Esta situación lleva ya bastante tiempo. Pero Cirigliano tuvo la caradurez de despedir compañeros. Al decretarse la conciliación se retrotajo a la situación anterior. Es decir, todos trabajando y decidieron en asamblea seguir con la toma de las fábricas hasta que aparezca la plata y el trabajo. Trabajo hay, como es el mantenimiento de los trenes chinos que el estado compró o colectivos que varias líneas tienen para reparar o hacer nuevos, pero ni Cirigliano ni el gobierno nacional quieren hacerlo. Los trabajadores piden con justa razón que las plantas de Emfer y Tatsa sean expropiadas a Cirigliano y puestas a trabajar por el estado.
Tenemos que rodear de solidaridad y difundir este conflicto entre el conjunto de los trabajadores y el pueblo para que no se pierdan 500 puestos de trabajo. Los trabajadores de Emfer y Tatsa van a sacar un afiche, un volante y están preparando un festival para dentro de 15 días que todos tenemos que acompañar.
Desde Izquierda Socialista seguimos respaldando esta lucha y reclamamos que se expropie y sea el estado nacional el que haga funcionar las fábricas bajo control de los trabajadores. Y la UOM tiene que llamar a plenario de delegados no sólo por Emfer y Tatsa, sino por los cientos de despidos y suspensiones que hay en las fábricas metalúrgicas.