Algunos medios han dicho que nuestra lucha es por "una interna gremial". Mienten. ¡Nuestra lucha es en defensa de los derechos de los trabajadores, contra las suspensiones arbitrarias y para evitar más tragedias evitables, como la del compañero Sergio Garay, quien se encuentra en grave estado, al ser arrollado por un tren cuando trabajaba sobre las vías! ¡Nuestra lucha es contra la inseguridad laboral y en defensa de la seguridad de los usuarios del ferrocarril! ¡Para que la empresa y el gobierno cumplan las leyes laborales de seguridad y cumplan con las inversiones para que anden las barreras y señales que ponen en riesgo la vida de millones de usuarios todos los días!
No puede ser que la respuesta de la empresa sea una denuncia penal contra los trabajadores o el pedido de desafuero sindical para intentar echar al "Pollo" Sobrero. La respuesta tiene que ser las soluciones a los reclamos legítimos. Reclamos que se están llevando adelante a través de los trabajadores del ferrocarril Sarmiento por sus organismos legítimos: la Unión Ferroviaria, su Cuerpo de Delegados; la Comisión de Reclamos y el máximo organismo democrático que tiene todo trabajador: la Asamblea. Donde en forma democrática se han debatido los ataques e incumplimientos perpetrados por la empresa y se han buscado todas las instancias de diálogo previas, sin ser escuchados. Y es allí donde se deciden las distintas medidas de protesta a adoptar. Por eso no es cierto que los trabajadores dejamos sin transporte a 350 mil familias sino que la responsabilidad es de quienes tienen que dar respuestas satisfactorias y no lo hacen.
Por eso es que hemos convocado en forma fehaciente a los distintos estamentos del gremio nacional para que tome el reclamo por entender que este problema es de extrema gravedad y necesitaba de una respuesta rápida, efectiva y global. Se notificó a la directiva nacional, previo a las asambleas generales que debatieron y votaron las acciones que se tomaron, como así también todas sus resoluciones. Pero no encontramos respuesta por parte de los dirigentes nacionales, a quienes volvemos a convocar para que tomen el tema y abran canales de diálogo.
No puede ser que denunciemos estos graves hechos y no seamos escuchados. Lo mismo pasó con la masacre evitable de Once: no escucharon nuestras denuncias y se llegó a 52 muertes y más de 800 heridos.
Las denuncias de la precariedad de los sistemas de seguridad en el transporte están amparadas en nuestra inamovible convicción en la defensa de la vida. Hoy el ministro de Transporte Guillermo Dietrich nos da la razón cuando públicamente dice que "el frenado automático hubiera evitado la tragedia de Once. Hoy el sistema depende de las personas" (Clarín, domingo 21 de julio). ¡Sistema de frenado automático que aún no se ha implementado en el Sarmiento y según el ministro habrá que esperar varios años más!
Los trabajadores seguimos esperando que nos convoquen al diálogo, para que se priorice el derecho a la vida y no que la seguridad "sea un costo" para la empresa y este gobierno. Hacemos un llamado al conjunto de quienes comparten esta realidad para unificar los esfuerzos que garanticen un servicio de transporte de calidad y seguro. Seguiremos accionando todos los mecanismos que hacen a nuestra organización con el conjunto de los ferroviarios más allá de las amenazas, el aislamiento y la judicialización de nuestra protesta. Llamamos a la más amplia unidad entre trabajadores, usuarios, personalidades, organizaciones sindicales, sociales, diputados, organismos de derechos humanos, familiares de Once y al pueblo en general a unirnos en estos reclamos cuando se trata de defender la vida y la seguridad de trabajadores y pasajeros.
Cuerpo de Delegados-Comisión de Reclamos
Comisión Ejecutiva-Seccional Gran Bs As Oeste
Línea Sarmiento