Escribe Atilio Salusso
El PTS lanzó la propuesta de “construir un partido unificado de la izquierda, los trabajadores y socialista”. Lo hizo a través de Nicolás Del Caño como orador en el cierre del acto que llevó a cabo su partido el pasado sábado 6 de octubre en el miniestadio de Argentinos Juniors. Aquí damos la opinión desde Izquierda Socialista.
Del Caño dijo: “Convocamos a los miles que enfrentan en serio el ajuste; a los que vienen apoyando al FIT en todo el país; a los sectores de izquierda del movimiento de mujeres y de la juventud; a los estudiantes; a los partidos con los que conformamos el Frente de Izquierda y a todo el resto de fuerzas políticas que se reivindican obreras y socialistas, a que demos pasos en común para la construcción de un gran partido unificado” (Izquierda Diario, 6/10). Desde ya que es importante testear la posibilidad de dar pasos en un partido unificado. Izquierda Socialista y nuestra organización internacional, la UIT-CI, como es nuestra tradición, estamos abiertos a empalmar con otros revolucionarios, acordando no solo un programa de izquierda revolucionario sino en prácticas cotidianas comunes, tanto para enfrentar a los gobiernos de turno como a la burocracia sindical. Además, a cualquier luchador o simpatizante de izquierda le cae muy bien todo anuncio unitario para enfrentar a los enemigos de la clase obrera, de las mujeres y de la juventud. Sin embargo, nos llama la atención que la propuesta del PTS haya sido lanzada en un acto de su partido, sin que fuera informada ni planteada previamente en la mesa nacional del Frente de Izquierda, que se reunió días antes. Por otro lado, vemos una contradicción entre la propuesta “unitaria” del PTS y su comportamiento en la realidad, ya que el partido de Del Caño viene actuando de manera divisionista ante desafíos concretos que se nos presentan a los partidos del FIT, lo cual, por supuesto, no ayuda.
Para construir un “partido unificado” no hay que dividir
Del Caño dijo que la unidad a la cual llama va más allá de las “prácticas” de cada organización. Pero se supone que las prácticas para avanzar en un partido común deben ser unitarias, no divisionistas o sectarias. Por ejemplo, el PTS se autoexcluyó del único plenario nacional unitario del sindicalismo combativo reunido a mediados de junio en el estadio cubierto de Lanús. A dicho plenario concurrieron cuarenta organizaciones sindicales, entre ellas varios sindicatos antiburocráticos, y estuvo al servicio de unir al sindicalismo combativo, empujar el paro de la CGT y fortalecer un polo alternativo a la burocracia sindical. El plenario fue impulsado por dos de los partidos que componemos el FIT (Izquierda Socialista y PO), junto a organizaciones como el MST y el nuevo MAS, entre otras. ¿Quién le dio la espalda? Los compañeros del PTS. Cualquier activista puede ver esto con sus propios ojos. Recientemente, ante las elecciones provinciales en ATEN para el 13 de noviembre (el gremio docente de Neuquén), en vez de impulsar la lista Multicolor unitaria conformada por toda la izquierda (lo que ha permitido ganar ATEN Capital y mostrar cómo se triunfa con un plan de lucha consecuente y democracia sindical), el PTS se fue de la directiva combativa y ha presentado una lista propia y divisionista, que le hace el juego a la burocracia provincial ligada al kirchnerismo. Estas prácticas no ayudan a una unidad superior como la que proponen.
