Como ya es público, un gran número de dirigentes sindicales y agrupamientos combativos han convocado a un nuevo plenario nacional del Encuentro Sindical Combativo (ESC) para el 25 de octubre, en el club Platense (ver páginas centrales). Lamentablemente el PTS y los dirigentes sindicales que influencia no son convocantes. Nadie sabe sus razones, como tampoco si es una decisión coyuntural o si han decidido abandonar definitivamente el ESC. Es lamentable no tener una respuesta clara y directa de los compañeros. Por eso estamos obligados a buscar una explicación.
Distorsionan la realidad
Lamentablemente el método del PTS es distorsionar la realidad, lanzando posturas políticas falsas hacia distintos dirigentes y corrientes, y luego guardan silencio cuando se responde a ellas (ver artículo sobre Lear en El Socialista No 277).
En una nueva nota, ahora firmada por Manolo Romano (La Izquierda Diario, 3/10), pretenden salir del paso argumentando que hubo un “desencuentro” de la experiencia del ESC. Según el dirigente del PTS, cuando las luchas de Gestamp, Lear y Donnelly “hacían imprescindible ampliar la unidad para la acción” ésta “no prosperó”. La causa estaría en que Santillán y Sobrero quieren “organizar una corriente sindical nacional al margen de las batallas centrales [...] limitada a acuerdos de dirigentes sin la participación de todos los implicados en las luchas cotidianas”. Agregando “sin disputar el poder a las burocracias” y en una “espera pasiva a que Moyano continúe” con el plan de lucha. O sea, acusan a los dos principales dirigentes y a los demás componentes del ESC, entre ellos a Izquierda Socialista, de claudicar en las luchas y a la burocracia. Nada más y nada menos.
Una cosa es tener diferentes enfoques políticos y otra es lanzar este tipo de mentiras. Dicen que se quiere organizar una corriente sindical. Falso. Nadie ha propuesto formar ninguna corriente. El ESC es una coordinación de diversos sectores combativos, nada más. Más falso aún es que no se apoye a las luchas y no se combata a la burocracia sindical. Tanto que para el caso de Gestamp, por ejemplo, hubo una reunión del ESC el 25 de marzo en Norte para planear el apoyo a los compañeros, y luego hubo diversos encuentros y reuniones para lo mismo con Lear, Donnelly y también Emfer/Tatsa o los ferroviarios del Sarmiento (casos que nunca nombran). Acusar al Pollo Sobrero y a los ferroviarios del Sarmiento de no querer luchar ni combatir a la burocracia, es lamentable. Los dirigentes de PTS deberían explicar entonces, por ejemplo, a qué se debe que el gobierno y la burocracia sindical lancen el pedido de desafuero por haber intervenido en el paro último contra la burocracia de Pedraza. O que el Pollo y varios dirigentes del Sarmiento tengan varias causas penales.
Como siempre, esta postura equivocada es en realidad una cortina de humo para esconder por qué “no prosperó” la ampliación de la unidad. No prosperó por responsabilidad directa del PTS, que se estuvo negando durante meses a que el ESC convocara a un evento nacional para debatir y resolver cómo seguir apoyando a Lear, a los ferroviarios del Sarmiento, Emfer, a Donnelly y demás conflictos. No prosperó porque su sectarismo y mala política sindical los llevó a negarse a coordinar acciones masivas en apoyo a Lear, junto a los cortes de la Panamericana.
Vuelvan al ESC y den el debate en su seno
Ahora salen con que quieren “redoblar la apuesta”, algo supuestamente superador del ESC, y hacen un llamado tardío al PO y al FIT a una supuesta unidad del “movimiento obrero y la izquierda”. O sea, el encuentro de Atlanta más PO. Pero esto es incoherente. PO nunca aceptó, por su propio y conocido sectarismo, sumarse al ESC. Nos acusó de querer boicotear al FIT, cuando simplemente el ESC es una convocatoria de tipo sindical, no política. El encuentro sindical busca coordinar ampliamente a todos los sectores que se reclaman antiburocráticos. Tanto el PTS como Izquierda Socialista estuvimos de acuerdo en eso. Para una unidad de acción sindical no se pone el condicionante de apoyar al FIT. Entonces, ¿a qué viene ahora condicionar todo a que se llame al PO, que ya dijo en marzo que no iba a Atlanta? ¿A qué viene dejar de mantener la unidad lo- grada en función de alguien que no va a venir? ¿Por qué esperar a marzo del 2015 cuando hay luchas ahora? ¿Por qué no hacer un nuevo plenario del ESC mientras seguimos llamando al PO a sumarse? Por favor, respondan a esto, compañeros del PTS.
Con la argumentación supuestamente más “unitaria y superadora”, están escondiendo su sectarismo, que los lleva siempre a que algo que no pueden manejar o dominar, lo abandonan. Esto hace a la esencia de una corriente sectaria que busca autoproclamarse como el centro de la lucha de clases. No ven las necesidades de los trabajadores y sus luchas; no ven que para la acción común existen otros componentes diferentes y que hay que saber aceptar a los demás si realmente se quiere la unidad para luchar contra los gobiernos, la patronal y la burocracia sindical. Para responder a ello convocamos el plenario del 25.
El debate seguirá, en especial, en- tre la vanguardia obrera y estudiantil de izquierda. Mientras lo hacemos, llamamos a los compañeros del PTS a volver al Encuentro Sindical Combativo, a ser parte de los convocantes del plenario del 25 y dar en él libremente sus posturas (su balance del ESC, otro evento en marzo, lo que les parezca), en un marco de unidad y democracia sindical entre los que luchan.