Más aun, a pocos días de haber aprobado el reaccionario Código Civil que ataca, entre muchos derechos, el de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo por la modificación del artículo 19 (fija la definición de la persona desde la concepción), las militantes K tuvieron muy poco que decir. Miles de activistas y militantes de izquierda ganaron los debates tan solo señalando los conflictos docentes de todo el país, las huelgas por aumento de salario, el incremento de casos de violencia de género y la ausencia de presupuesto para la atención a las mujeres. Y, desde ya, el caso de las mujeres jujeñas acusadas de asesinato, una de ellas por practicarse un aborto y, las otras dos, por acompañarla.
¿Encuentro para la Iglesia o para las mujeres?
Sin dudas, el tema que atravesó el encuentro fue el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Derecho que es apoyado por la inmensa mayoría de las participantes en los Encuentros desde hace años. Se trata de una lucha clave para que dejen de morir más mujeres en Argentina y para que puedan decidir sobre sus cuerpos y vidas. Sin embargo, ésta no será la conclusión oficial del Encuentro Nacional. El PCR-CCC, organización que mayoritariamente lo coordina desde hace años, está empecinada en que el mismo no se pronuncie, no resuelva y, sobre todo, siga estando en “paz” con la Iglesia Católica invitándola a participar de los talleres.
En años anteriores, esta organización llevaba adelante su política en conjunto con la CTA, organización que tras su crisis se vio fuertemente debilitada. Por ello, este año el PCR-CCC continuó su política con un nuevo socio: el kirchnerismo. Juntas, ambas corrientes trabajaron para que el encuentro no resuelva, para imponer burocráticamente la próxima sede en Mar del Plata y para que la marcha de cierre no pasara por ninguna iglesia ni edificio gubernamental. Pero el crecimiento de la participación de la izquierda y una gran cantidad de mujeres activistas independientes, lograron poner cierto freno a estos ataques a las mujeres. No solo se echó a la Iglesia de los talleres sobre derecho al aborto, sino que en muchos de ellos, se logró votar o acordar un plan de lucha comenzando por el 4 de noviembre con movilizaciones en todo el país para apoyar el tratamiento del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, con la cual marchamos en Salta. Y continuando el 25 de ese mes marchando en el día de la no violencia contra las mujeres.
Sin dudas, una clara muestra de lo que queremos la mayoría de las mujeres participantes del Encuentro, se observó en la marcha de cierre. Allí, mientras el PCR-CCC y el kirchnerismo marcharon por calles intrascendentes de la ciudad, la gran mayoría de la marcha realizó otro recorrido: miles de mujeres independientes y organizaciones de izquierda, entre ellas, las Mujeres de Izquierda Socialista en el FIT, decidimos escrachar a la Catedral y al palacio legislativo, dejando claro que vamos por el aborto legal y que entendemos que el gobierno y la Iglesia son los responsables de nuestras muertes por aborto y violencia de género, la trata, la precarización laboral, la persecución a las luchadores, etcétera.
Llamamos a todas las organizaciones de izquierda y a las luchadoras independientes a poner en pie nuestro plan de lucha en todo el país. Está en nuestras manos arrancar nuestros derechos.
Gran delegación de mujeres de Izquierda Socialista
Más de 300 Mujeres de Izquierda Socialista en el FIT de todo el país participamos en el encuentro junto con 13 miembros del colectivo feminista boliviano “Juana Azurduy” (ver página 5), con quienes se realizó una gran charla debate sobre la situación de las mujeres y las luchas en Bolivia y Argentina.
Entre las principales referentes se resaltó la presencia de nuestra diputada neuquina Angélica Lagunas, quien concurrió junto con docentes de su provincia y tuvo una intervención destacada en la pelea por el aborto legal. Mónica Schlotthauer, delegada del Ferrocarril Sarmiento y diputada provincial electa del FIT en la provincia de Buenos Aires, participó en las comisiones de mujeres y sindicatos, logrando la solidaridad de miles de mujeres con la firma del petitorio como parte de la campaña nacional e internacional en curso contra el desafuero interpuesto por el ministro Randazzo en el último paro nacional.
También estuvieron presentes Graciela Calderón, Secretaria Adjunta del Suteba Matanza, y Laura Marrone de Ademys y legisladora electa del FIT en CABA. Ellas estuvieron presentes en las comisiones sobre educación señalando la crisis del sistema educativo, reclamando más presupuesto y la implementación de la educación sexual integral en todas las escuelas. Anisa Favoretti, diputada santiagueña electa, dio una gran batalla en una de las comisiones sobre violencias, reclamando presupuesto para la ley de violencia de género para ponerle un freno a los femicidios.