Hay que fortalecer al Frente de Izquierda
En otras oportunidades el PTS ha hecho propuestas de este tipo que solo fueron expresiones del momento, sin llegar a un planteo serio para concretarlo. Recordemos cuando en 2011 proponían “un partido de trabajadores” que rápidamente abandonaron. Desde Izquierda Socialista siempre respondimos que lo estratégico era, no un PT amplio, sino construir un partido revolucionario con centralismo democrático. Pero que era prematuro proponer un partido único revolucionario de todos los miembros del FIT sin siquiera poder superar criterios sectarios al interior del FIT del propio PTS. Pasan los años y seguimos verificando esas prácticas equivocadas. Un partido unificado de la izquierda obrera y socialista requiere no solo de un programa común, lo cual es muy importante, sino también de una práctica común. Es decir, de una política unitaria y leal para todos los días, en las luchas, en los sindicatos, en el movimiento estudiantil y el movimiento de mujeres. A eso apostamos desde Izquierda Socialista, como condición para ganarnos la confianza mutua y avanzar de conjunto entre las fuerzas del FIT y otras organizaciones que se quieran sumar. Un partido común requiere de ello para luego actuar “como un solo puño”. Por eso consideramos que abrir el debate sobre “un partido unificado” de la izquierda va a llevar tiempo y distintos debates. A esto hay que sumarle el desafío de seguir procesando las diferencias políticas entre nuestros partidos, como las que hemos venido teniendo en el plano nacional e internacional, las cuales hay que seguir abordando sin que impliquen un obstáculo para postular al FIT. Lamentablemente, por ejemplo, las diferencias sobre el llamado a una asamblea constituyente como alternativa de poder contra Macri, llevaron a que el PO y el PTS rechazaran hacer un acto común del FIT. Lo que sí tenemos claro es que, hoy por hoy, lo central pasa por seguir fortaleciendo al FIT con políticas unitarias, postulando sus propuestas de fondo contra Macri y el FMI y los falsos opositores Massa, Pichetto o Cristina. Llamando ahora al paro de 48 horas y a un plan de lucha nacional, impulsando una marcha unitaria al Congreso cuando se trate el presupuesto del FMI y el no pago de la deuda entre otras medidas anticapitalistas y socialistas, con iniciativas y declaraciones comunes, llamando a luchar por un gobierno de los trabajadores. Para todo ello hace falta terminar con las políticas divisionistas y sectarias en pos de fortalecer a la única alternativa a de los trabajadores y la unidad de la izquierda que supimos conquistar con el FIT.
El Frente de Izquierda debe seguir postulándose entre los trabajadores y el pueblo con una salida obrera y socialista ante la crisis y el brutal ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI.
Ahora, la tarea central pasa por impulsar el paro general con movilización del 24 y 25 a Plaza de Mayo, llamando a los trabajadores y al pueblo a derrotar el ajuste de Macri, junto al sindicalismo combativo, exigiendo la continuidad del plan de lucha nacional.
Horas antes del paro general en el que intervinieron con fuerza el sindicalismo combativo y la izquierda, la legisladora Myriam Bregman y el diputado Nicolás Del Caño, dirigentes de PTS/FIT, junto con María del Carmen Verdú de la Correpi, recibieron amenazas de muerte anónimas por distintos medios, en el marco de la mayor represión y criminalización de la protesta social llevada adelante por Macri y los gobernadores, desde la brutal represión de las jornadas de diciembre contra la reforma previsional. Las amenazas se producen tras la detención del dirigente del PSTU Daniel Ruiz por participar de dichas manifestaciones, y el secuestro y torturas a la maestra Corina de Bonis en Moreno, sin que se haya avanzado en la investigación.
Escribe Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista
La profundización de la crisis política del gobierno de Macri, al calor de la crisis económica, vuelve a poner sobre el tapete viejos interrogantes en el pueblo trabajador. ¿Cuál es la salida ante esta debacle? ¿Cuál es la alternativa al ajuste y al gobierno patronal de Macri? ¿Qué propone la izquierda y el FIT? En el FIT tenemos una gran coincidencia en temas de fondo como, entre otros, el programa de lucha para derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores o el no pago de la deuda externa. Pero han surgido diferencias en algunas consignas políticas. En especial con el PO sobre el significado y ubicación de la consigna de Asamblea Constituyente.
