Gran revuelo causó ver en los medios la imagen de Cristina en una misa sosteniendo una fotografía de Santiago Maldonado. Muchos de nuestros compañeros, amigos y familiares calificaron la actitud de la ex presidenta de diversos modos pero sin ocultar una sensación de bronca e indignación. Porque con el caso Maldonado se nos vienen a la cabeza Julio López, Miguel Bru, Luciano Arruga y tantos otros “desaparecidos”.
En las últimas semanas y, en especial, el viernes 1° de septiembre, nos hemos encontrado en la calle a miles de compañeros kirchneristas marchando por la aparición de Santiago Maldonado. Debemos seguir juntos para cerrarle el paso a la represión del gobierno macrista. Al mismo tiempo, es necesario abrir un debate sobre cuál fue la verdadera política de Cristina y los líderes kirchneristas respecto de la represión y los
derechos humanos.
Cada día que pasa se va ratificando la responsabilidad de la Gendarmería Nacional y el gobierno de Macri en la desaparición de Santiago Maldonado. Se van cayendo todas las hipótesis con las que el juez federal de Esquel, Guido Otranto, escandalosamente a cargo de la investigación a pesar de haber sido el mismo que ordenó la represión; la fiscal Silvina Alejandra Ávila, y la propia ministra de Seguridad Patricia Bullrich utilizaron desde el primer día para tratar de desviar la responsabilidad de Gendarmería.