Este es el camino de ajuste y tarifazo que el gobierno comenzó a implementar desde noviembre último con el fin de seguir garantizando las ganancias de los empresarios del transporte y utilizar los fondos del estado para pagar la deuda. La única forma de seguir brindando servicios ferroviarios de pasajeros accesibles para los sectores populares es dejar de ver el ferrocarril como un negocio, y reestatizando todo el sistema. De esta forma, el tren de carga que es infinitamente más económico que el transporte automotor, financiaría el servicio de pasajeros. Quedando bajo control de sus trabajadores y usuarios, los únicos realmente interesados en sostener y mejorar el ferrocarril.