El debate por esta consigna ha ido surgiendo en la mesa nacional del FIT en el intercambio para lanzar una campaña de agitación nacional para responder en forma unitaria a la crisis política y social actual con acciones comunes en la calle, que culminará con un gran acto del Frente en noviembre en un estadio. Lamentablemente, por diferencias en las consignas no hemos podido por ahora avanzar, ya que primero el PTS y luego el PO, pusieron la consigna Asamblea Constituyente como centro de la convocatoria, con la cual no coincidimos desde Izquierda Socialista.
Propusimos realizar una campaña de agitación nacional del Frente de Izquierda con estas tres consignas centrales: “Abajo el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores”, “No al pago de la deuda externa” y “Paro nacional de 36 horas el 24 y 25 de septiembre y plan de Lucha nacional”. En la carta de Izquierda Socialista (29/8/2018, El Socialista Nº 401) decíamos: “Sinceramente no vemos que una propuesta central del FIT sea plantear una salida electoral como lo es proponer una elección de diputados para una Asamblea Constituyente justo cuando lo que predomina son los conflictos sociales”. No rechazábamos que la consigna Asamblea Constituyente fuera parte del sistema de consignas, pero no coincidimos con que fuese la central. Para Izquierda Socialista debemos mantener una perspectiva de clase, y por eso el eje es impulsar las luchas obreras y populares en el camino estratégico de la lucha por un gobierno de los trabajadores.
El “poder” de una asamblea constituyente, ¿es obrero o burgués?
Pero la mayor diferencia la tenemos con los compañeros del PO ya que ellos han reafirmado su equivocada consigna central de “Fuera Macri. Asamblea Constituyente con poder”. Así, el debate ya no pasa por la ubicación de esta consigna democrática (que es parte del programa de Izquierda Socialista) entre las que venimos levantando. Ya no es simplemente proponer que Asamblea Constituyente sea central o no, sino que es otra consigna diferente. El PO la cambia para que sea una forma de “poder”, o sea de gobierno alternativo al gobierno patronal de Macri. Izquierda Socialista, como toda la izquierda y los trabajadores, lucha para derrotar al gobierno de Macri, el FMI y las multinacionales. Todos decimos “Macri no va más”. Pero la gran discusión entre los trabajadores y los sectores populares es cuál es la salida. Porque los peronistas kirchneristas también dicen que se vaya Macri, la campaña del “helicóptero”. Ellos también proponen reemplazarlo por otro gobierno, pero un gobierno patronal, para que vuelva Cristina y el peronismo en las elecciones de 2019 o ante un posible adelanto de ellas. Ante el “no va más Macri” el FIT tiene una respuesta en su programa: luchamos por otro gobierno, un gobierno de los trabajadores.
El PO sale con otra propuesta, por fuera de la independencia de clase: “Asamblea Constituyente con poder”. ¿Qué significa esta consigna? Es una consigna de nuevo gobierno. Ellos mismo lo aclaran: “Nosotros luchamos por una Constituyente que sustituya al actual poder político” (Carta de PO (7/9/2018). Los militantes del PO encima la llevan a debatir a las asambleas sindicales. Algunos activistas pueden quedar confundidos ante la cuestión “con poder”. ¿Pero de que se trata? ¿Sería un poder obrero y popular? No. Lo opuesto. Porque la convocatoria a una Asamblea Constituyente es un llamado a elecciones de diputados constituyentes en todo el país. ¿Qué pasaría con ese llamado electoral de emergencia hoy, en 2018? Sería formar una Constituyente con mayoría de diputados de partidos patronales, del PRO, de la UCR, del peronismo en todas sus variantes y con algunos diputados del FIT. Sería un poder mayoritario patronal. Más de lo mismo. O sea, sería un poder de la burguesía, lo opuesto a un poder obrero y popular por el cual luchamos.
