Los jóvenes no necesitan ponerse bajo las órdenes del genocida Milani para “correr, limpiar y barrer”, sometiéndose al régimen que en el año 1994 se cobró la vida del soldado Omar Carrasco. Hecho que obligó, ante el repudio popular, a eliminar el servicio militar. La juventud necesita políticas que garanticen el acceso a la educación, a la salud, vivienda y posibilidades de trabajo digno. Este gobierno, que de un año al otro aumentó un 74% los fondos destinados a pagar la deuda externa y congeló por detrás de la inflación el presupuesto educativo, tiene claramente sus preocupaciones en cumplir con el imperialismo, no en el futuro de la juventud. El Frente de Izquierda en su programa y su militancia cotidiana pelea por una salida de fondo. Basta de pagar la deuda externa y entregar millones a Repsol. Y que esa plata vaya al presupuesto educativo y a la puesta en marcha de planes de empleo genuino
N.N.