Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria FUA.
A quince días de las enormes tomas que protagonizó el movimiento estudiantil en todo el país, se abre un nuevo momento en el conflicto. Las burocracias estudiantiles de la UCR (Franja Morada) y el peronismo, junto a las acciones convocadas por la mesa intergremial, lograron bajar la dinámica del conflicto. Tenemos que profundizar el plan de lucha por el presupuesto extraordinario ya.
Ante la ratificación del veto a la Ley de Presupuesto Universitario, el movimiento estudiantil radicalizó la lucha tomando más de cien facultades de norte a sur del país. Abrió un momento importantísimo ante la pulseada en defensa de la universidad pública. Por primera vez en todo el año se desbordaba el plan de lucha elaborado por la mesa intergremial, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y la FUA, y les estudiantes tomaban en sus manos la deliberación del plan de lucha contra los ataques del gobierno de Milei.
Para contener la enorme fuerza de la base estudiantil, la Franja Morada y el peronismo implementaron todas las tácticas posibles para desarticular el movimiento. La Franja Morada más abiertamente se posicionó contra las tomas en la mayoría de las universidades, no llamó a asambleas en las facultades donde conduce e impulsó los movimientos anti tomas para romper cualquier instancia que no podría controlar. El peronismo, en sus diferentes variantes, aunque no era su política, presionados por la radicalización del movimiento estudiantil convocaron tímidamente a las tomas. Desde un inicio, intentaron poner frenos, imponiendo la toma por tiempo determinado e incluso los últimos días directamente levantando cualquier espacio asambleario que pudiera profundizar el plan de lucha. La Campora más leal al pedido de “no patalear” de Maximo Kirchner se acopló rápidamente a desmovilizar el movimiento estudiantil. La Mella y otros espacios kirchneristas se vieron más presionados y jugaron a desinflar de a poco las medidas de lucha.
Pero queda claro que, más radicalmente o más gradualmente, por las presiones, las conducciones de los gremios y las Federaciones de la UCR y el peronismo trabajaron para que la disrupción del movimiento estudiantil baje, tratando de volver a controlar el ritmo del conflicto. El debate es muy profundo, a pesar de las diferencias, tanto la UCR como el peronismo están por dejar que el año termine y empezar a negociar un presupuesto 2025 que incluya una insignificante mejoría a lo que el gobierno de Milei ofrece para nuestras universidades. No podemos esperar, el presupuesto 2025 lo rechazamos en su conjunto, ya que solo significa más ajuste a todos los derechos de la clase trabajadora a costa de pagar la deuda externa. Quedó demostrado que el gobierno nacional va a seguir ahogando presupuestariamente nuestras universidades. No podemos confiar en las negociaciones del Congreso como lo demostró el veto a les jubilades y las universidades. Necesitamos una partida extraordinaria para recomposición salarial, becas, boleto educativo, ciencia, etcétera. ¡Y la necesitamos ahora!
El sábado 26 se convocó a una Asamblea Interfacultades de las universidades del AMBA. Esta instancia fue impulsada desde la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) junto a otras organizaciones de estudiantes independientes y partidos de izquierda en todas las asambleas de cada facultad y terciarios. Como también ocurrió en Córdoba, La Plata, Neuquén, tenía el enorme desafío de coordinar la lucha de nuestras universidades, contra las burocracias estudiantiles de la UCR y el peronismo que están haciendo todo para “planchar” el conflicto. Si bien exigimos a las conducciones de los centros en cada asamblea que sean parte de esta Interfacultades, las conducciones peronistas o radicales, brillaron por su ausencia. Para nosotres, la lucha tiene que seguir creciendo para ganar una partida presupuestaria extraordinaria que contemple el aumento salarial de nuestros docentes y nodocentes, las becas, el boleto educativo y todo lo que necesitamos para mantener nuestras universidades. Para lograrlo, el movimiento estudiantil tiene que seguir en la pelea y el plan de lucha a pesar de las conducciones que están decididas a vaciar las calles y negociar en el Congreso, profundizando la unidad obrero-estudiantil. Plata hay, el gobierno ultraderechista de Milei definió que el presupuesto vaya para pagar la deuda externa y no para la educación y la universidad.
