El paro de aceiteros y recibidores de granos ya lleva casi dos semanas. “La lucha es el camino que la situación impone en aras de alcanzar las justas recomposiciones salariales que en la mesa de negociación las empresas del sector han resuelto negar a los trabajadores marítimos y portuarios”, dicen en una declaración la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (Urgara), Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) y la Federación Aceitera y Desmotadora de Algodón.
Los trabajadores y trabajadoras de la industria aceitera y agroexportadora ejercen su legítimo derecho de huelga en todos los puertos e industria agroexportadora del país. Los gremios en lucha relatan que el día lunes pasado, tras diez horas de audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación, no han alcanzado un acuerdo que permita terminar el conflicto. Los representantes de las cámaras patronales emitieron un comunicado para justificar su intransigencia disfrazándola con nuevas y groseras falsedades, acusando a los trabajadores de “pedir más”, de “profundizar las medidas” y de cometer actos ilícitos”. Estas empresas (las más poderosas del país) “pretenden culpar a las obreras y obreros de su decisión de no liquidar los dólares y promover, como lo han hecho siempre, una salida devaluadora que incrementaría aún más sus extraordinarias ganancias y golpearía nuevamente a todo el pueblo argentino”.
Las empresas dicen que “pierden” 100 millones de dólares al día y “no pueden afrontar un aumento salarial para sus trabajadores”… ¿alguien lo va a creer? Según fuentes gremiales, con un solo día de facturación les alcanza para pagar el aumento de todo el año a todos los trabajadores, ya que la han duplicado desde marzo de este año tanto por el incremento del precio de la soja y las commodities como por la devaluación y la rebaja en las retenciones.
Las empresas agroexportadoras nunca detuvieron su producción. Ocurre que las cámaras han incumplido con los acuerdos. En el caso de Aceiteros la revisión salarial de 2020 estaba prevista para el mes de agosto y con URGARA no han firmado aumento alguno para la paritaria anual que debiera regir desde junio de 2020.
Los trabajadores reclaman que se cumpla con el acuerdo para el 2020 y ajustar el 25% que ya han percibido para llevarlo al 35% de inflación proyectada para este año, pagando el bono anual de todos los años ajustado con la pauta firmada.
Según dicen los trabajadores “nuestro pedido no se basa en la inflación, ni la pasada ni la futura. Tampoco en las ganancias extraordinarias que tienen las patronales del sector. Nuestro pedido tiene origen en nuestras necesidades y fundamento en la Constitución Nacional que establece el derecho a un salario justo y la Ley de Contrato de Trabajo que define al salario vital como la “menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”.
La suma de dinero necesaria para cubrir esas necesidades básicas a enero de 2021 es de $93.280 (conforme los estudios derivados de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares, ENGHO, que publica el INDEC). Hoy sus básicos iniciales de convenio no llegan a los $70.000, estando pendiente el reajuste de 2020.
Al paro iniciado por los gremios del complejo sojero ahora se sumaron en solidaridad una decena de gremios, federaciones y sindicatos, entre ellos la Intersindical Marítima y Portuaria del Cordón Industrial (Impaci). Pero mientras la solidaridad crece, sigue la traición de la CGT que deja pasar el ajuste y el robo salarial de las patronales, como lo hace la mayoría de la burocracia sindical.
Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad con sus referentes sindicales y políticos de volvemos a redoblar nuestro apoyo a esta lucha tan importante para el movimiento obrero del país solidarizándonos una vez más con las trabajadoras y trabajadores del sector, con el deseo de que puedan triunfar.
Firman: Juan Carlos Giordano (diputado nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad); Rubén “Pollo" Sobrero (Secretario general Seccional Gran Buenos Aires Oeste Unión Ferroviaria y Mesa Nacional Plenario Sindicalismo Combativo-PSC); Mónica Schlotthauer (Cuerpo delegados ferrocarril Sarmiento, Mesa Nacional Plenario Sindicalismo Combativo y diputada nacional electa Izquierda Socialista/FIT Unidad); Pablo Almeida (legislador CABA Izquierda Socialista/FIT Unidad); Mariana Scayola (Secretaria General Ademys);
Graciela Calderón (Secretaria adjunta Suteba Matanza); Daniela Vergara (Directiva Amsafe); Angélica Lagunas (Comisión Directiva Aten Neuquén por Minoría y ex legisladora y concejala Izquierda Socialista/FIT Unidad); José Castillo (Economista y dirigente Izquierda Socialista); Adriana Astolfo (Sec. Adjunta Adosac Pico Truncado); Jorge Adaro (Sec. Gral adjunto Ademys); Mónica Méndez (Sec. Organización y Finanzas CICOP); Reynaldo Saccone (Ex presidente CICOP); Mercedes Trimarchi (Dirigenta Isadora Mujeres en Lucha y ex diputada provincial Buenos Aires Izquierda Socialista/FIT Unidad); Mercedes de Mendieta (legisladora electa CABA Izquierda Socialista/FIT Unidad); Laura Marrone (ex legisladora porteña Izquierda Socialista/FIT Unidad); Noelia Agüero (legisladora electa Córdoba Izquierda Socialista/FIT Unidad); Liliana Olivero (ex legisladora Izquierda Socialista/FIT Unidad Córdoba), siguen firmas...
Buenos Aires, 23 Diciembre 2020