votar con la nariz tapada y rechazamos que el kirchnerismo sea una alternativa.
Recordamos que en las pasadas elecciones a gobernador levantó sus candidaturas para que gane Schiaretti y ahora presenta una lista en la que participan dinosaurios de la burocracia sindical como Pablo Chacón, titular del gremio de Comercio en la provincia.
Junto con nuestro candidato presidencial participamos de la movilización convocada por los trabajadores de Molinos Minetti, que en asambleas resolvieron salir a la huelga con toma de fábrica para exigir el inmediato pago de salarios atrasados, aguinaldo, obra social y ART. Nuestra presencia en la movilización es parte de nuestro acompañamiento de las luchas obreras y populares, no solo en los parlamentos, sino también, y fundamentalmente, en las calles. La construcción del Frente de Izquierda-Unidad es una apuesta para afrontar con fuerza las luchas en curso y las que se aproximan.
Escribe Anisa Favoretti, Candidata a diputada nacional
El gobernador Gerardo Zamora, que gobierna Santiago del Estero de la mano del Frente Cívico integrado por todas las variantes del PJ y radicales kirchneristas, ha sido mostrado últimamente en los medios nacionales como ejemplo de administración y gobernabilidad pero lo cierto es que encabeza el poder político de una de las provincias más pobres del país, con el 45% del trabajo precarizado, salarios de miseria, altas cifras de violencia hacia las mujeres para garantizar las ganancias de los grandes empresarios, banqueros y sojeros.
En la educación Zamora aplica un brutal ajuste bajo la intervención provincial del sistema educativo que empieza a mostrar resultados escandalosos como el tope de 15 horas cátedras por docente, cientos de horas sin cubrir o las designaciones irregulares liquidando la carrera docente y violando las leyes laborales y educativas.
Según el Indec casi el 45% de los santiagueños no llega a cubrir la canasta básica y nuestra provincia a menudo es noticia nacional por la grave situación que atraviesan los sectores populares, a pesar de que provincialmente el gobierno monta un gran cerco mediático para tapar los números de la miseria.
Durante casi dos décadas el zamorismo fue bastión del kirchnerismo en las elecciones a fuerza de enormes aparatos clientelares y amenazas a los trabajadores o de posarse como el mal menor ante el macrismo, cuando en realidad los hechos muestran que gobiernan con la misma receta.
En estas elecciones nos postulamos como alternativa política no solo para enfrentar al gobierno nacional de Macri sino también al gobernador Zamora y todas las variantes patronales responsables de la miseria y desesperación de miles de santiagueños.