Por eso, desde el primer momento desde la Juventud de Izquierda Socialista ante la ratificación del veto, planteamos la necesidad de no volver a la normalidad e impulsar un plan de lucha junto a nuestres docentes y nodocentes con tomas y clases públicas, coordinar acciones con las demás facultades, universidades y terciarios y, sobre todo, ponerle fecha a una nueva Marcha Federal Universitaria como fue la del 23 de abril y el 2 de octubre que unifique a todas las luchas que se vienen dando. Un plan de lucha que desarrollemos en todas las universidades e instancias asamblearias.
Seguir impulsando el plan de lucha unitario rumbo a la Tercera Marcha Federal
La Asamblea Interfacultades tuvo el enorme desafío de trazar el camino para la construcción de la Tercera Marcha Federal, con la participación de estudiantes independientes y autoconvocades que vienen siendo vanguardia en la lucha, y exigir a las conducciones de los centros de estudiantes y federaciones, así como a toda la mesa intergremial y al CIN, que convoquen a esa marcha. Fue un triunfo de una política correcta que desde la JIS impulsamos junto a otras organizaciones de izquierda, para poder concretar ese plan de lucha en la Interfacultades de AMBA, así como también en la realizada en los diferentes puntos del país como Córdoba, La Plata, Neuquén.
Nuestra principal tarea es llevar adelante lo votado, de cara a la construcción de la marcha.
El CIN, la mesa intergremial y la conducción de la Franja Morada de la FUA, están llamando a un festival el 22 de noviembre y acciones en torno al presupuesto 2025 para desviar la lucha. Es al revés de lo que plantean, si arrancamos plata ahora, se fortalece la pelea contra el presupuesto 2025. Por eso seguimos impulsando la Movilización Federal del 12 de noviembre y exigimos a las conducciones que convoquen y que la CGT llame a movilizar, no como ocurrió el 2 de octubre.
Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria FUA.
Si bien consideramos que la Interfacultades de AMBA cumplió su propósito de ponerle fecha a la Marcha Federal y un plan de acción, hubo un accionar poco responsable por parte de algunas organizaciones de izquierda como el Partido Obrero (PO) y el NMAS. Desde la Juventud de Izquierda Socialista tuvimos una postura diferente de las demás fuerzas del Frente de Izquierda Unidad (PTS, PO, MST) y al NMAS, sobre el rol de la izquierda en este momento político, ante un conflicto universitario que las burocracias de la Franja Morada y el peronismo quieren desarmar. Consideramos que ante esta situaciòn ameritaba actuar con la mayor seriedad y responsabilidad, sin actitudes sectarias y autoproclamatorias, sino de unidad, para ser un polo de referencia para el conflicto. Lamentablemente les compañeres del PO y el NMAS eligieron el camino opuesto. El sábado 26 el NMAS (secundado por el PO) hicieron de la Interfacultades un acto propio para privilegiar a sus centros de estudiantes antes que la coordinación de la lucha genuina con estudiantes independientes y autoconvocades. Desde la Juventud de Izquierda Socialista tenemos una visión metodológica totalmente diferente a la impuesta por el NMAS. Lo vivido el sábado 26 respecto a los insultos y agravios hacia estudiantes independientes y autoconvocades que fueron parte de la Interfacultades el sábado pasado son métodos que desde la Juventud de Izquierda Socialista no avalamos y repudiamos. Son métodos violentos que el NMAS sigue profundizando y creemos altamente dañinos para el movimiento estudiantil y el debate fraterno entre las diferencias políticas de las corrientes. Por eso hacemos un llamamiento a que en las próximas acciones que se den en unidad, se dejen atrás los métodos que nada tienen que ver con la organización del movimiento estudiantil y la clase trabajadora, sino que son propias de las patotas de las burocracias que combatimos diariamente.
