El ataque a la salud pública es global. Por eso se agudizan la falta de recursos, no se renuevan los nombramientos de profesionales para los cargos que quedan vacantes. Los turnos para las consultas y estudios demoran meses. Todo esto como parte gradual del achicamiento y vaciamiento de los hospitales en el intento de marcar el camino para la privatización de servicios esenciales para la salud de nuestro pueblo. El presupuesto anual se subej cuta, es decir se destina para la salud menos dinero del que se aprobó en el proyecto original para ese año. Según un informe de la comisión de salud de la legislatura, la subejecución de los últimos 5 años equivale a un presupuesto anual completo. Ya son muchos los servicios y áreas que se tercerizaron a manos privadas. Ejemplo de ello son las tareas de cocina, lavaderos, mantenimiento, muchos análisis por imágenes como la mayoría de los tomógrafos de la ciudad, y hasta las tareas administrativas de liquidación de haberes.
Frente a este panorama, los trabajadores salen a denunciarlo y a exigir el aumento de presupuesto y su debida ejecución en tiempo y forma, salarios dignos, reequipamiento tecnológico y el nombramiento de personal idóneo en cantidad suficiente para una atención saludable. Así lo están haciendo, por ejemplo, los trabajadores del Hospital Gutiérrez con paros y asambleas.
Apoyamos el programa de los 14 puntos de la interhospitalaria y llamamos a respaldar la movilización del próximo 28 de noviembre en el camino de una salud pública gratuita y de excelencia.