“Presentamos un proyecto para que la legislatura porteña repudie los hechos sucedidos en la Escuela de Cerámica Nº1 el lunes 22 de febrero, cuando trabajadores del Ministerio de Educación fueron a hostigar al equipo docente” declaró el legislador por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad, Pablo Almeida
En la Escuela de Cerámica Nº1, el día lunes 22 de febrero por la mañana, en horario escolar, el Sr. Claudio Messina, asesor de la Dirección de Educación Artística y reemplazante de la supervisora Alejandra Allevato, junto a la agente Maria Fernanda Forte, se presentaron por tercera vez consecutiva en la escuela de Cerámica Nº1 para hostigar a la conducción de la misma. El propósito fue reiterar a la conducción que debía aceptar la imposición de 100% de la concurrencia presencial de estudiantes y docentes a la institución a pesar de que ésta había manifestado por escrito que no existían condiciones edilicias según el protocolo de sanidad covid-19.
Los funcionarios recurrieron a todo tipo de artimañas como afirmar con violencia que “5 ó 7 chicos en el aula no les rinde”, ni importarles el riesgo que esto implica para la salud de la comunidad educativa. El Sr. Messina habría colocado su celular con fuerza en la oreja de la directora para forzarla a hablar con la Dra. Ada Rissetto, mientras los otros la seguían increpando. Los mismos atropellos, gritos y violencia, sufrió la psicóloga del establecimiento, Sra. Bárbara Orduch.
La conducción de la escuela había presentado un informe detallado de los metros cuadrados que cada aula posee, que son de 4x4 o sea 16 m2, lo que significa que no pueden permanecer más de 4 estudiantes y un docente. También comunicaron que el tipo de ventilación que tienen no es cruzada ya que son aulas que dan a un patio interno. El informe hizo una propuesta de funcionamiento para garantizar la salud del alumnado según las normas del propio protocolo del ministerio.
Pablo Almeida agregó “repudiamos este accionar violento de los empleados del Ministerio de Educación que quieren imponer la presencialidad del 100% a costa de la salud de estudiantes, docentes y familiares. Incluso pasando por arriba del protocolo que ellos mismos diseñaron. En este sentido hemos presentado un proyecto para que la Legislatura porteña también repudie el hecho y exija el cese inmediato de éstas prácticas”.
“Una vez más se muestra a las claras cual es la política del Gobierno de la Ciudad respecto a la presencialidad en las escuelas. Buscan imponer que todo el alumnado vuelva a las aulas y no les importa en lo más mínimo el riesgo de contagio como tampoco les importa vacunar a los y las docentes”.