Además de los métodos expulsivos, el contenido de la intervención del Ya Basta-NMAS resulta contrario a la unidad entre estudiantes y trabajadores universitaries que se puso en pie en concreto con las tomas con clases públicas en muchos lugares. En un momento de profunda solidaridad de les estudiantes hacia quienes sostienen con sus sueldos de miseria la universidad pública, el Ya Basta convoca a romper toda articulación con les docentes y nodocentes sin distinguir entre las conducciones burocráticas y las combativas. Han llegado al punto de afirmar que los gremios docentes opositores son meros “sellos de goma”. De ahí también el profundo error político del PO (que tiene un rol en la conducción de esos gremios) de secundar la orientación del NMAS.
Esperamos que modifiquen su posición equivocada y sus métodos patoteriles para poder seguir construyendo junto a les estudiantes independientes el plan de lucha que necesitamos para conquistar el presupuesto necesario para que las universidades puedan seguir funcionando.
Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y Secretaria de la Federación Universitaria Argentina
El miércoles 9 ante la ratificación del veto a la Ley de Presupuesto Universitario en el Congreso de la Nación, miles de estudiantes se autoconvocaron en sus facultades para profundizar el plan de lucha. Con tomas inéditas en facultades como la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) o Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se esparcieron las ocupaciones por todo el país demostrando que el movimiento estudiantil le va hacer frente al gobierno para defender la universidad pública y gratuita.
El gobierno de Javier Milei el miércoles 9 se jugaba una pulseada importante en el veto a la Ley de Presupuesto Universitario. Acordando con el PRO, la UCR y peronistas ligados a los gobernadores, consiguió los votos necesarios para mantener el veto. Pero no fue un triunfo contundente. Todo lo contrario, la votación desfavorable sobre el presupuesto, despertó al movimiento estudiantil que desbordó a las conducciones burocráticas y decidió radicalizar el conflicto. La noticia del jueves 10 fueron las más de treinta facultades tomadas de Jujuy a Tierra del Fuego. Muchas de ellas se mantuvieron todo el fin de largo. El lunes 14 se convocaron asambleas en la mayoría de las universidades nacionales, donde el movimiento estudiantil redobló la apuesta y al día de hoy son casi cien facultades las que están bajo control estudiantil y de sus trabajadores, demostrando cuál es el camino para impulsar el conflicto.
Las conclusiones que sacamos después de casi seis meses de conflicto son claras. No podemos repetir lo que pasó después del 23 de abril, donde la UCR y el peronismo plancharon el conflicto dejando sin respuesta al reclamo salarial de docentes y no docentes que están cobrando por debajo de la canasta de indigencia. El camino para arrancarle el presupuesto para salarios, becas estudiantiles, gastos de funcionamiento y ciencia es el que demostraron les compañeres del Hospital Bonaparte, que ante la amenaza de cierre del hospital, realizaron una toma y unieron todas las luchas en curso en su apoyo consiguiendo que Milei no pueda avanzar con su plan.
Por eso, de cara a las semanas que se vienen, es importante seguir profundizando el plan de lucha a nivel nacional. No podemos volver a la normalidad en nuestras universidades. Tenemos que impulsar las tomas con clases públicas, acompañar los paros de nuestros docentes y no docentes, como el convocado para el 17 de octubre. Y llamando a asambleas interclaustros para discutir junto a elles un plan de lucha unificado. Así como también le exigimos a las federaciones y centros de estudiantes a que convoquen instancias interfacultades e interuniversidades para planificar junto a nuestros compañeres de otras universidades nacionales cómo masificamos el conflicto.
Hay que redoblar la lucha contra un gobierno que sigue sistemáticamente atacando a nuestras universidades con declaraciones falsas. Y que envalentona a sectores reaccionarios como los infiltrados de la Universidad de Quilmes que quisieron romper una asamblea estudiantil. O amenaza con el ingreso de la policía a las tomas universitarias. Son hechos que no podemos permitir.
Además, mientras Milei dice que en las universidades sólo estudian los ricos, la única realidad es que la mitad de les estudiantes vivimos con salarios por debajo de la línea de pobreza y sostenemos las cursadas. Si tanto le preocupa al gobierno ultraderechista el acceso de la clase trabajadora a la educación, que destine presupuesto para becas, boleto educativo y salarios para nuestros docentes.