La dirección del PO justifica esta consigna de poder burgués diciendo que se “debe tender un puente entre la envergadura de la crisis de régimen, de un lado, y una conciencia política de las masas que aún no han asumido la lucha por un gobierno propio, del otro. Por eso asociamos ‘Fuera Macri …’ a la lucha por una constituyente libre, soberana y con poder” (Carta de PO (7/9/2018).
Ante la conciencia política atrasada de los trabajadores, el PO decide abandonar la lucha permanente del FIT y de los socialistas revolucionarios por ganar a la clase trabajadora para la conciencia de clase. En concreto, en medio de una agudización de la crisis del gobierno y el régimen burgués y de una huelga general, el PO propone no salir a propagandizar entre las masas y su vanguardia, que la única salida de poder, para imponer cambios de fondo, es la independencia de clase, lograr un gobierno de los trabajadores.
Ante el agravamiento de la crisis del país: luchamos por un gobierno de los trabajadores y el pueblo
Para Izquierda Socialista, el FIT debe encarar este período claro de agudización de la crisis política y social que lleva a que millones de trabajadores, mujeres y jóvenes cuestionen al gobierno patronal de Macri y el FMI, con una clara propuesta política de clase. Debemos decirle al pueblo trabajador que la salida de fondo pasa por lograr otro gobierno, que no será burgués. Un poder obrero y popular: un gobierno de los trabajadores. La cosa no pasa por adelantar los comicios ni por elecciones de Asamblea Constituyente. Para ese objetivo de fondo es que el FIT, en forma permanente, debe impulsar las luchas, el éxito de un paro de 36 horas, y se juega, junto con el sindicalismo combativo, por la continuidad con un plan de lucha para derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores, para imponer el no pago de la deuda y un plan económico alternativo obrero y popular, en la perspectiva de lograr otro gobierno.
En el FIT podemos seguir este debate político, como otros tantos que existen. Pero eso no debería poner obstáculos para avanzar en un acuerdo para lanzar una agitación política unitaria y un plan de acción contra el gobierno y el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores.
Hemos recibido dos cartas, una de PTS y otra de PO, de fecha 15 y 22 de agosto respectivamente, sobre cómo posicionar al Frente de Izquierda ante el agravamiento de la situación nacional, el crecimiento de las luchas y las oportunidades políticas que se nos presentan. Compartimos con los demás partidos del Frente de Izquierda la inquietud y hacemos extensivo nuestro compromiso para poner los máximos esfuerzos para que el FIT siga aprovechando los hechos de la realidad y postule una salida de fondo como la que levantamos desde la izquierda revolucionaria, en las luchas, en el movimiento de mujeres y en las amplias franjas obreras y populares que repudian al gobierno de Macri y no ven una alternativa en el peronismo ni en el kirchnerismo, sino que empiezan a mirar las respuestas que postula la izquierda como alternativa política de los trabajadores.
En ese sentido saludamos que el Frente de Izquierda haya hecho un acto común repudiando la visita de la representante del FMI, Christine Lagarde; otro acto repudiando la nueva visita del FMI el pasado viernes 17 de agosto frente al Banco Central; que el FIT haya sacado dos declaraciones popularizando las medidas de fondo que promovemos ante la actual situación e incluso que, este año, hayamos hecho un acto común el 1º de Mayo a pesar de diferencias que mantenemos ante el caso Lula, y hasta hayamos hecho un acto impulsado por el Frente de Izquierda en la embajada de Nicaragua repudiando las violaciones a los derechos humanos del asesino Daniel Ortega. Ese es el criterio que nos seguirá moviendo para seguir postulando al Frente de Izquierda en todos los terrenos, como el plenario nacional del sindicalismo combativo que se realizó en Lanús, que lamentablemente no fue impulsado también por los compañeros de PTS.
En este marco los compañeros del PTS y PO plantean un debate sobre cuáles deben ser los ejes políticos de una campaña común que debería culminar con un nuevo y gran acto del FIT para noviembre, iniciativa que ya se empezó a conversar en la mesa nacional del FIT.
