En las recientes elecciones de AGD-UBA votaron 3.700 docentes a comisiones directivas y 1.900 afiliados a Mesa Ejecutiva. La elección estuvo atravesada por la política de ajuste del gobierno y las autoridades de la UBA.

La gestión de la Facultad de Ciencias Sociales fue enfrentada por la AGD, días antes de la elección, en defensa de la fuente laboral de Iñigo Carrera. Su despido responde a la “administración del recorte” y a una persecución ideológica. Ante el ajuste presupuestario, pretenden otorgar los cargos existentes a docentes afines.

Esta situación se expresó en la votación de la Comisión Directiva de esa facultad. Decenas de docentes enviados por el decano fueron a apoyar a la lista opositora, incluso ¡afiliados a otros gremios!. Lo que significó un aumento del 24% en los votantes, y una reducción de la distancia entre la conducción y la oposición al 5%. Similar situación ocurrió en Filosofía y Letras, con el caso de Octavio Colombo, donde la diferencia bajó al 3,3%.

Denunciando y enfrentando esta maniobra, la lista conformada por compañeros del Partido Obrero, Diego Martínez de Izquierda Socialista (IS) e independientes, retuvo la conducción de la directiva de Sociales. Con la victoria de la lista Unidad Docente en la Mesa Ejecutiva, José Castillo (IS) fue electo como parte de la dirección centralizada del gremio. Y en Ingeniería dimos el gran salto: ganamos la Secretaría General con Alejandro Ferrer (IS).

Los desafíos inmediatos de las nuevas conducciones de AGD se plantearon en la misma elección. Las autoridades responden igual que el gobierno K, ajustando y criminalizando la protesta. Los docentes universitarios, divididos en tres gremios y traicionados por la burocracia, sufrimos ese ataque con paritarias de 16 meses, cesantías y más. Por eso, desde nuestras nuevas ubicaciones, participamos del Encuentro Sindical Combativo de Capital y llamamos a todos los compañeros, en especial a los electos, a sumarse para fortalecer a las conducciones combativas en defensa de todos los trabajadores.