Por eso la respuesta a la crisis presupuestaria es urgente. Alertamos que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne rectores peronistas y radicales de todas las universidades nacionales, está más preocupado por restablecer el diálogo con el gobierno, que por una solución inmediata a los reclamos. y a pesar de los ataques en lo que va del año propone confiar en la votación del presupuesto 2025. No podemos esperar a discutir la realidad de las universidades con el presupuesto 2025 que ya es una declaración de guerra completa para las universidades y para todos los derechos de la clase trabajadora, para pagar la deuda externa. La solución al conflicto se tiene que dar ahora y pelearla en las calles, reclamando una partida de emergencia para resolver la crisis de la universidad. Mientras, le seguimos exigiendo a la CGT que rompa la tregua y convoque a un paro nacional y plan de lucha para derrotar la motosierra de Milei y el FMI. En lo inmediato desde Izquierda Socialista exigimos al CIN, a la mesa intergremial y a las federaciones, que se convoque una Tercera Marcha Educativa Federal a Plaza de Mayo para conseguir nuestros objetivos. Junto con eso seguiremos coordinando entre quienes hoy están impulsando las tomas en todo el país junto a docentes y no docentes.
Escribe Pili Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista
Con otra histórica Marcha Federal Universitaria en todo el país demostramos que no vamos a permitir que avance el plan de Javier Milei contra la universidad pública. La movilización fue un golpe contra la política del gobierno y sus aliados en el Congreso, pero sobre todo un punto de apoyo para potenciar todas las luchas en curso.
Se calcula que más de un millón de personas se movilizaron en todo el país, superando en varias ciudades la convocatoria del 23 de abril. En el AMBA, desde cada facultad salieron masivas columnas de estudiantes, docentes y no docentes que junto a otros sectores colmamos la Plaza del Congreso y sus alrededores.
El Gobierno nacional lo veía venir y los días anteriores a la movilización se la pasó intentando desarticular la convocatoria. Primero, llamando a una mesa intergremial para ofrecer un mísero por 6,8% de aumento, mientras docentes y no docentes perdieron más del 55% de su poder adquisitivo de diciembre hasta hoy. Cuando los gremios universitarios rechazaron esa migaja, el gobierno convocó a la cúpula de la CGT a la Casa Rosada para debilitar la movilización. Y luego amenazó con mandar proyectos para dejar las universidades a cargo de las provincias o implementar aranceles. Todo sosteniendo ridiculeces como que se inventan estudiantes para pedir más presupuesto, cosas que contradicen las propias cifras oficiales.
Sin embargo, las noticias mentirosas de este gobierno ultraderechista para intentar desarticular otra masiva marcha no lograron su objetivo. Ahora, tenemos que abrir un nuevo momento en la defensa de la universidad pública y otra perspectiva en la lucha más general contra el plan del gobierno de Milei.
¿Cómo sigue la pelea?
Ante el veto de este gobierno a la Ley de Financiamiento, tenemos que seguir metiendo presión sobre el Congreso, sobre todo de los espacios “amigables” de la UCR y el peronismo para que cuando se trate el veto voten en contra, ratificando la Ley de Presupuesto Universitario.
Esta es la primera pulseada, para intentar recomponer el salario y los gastos básicos para funcionar. Pero con eso no alcanza. Las y los estudiantes estamos en una situación crítica para sostener las cursadas. Las becas Progresar están congeladas en 35.000 pesos y son insuficientes para la cantidad de estudiantes que necesitan una ayuda económica. En muchas universidades nacionales no contamos con boleto educativo, y donde existe, está desactualizado respecto a los tarifazos en el transporte. Mientras las últimas encuestas que se hicieron ratifican que la mitad de las y los estudiantes universitarios ganamos salarios por debajo de la línea de pobreza. ¿Cómo se puede garantizar el acceso a la educación de esta manera?
El gobierno dice que veta porque no hay plata y pregunta: ¿de dónde va a salir el dinero? Decimos que plata hay. Bastaría dejar de pagar la deuda externa y aplicar un fuerte impuesto a las grandes empresas y a los ricos. Por ejemplo, la baja de impuestos a los Bienes Personales que fue otorgada por el gobierno de Milei supera el costo fiscal que generaría la aprobación de la Ley de Presupuesto Universitario.