Desde Izquierda Socialista, como ya lo fuimos planteando en esas reuniones, estamos totalmente de acuerdo en la necesidad de una campaña política unitaria del FIT que culmine en un gran acto en noviembre.
Lo que debemos seguir intercambiando es sobre cuáles son los ejes centrales de esa campaña política. Desde Izquierda Socialista proponemos tomar tres ejes con los cuales tenemos claras coincidencias con los compañeros de PO y PTS para impulsar la movilización obrera y popular contra el gobierno de Macri y el FMI.
1 - Estamos de acuerdo en impulsar una campaña central de agitación bajo la consigna “Abajo el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores”. Con la cual hay pleno acuerdo en los partidos del FIT que repudiamos el brutal ajuste de Macri y el FMI, y denunciamos el rol cómplice del peronismo, incluido el kirchnerismo, en la aplicación del mismo. Es la tarea central que tiene el movimiento obrero y de masas, derrotar el ajuste.
2 - Por eso el segundo gran eje que proponemos y consideramos que también tenemos acuerdo con PO y PTS, es salir con todo la fuerza a apoyar las luchas en curso y el paro activo del 24 y 25 de setiembre. La CGT convocó a paro nacional para el 25/9. Sabemos que esa medida sale por la presión social de las luchas. No podemos confiar en estos dirigentes traidores. Por eso, como hicimos frente al paro del 25 de junio hay que apoyar desde una postura propia de la izquierda y los sectores combativos del movimiento obrero. Por otro lado, las CTAs y Camioneros convocan a paro de 36 horas desde el día 24 con marcha a Plaza de Mayo. El paro del 25 de junio fue contundente a pesar de la burocracia sindical. Ese día, el sindicalismo combativo hizo cortes y un acto en el Obelisco donde reclamó la continuidad con un plan de lucha nacional. Nuestro planteo es opuesto a las maniobras de la burocracia sindical de hacer paros aislados y de compromiso. Por eso desde Izquierda Socialista proponemos salir desde el FIT a impulsar el paro activo de setiembre y seguir impulsando la necesidad de un Plan de Lucha Nacional para derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores.
3 - Desde Izquierda Socialista también coincidimos en que se ha abierto un gran interrogante sobre “cuál es la salida” para el país. Por eso consideramos que el tercer eje de agitación del FIT debe ser la lucha por el No pago de la Deuda Externa como la primera medida de un plan económico de emergencia obrero y popular. Precisamente “para que la crisis la paguen los capitalistas”, como plantea PO, hace falta dejar de pagar ya la deuda externa, destinando esos enormes fondos a solucionar los graves problemas sociales. La consigna del “no pago” es la primera de un plan económico obrero y popular, que combata a los grandes empresarios, multinacionales, usureros, banqueros y demás capitalistas. Por eso proponemos también la nacionalización de la banca y el comercio exterior; la reestatización y nacionalización de las privatizadas bajo control obrero y un plan de obras públicas estatal, controlado y gestionado por los trabajadores, para dar trabajo genuino. De esa manera estaríamos anteponiendo un plan económico alternativo al servicio del pueblo trabajador, algo distintivo del FIT, ya que, hasta el kirchnerismo ha dicho que en caso de ganar las elecciones no anularía el pacto con el FMI, y cuando habla de la deuda, no está por el no pago, sino que considera que la deuda externa es “legítima”, por eso se ufana de que el gobierno anterior le haya pagado de contado al FMI con el verso de que nos estábamos “desendeudando” y de haber pagado 200 mil millones de dólares a los usureros internacionales hasta vaciar las arcas del Banco Central.
Sintetizando: desde Izquierda Socialista apoyamos realizar una campaña de agitación nacional del Frente de Izquierda con estas tres consignas centrales: Abajo el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores, No al pago de la deuda externa y paro nacional de 36 horas del 24 y 25 de setiembre y por un Plan de Lucha nacional.
