Los días 8, 9 y 10 de abril se desarrollarán las elecciones en la Universidad Nacional de La Matanza. Se dan en el marco de un ajuste con despidos a docentes y trabajadores tercerizados de la facultad y aumento de aranceles de trámites y de materiales de estudio. Para hacer pasar este ajuste, las autoridades de la universidad (ligadas a Finocchiaro, actual ministro de Educación de la Nación y ex decano de Derecho de la Unlam) cuentan con la colaboración de la Liga Federal Universitaria (PJ), quienes conducen el centro de estudiantes desde su conformación hace 24 años, recurriendo a maniobras fraudulentas y antidemocráticas de todo tipo.
Junto al PTS hemos conformado el Frente de Izquierda Unlam. La UJS-Partido Obrero lamentablemente se negó a ser parte del frente, aunque fue proscripto por la Liga y no podrá presentarse en las elecciones de centro, hecho que repudiamos. Llamamos a los estudiantes de la universidad a acompañar al Frente de Izquierda Unlam para fortalecer una alternativa que lucha contra el ajuste en el país y por democratizar la universidad.
Escribe Alejandro Macedo
Jonathan Nicolás Centeno tenía 22 años. Fue detenido por la policía de Córdoba en Barrio Comercial y un día y medio después, el 5 de febrero, le notificaron a la familia su muerte, ocurrida en un traslado desde el penal de Bower a una pericia en Tribunales II, deslindando toda responsabilidad por parte de la fuerza policial. El personal médico del hospital Príncipe de Asturias –donde finalmente lo llevaron– afirma que Jonathan Centeno llegó muerto a la guardia.
A Jonathan lo asesinaron la policía y el servicio penitenciario de la provincia de Córdoba. Es una nueva víctima de las políticas de persecución y muerte. Acompañamos a los familiares, amigos y amigas de Jonathan en el pedido de justicia y la cárcel inmediata a los policías asesinos. Es necesario desmantelar el aparato represivo, imponer la elección de los comisarios en cada barrio y su revocabilidad inmediata cuando los propios vecinos lo decidan. Lo mismo con la Justicia, eligiendo democráticamente a los jueces y estableciendo el juicio por jurados en todos los delitos.
Escribe Papel Secundario CABA
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se aproxima al comienzo del ciclo lectivo dejando bien en claro su horizonte en términos de política educativa: por un lado, uno de los presupuestos porcentuales más bajos en décadas y el ataque a los institutos terciarios y, por otro, un protocolo para criminalizar las tomas de colegios por parte de los estudiantes secundarios.
La normativa impulsada por la ministra Acuña pretende que las familias de los estudiantes se hagan presentes en caso de toma, para retirar a los chicos y/o para hacerse responsables económicos por posibles “desmanes” en los colegios. En declaraciones, la ministra fue clara en que su objetivo es combatir el derecho a la protesta y ponderar las “acciones coercitivas”. El gobierno intenta con esto responder al golpe que recibió por parte del movimiento estudiantil secundario que con la toma de decenas de colegios logró instalar el debate sobre la “secundaria del futuro”, y la política del gobierno de avanzar hacia una pauperización general del sistema educativo. Así como también continuar con la legitimación de una política represiva que incluye el ingreso de policías armados a los establecimientos educativos.
Resulta delirante que el gobierno que subejecuta el presupuesto de infraestructura escolar dejando decenas de establecimientos en situaciones criticas, incrementando el faltante de vacantes, quiera instalar que lo que hay que discutir es quién se hace cargo de los “daños” en los edificios por parte de las tomas. Son justamente las tomas de colegios las que, en casos como el del Plumerillo (Escuela Técnica Nº33), consiguen las respuestas edilicias que el gobierno retacea año a año.
Lo que el sistema educativo de la ciudad necesita no es un protocolo contra la protesta estudiantil, sino un plan de lucha unificado de estudiantes y docentes que frene la Secundaria del Futuro, exija un aumento presupuestario de emergencia inmediato y obligue al gobierno a escuchar los reclamos de la comunidad educativa.
Nuestro partido entiende a la juventud trabajadora y de sectores populares como un sector oprimido por el sistema capitalista, que genera situaciones muy bien conocidas, como aquellas en las que a una persona por su edad, por no tener tal o cual experiencia laboral, por no tener tal o cual título, por negársele tener la “capacidad” suficiente, ve sus derechos económicos, sociales y políticos pisoteados.
Escriben Nicolás Núñez, dirigente nacional de la Juventud de Izquierda Socialista, e Ignacio Casas, dirigente de la Juventud de Izquierda Socialista Córdoba.
El fin de semana del 8, 9 y 10 de diciembre se realizó el sexto ENJIS. Centenares de jóvenes de todo el país debatimos, votamos resoluciones, asistimos a actividades de formación política y confraternizamos en las sierras de Córdoba.
El viernes 8 por la mañana empezaron a llegar las delegaciones de todo el país. Mientras se armaban las carpas ya se empezaba a palpar la alegría de encontrarse entre compañeros que no estamos juntos en el día a día y, al mismo tiempo, conocer también muchas caras nuevas.