El presupuesto que presentó Milei en el Congreso para el 2025 sólo afirma más recortes en la educación pública. Destinando la mitad del presupuesto que sería necesario según el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que reúne a los rectores de todo el país. Todo un plan de ajuste y ahogamiento presupuestario mientras se aumenta la plata que se destina a la SIDE, las mineras y petroleras, y para pagarle al FMI.
Por eso desde Izquierda Socialista/FIT Unidad pensamos que hay que profundizar el plan de lucha. Denunciando el rol de las autoridades y las burocracias estudiantiles que después de la marcha del 23 se borraron. Y exigiendo que después de esta movilización convoquen instancias asamblearias e interfacultades para planificar un plan de lucha nacional. En lo inmediato, para conseguir que el Congreso vote contra el veto, y luego para conseguir todo lo que falta. Exigimos al Frente Gremial de los gremios nacionales de las universidades, la continuidad del plan de lucha, preparando el paro y la movilización para el día que el Congreso discuta el veto.
Pero más allá de la lucha universitaria, entendemos que al igual que el 23 de abril, y el paro general del 9 de mayo, este 2 de octubre demostró que cuando hay convocatorias claras, unitarias y con puntos claros de enfrentamiento al gobierno, la bronca con Milei y su motosierra hace que sean masivas. Es esto lo que vuelve tan grave que el lugar de la CGT sean los sillones de la Casa Rosada y no las calles. Con el impulso de la comunidad universitaria que volvió a hacer historia, rompamos la tregua de la burocracia para derrotar la Motosierra de Milei.
Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista
La semana pasada se realizaron las elecciones en las trece facultades de la Universidad de Buenos Aires. Los resultados favorecieron al radicalismo de la Franja Morada y sus aliados, representantes del Rectorado, quedando con la conducción de ocho de los trece centros de estudiantes. El peronismo, por su parte, retuvo la conducción de Exactas y Filosofía y Letras, y canalizó el desgaste de la UES (PJ CABA) en Sociales y de la Franja en FADU (Arquitectura y Diseño). Por la izquierda, el Partido Obrero retuvo el centro de Veterinarias y perdió, después de quince años, Farmacia, ante una alianza de la JUP y la UCR.
Tras dos años sin que les estudiantes puedan votar –debido al cambio de estatuto que hizo Nuevo Espacio (Franja Morada-UCR), con el aval de las conducciones peronistas–, se llevaron adelante las elecciones del cogobierno de la UBA y de centros de estudiantes en un contexto sumamente conflictivo: el gobierno de Javier Milei le declaró la guerra a las universidades públicas con un recorte sin precedentes al presupuesto universitario, con paros docentes y la discusión sobre el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario.
La respuesta ante semejante ataque se hizo sentir el 23 de abril con la histórica Marcha Federal Educativa. Sin embargo, el radical Emiliano Yacobitti y su agrupación estudiantil Nuevo Espacio, junto a las autoridades y agrupaciones peronistas, decidieron levantar la “Emergencia Presupuestaria” luego del 23A, y dejaron de convocar asambleas e instancias de participación estudiantil antes de las elecciones. Esta jugada dio sus frutos, ya que la renovación del cogobierno y de la conducción de los centros de estudiantes se dio sin desborde alguno y sin costo político para quienes fueron los responsables de ser un dique de contención a las luchas, dejando a nuestros docentes y nodocentes con salarios de miseria mientras negociaban en el Congreso.
El conjunto de les estudiantes de la UBA no se percataron de que los responsables de no profundizar las luchas después del 23A fueron la Franja Morada y el peronismo. Pero es una foto del momento, no significa que el movimiento estudiantil entregue un cheque en blanco a las conducciones de la UCR y el peronismo. Porque es claro que no van a estar a la altura de las luchas que se requieren contra el ajuste en educación del gobierno de Milei.