Lo que si no coincidimos es con la propuesta de los compañeros del PTS de tener como eje de agitación del FIT “por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, electa en todo el territorio nacional que debata los grandes problemas nacionales sin ningún tipo de restricción”. Y que ese sea eje convocante del acto de noviembre del FIT. No vemos que una propuesta central del FIT sea plantear una salida electoral como lo es proponer una elección de diputados para una Asamblea Constituyente justo cuando lo que predomina son los conflictos sociales, cuando venimos de la rebelión popular callejera de diciembre contra el robo jubilatorio que enfrentó la represión, el paro general del 25 junio, cuando, como lo reconoce PTS, la lucha por el aborto legal “comienza a cuestionar a las instituciones reaccionarias del régimen democrático burgués” y “a confiar en la fuerza de la movilización extraparlamentaria” y cuando estamos a las puertas de un paro de 36 horas. Para nosotros el eje es impulsar las movilizaciones y la huelga general en el camino estratégico de la lucha por un cambio de fondo que es un gobierno de los trabajadores.
Los compañeros de PO, por su parte, coinciden con levantar Asamblea Constituyente aunque no lo ponen con eje central. Dicen que sería “una consigna de poder”, generando una confusión, ya que desde Izquierda Socialista y así también está planteado en el programa del FIT, la única consigna de poder es la salida por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
Esto no significa ignorar la consigna de Asamblea Constituyente que es parte del programa de Izquierda Socialista. Pero no vemos que sea una consigna de agitación central en este período de grandes luchas obreras, estudiantiles, de la mujer y hacia una nueva huelga general.
Por otro lado, ante el planteo de PO en su carta de que “resulta fundamental luchar hoy por una consulta popular para darle continuidad a la movilización” del movimiento de mujeres, señalamos nuestro desacuerdo. No consideramos que se tenga que “resolver” vía un mecanismo del régimen como lo son las consultas populares tramposas organizadas por los partidos antiabortistas, más después de las tres acciones de masas de millones de mujeres (8M, 13J y 8A). Opinamos que hay que seguir por ese camino, teniendo en cuenta además que la Campaña Nacional por el Aborto legal rechaza la propuesta de la consulta planteando “nuestros derechos no se plebiscitan”.
Con el objetivo de avanzar en seguir postulando al FIT ante los próximos desafíos descontamos en que nos vamos a poner de acuerdo en lo sustancial, ese es el objetivo de este intercambio.
En relación a las actividades que tenemos por delante nos parece importante definir desde ahora que para los primeros días del mes de noviembre vamos a convocar a un gran acto nacional del frente en un estadio abierto, siguiendo el modelo del que ya hicimos conjuntamente en la cancha de Atlanta que fue exitoso. Hacer esta definición de que vamos a un acto importante de las tres fuerzas no significa que sea lo único que está planteado hacer para actuar unificadamente en la situación nacional. Por el contrario vemos como posible e importante que podamos unificar nuestra intervención en forma de campañas de agitación para llegar con mayor fuerza a millones de trabajadores, jóvenes, jubilados, etc. Nos parece que lo prioritario es la agitación común para impulsar el paro de 36 horas del 24 y 25 de setiembre exigiendo la continuidad con un plan de lucha para derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Por otro lado, hay dos temas en los que podemos lanzar conjuntamente fuertes campañas, que además ya fueron parte de acuerdos en declaraciones y actividades. En primer lugar proponemos salir fuertemente contra el plan de ajuste pactado con el FMI y por el no pago de la deuda externa, para que ese dinero sea destinado a salario, salud y educación. Y como ya comenzamos a impulsar desde cada una de nuestros partidos, proponemos desarrollar unificadamente la campaña por la separación de la Iglesia del Estado. De esta manera postulamos al FIT ante millones y vamos preparando un gran acto para noviembre.
Dirección Nacional de Izquierda Socialista
29/8/2018