La marcha del 8 tiene como eje el repudio al proyecto de ley “antipiquete”, y partirá de la jefatura de gobierno porteño al Congreso. Si bien hay que repudiar las leyes contra la protesta social que se barajan en el Congreso, no es cierto que la marcha del 8 sea “la continuidad” del paro nacional del 10. Precisamente, porque como ya había dicho Micheli, no se puede dar continuidad a un paro con una medida menor, como es una marcha. Además, porque la convocatoria de la CTA del 8, no tiene ni siquiera como reclamo la exigencia a Moyano y Barrionuevo de ninguna continuidad, ni exige profundizar el plan de lucha, mucho menos un paro de 36 horas, como sería lo correcto.
A su vez, al debatirse los conflictos específicos en estatales (ante una concurrencia reducida que no llegaba a un centenar de compañeros entre ambas organizaciones convocantes), si bien muchos compañeros hablaron de las medidas de fuerza que se están dando en algunas reparticiones, tampoco se delineó ningún plan de lucha del gremio para unificarlas. Quedando en evidencia que tampoco la conducción de Ate está por un plan de lucha para poder arrancar un salario digno y derrotar el ajuste.
Llamamos a la CTA Micheli que reclame la continuidad del paro del 10 con uno de 36 horas, exigencia que tiene que hacer a la CGT Moyano y Barrionuevo.