En primer lugar, el acuerdo establece que para cualquier diferencia, el marco legal aplicable no será el de nuestro país, sino el de Nueva York. En segunda instancia, en caso de que existiera un conflicto, este no se resolverá en los tribunales argentinos, sino en la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, en Francia. Como si no fuera suficiente, para darle más “garantías” a Chevron, el gobierno se comprometió a depositar la suma de 100 millones de dólares en un banco de EEUU a cuenta de futuras utilidades. Una entrega en toda la línea. Para peor, también trascendió que como parte del pacto, la petrolera yanqui no sólo puede retirarse del país y no será penalizada por ello, sino que continuará recibiendo regalías a perpetuidad por los pozos que pusiera en actividad. ¿No era que “recuperamos YPF y la soberanía energética”? Nada más falso. El gobierno kirchnerista le sigue regalando nuestros recursos al imperialismo. Hay que expulsar a Chevron y luchar por una YPF 100% estatal con control y gestión de sus trabajadores y técnicos.