Una huelga de 8 días, con grandes movilizaciones callejeras de los trabajadores de limpieza de Río de Janeiro en pleno carnaval, terminó en triunfo. Algo totalmente inédito en Río y en Brasil. Los trabajadores, vestidos con su uniforme naranja, pasaron por encima de la burocracia (ligada al PTB, partido oficialista), eligieron un comité de huelga y resolvieron su lucha en asambleas masivas. Con sus uniformes ganaron las calles y el aplauso de la población como si fuera otro desfile de carnaval. El gobierno municipal, asustado por la fuerza del conflicto que amenazaba extenderse incluso hasta el mundial de futbol, se vió obligado a negociar con el comité de huelga y ceder a la demanda de aumento salarial.
El salario básico pasó de 803,00 reales (350 dólares, miserable para los precios de Brasil) a 1.100,00 reales (470 dólares), un 37% de aumento. También lograron aumentar el ticket de almuerzo diario de 12 a 20 reales.
En el contexto de crisis económica y lucha en ascenso de los trabajadores y los jóvenes en Brasil, esta huelga tiene una enorme importancia. Es de destacar el importante apoyo de sectores de izquierda y en especial de la Corriente Socialista de los Trabajadores (UIT-CI, en el PSOL) y la corriente sindical Unidos Pra Lutar, con el sindicato de trabajadores Universitarios SINTUFF en el apoyo activo a los huelguistas.
M. L.