El peronismo y la Franja ganan con una política de servicios
Lo que sí es claro es que dos años sin elecciones hicieron mella en la creciente despolitización del estudiantado. La Franja Morada y el peronismo se jugaron a unas elecciones sin ningún tipo de discusión nacional. De hecho, esa misma semana se estaba barajando el tratamiento de la Ley de Financiamiento Universitario (que obtuvo la aprobación en el Senado) y ese tema transversal a cualquier discusión de las elecciones no estuvo puesto sobre la mesa por ninguna agrupación, excepto por la izquierda. No es casual, la UCR pertenece al espacio político donde están los principales cómplices, la oposición “amigable” del gobierno, llegando al colmo, esta semana, de votar el veto al mísero aumento de los jubilados. Tienen que ocultar al conjunto de les estudiantes que, junto al peronismo, son quienes le están dando gobernabilidad a Milei, y que todos los servicios, cursos, cuadernos o lo que ofrecen en cada facultad son financiados por el Rectorado.
Pero el peronismo no se quedó atrás: detrás de sus sellos de agrupaciones amplias, no se hicieron cargo de nada. Ni de que se callaron la boca ante el ajuste en las universidades durante el gobierno de Alberto Fernandez, ni de que en donde tienen decanos de su signo político (Exactas, Filo, Sociales) levantaron la emergencia presupuestaria como la UCR, ni de que sus espacios políticos y los gremios que conducen a nivel nacional están en tregua con el gobierno. Todo es esperar al 2027. Solo después de conocerse los resultados, La Cámpora sacó sus banderas de Néstor y Cristina. En cada facultad donde están se presentan bajo sellos sin filiación política (“El Módulo”, “La 15”, “Identidad”) y hacen campaña fundamentalmente en base al mismo gremialismo despolitizado de la Franja, pero con discurso progresista.
Por eso, tanto la Franja como el peronismo se dedicaron en las elecciones a hablar del café con leche más barato de CABA o del precio de las fotocopias. Se trata de una orientación que desarma al movimiento estudiantil para enfrentar a un gobierno de ultraderecha que ahora viene por el veto a la Ley de Financiamiento de la mano de sus aliados políticos y la represión.
Las agrupaciones de Milei no hacen pie
Otro dato importante para el análisis es que los “libertarios” no han podido avanzar en estas elecciones. Si bien se presentaron en algunas facultades, con su agrupación Somos Libres, que nuclea también militantes de PRO, hicieron elecciones bajas, de alrededor del 10 por ciento. En Ingeniería quedaron segundos, casi con el 18, ante el triunfo del Movimiento Linealmente Independiente (MLI). Es un aliciente que los espacios de ultraderecha no tengan peso significativo en las universidades.
El rol de los sectores independientes y la izquierda
Desde la Juventud de Izquierda Socialista desde el primer momento planteamos la necesidad de construir en las facultades listas unitarias de los sectores combativos, independientes y de izquierda, que puedan nuclear a todo el activismo que fue parte de las luchas contra el gobierno de Milei, que planteaba llevar un programa de fondo en las facultades para la defensa de la Universidad Pública y Gratuita. Lamentablemente, no lo vieron todos los espacios.
Por nuestra parte, fuimos consecuentes con nuestro planteo desde el principio: participamos de las listas unitarias en Sociales, Filosofía y Letras, Medicina y encabezamos la Lista 8 - La Izquierda en Exactas, la única lista que nucleó a tres partidos de izquierda (Izquierda Socialista, PO, MST) y que tiene una construcción histórica en la facultad. Con los resultados, somos parte de la vocalía conquistada por Lista 8 en Exactas, la cual ganamos con una política consecuente y programática para la facultad. En Filo, retuvimos nuestra secretaria en el CEFyL y seremos parte de las rotaciones de consejeres de Antropología y Artes.
En lo que resta del cuatrimestre, en cada lugar de estudio seguiremos luchando codo a codo junto a nuestres docentes y nodocentes en defensa de la educación pública y por salario digno, impulsando clases públicas, asambleas, ruidazos y todas las actividades necesarias para organizar una nueva marcha educativa que enfrente a la motosierra de Milei y ponga de pie al movimiento estudiantil.