La delegación también participó en las comisiones sobre trata de mujeres, situación internacional, deuda externa, trans y medio ambiente, entre muchas otras. En las actividades se repartieron miles de boletines Isadora, invitaciones al Encuentro Sindical Combativo del 25 de octubre y se vendieron muchos periódicos El Socialista.
M.Z.
Salta ¿la linda?
Sin dudas, la situación de las mujeres salteñas dista bastante de ser bella. Es que en esta provincia del noreste argentino, el kirchnerista del PJ Urtubey gobierna de la mano de la Iglesia Católica y de los sectores terratenientes y más conservadores. Este hecho ha llevado, por ejemplo, a garantizar la enseñanza religiosa en las escuelas públicas y a la obligación de ir a misa a niños y niñas. Además de obstaculizar el protocolo de la Corte que reglamentan los abortos no punibles en todo el país.
Asimismo, Salta es uno de los territorios donde se registra más violencia contra las mujeres. La trata para la explotación sexual es una problemática extendida que, el año pasado, emergió públicamente de manera escandalosa con la presencia del intendente de Salvador Mazza encontrado en un prostíbulo con jóvenes menores de edad durante un allanamiento policial.
Mientras en la provincia se declaraba la emergencia por violencia de género en septiembre de este año, a los pocos días ocurrió un nuevo femicidio. Esta vez en el paraje wichi El Bobadal, ubicado a 60 km al este de Tartagal. La maestra rural Evelia Murillo fue asesinada luego de defender a una joven, para evitar su violación. Evidentemente, la declaración no es más que otra medida cosmética de la gobernación de Urtubey quien gasta 21 millones de pesos para refaccionar las peatonales, mientras el presupuesto asignado para defender a las mujeres víctimas de violencia es solo de 10 millones.
Como se pudo observar en el Encuentro, también en esta provincia hay muchas ganas de luchar. La excelente recepción de las mujeres en las escuelas y en las calles así como la participación de las salteñas en los talleres, muestran claramente que en esta provincia las mayorías quieren ponerle fin a la impunidad de este gobierno kirchnerista que gobierna contra las mujeres.
Solidaridad
Durante el encuentro una delegación de Mujeres de Izquierda Socialista se acercó a entregar un fondo de lucha para las trabajadoras de limpieza y mucamas del Hospital Policlínico San Bernardo de Salta. Desde hace semanas, un grupo de ellas denuncian, encadenadas en la puerta del hospital, el despido de trabajadoras, la contratación en negro y tercerización del servicio de limpieza en manos de un burócrata sindical del sector sanidad y a la vez, empresario, dueño de la tercerizada contratada por el hospital.
M.Z.
Mujeres bolivianas en el encuentro
Por primera vez, las mujeres del colectivo boliviano “Juana Azurduy” participaron del Encuentro Nacional de Mujeres, atraídas por la larga historia y la experiencia de las mujeres argentinas en la lucha por sus derechos.
Este grupo de mujeres integrado por docentes, estudiantes, campesinas, médicas, trabajadoras sociales y periodistas, participó junto con la delegación de Izquierda Socialista en el FIT. Cuatro compañeras de esa delegación participaron como panelistas de una emotiva charla organizada por las mujeres de nuestro partido: María Lohman (Colectivo Somos Sur); Lourdes Kelka, Nazaret Flores y Nelly Aruquipa.
En los días compartidos, recogimos sus experiencias de lucha y organización, quienes denunciaron la grave situación que viven las mujeres en el país hermano. Lourdes Kelka, trabajadora social, señaló que “en Bolivia el aborto es la tercera causa de muerte de mujeres” y enfatizó que “con Evo Morales, la situación no ha cambiado. Las mujeres siguen sin derecho a decidir y sufren muchas violencias de género”.
Por su parte, la presidenta de la Central de Pueblos Indígenas del Beni, Nazaret Flores, que aglutina a catorce pueblos indígenas, señaló la gran lucha que llevan adelante originarios en la defensa del TIPNIS, una reserva natural en manos de pueblos originarios. “El TIPNIS es un pulmón del mundo, y eso hay que cuidarlo”, dijo la dirigente en la charla que brindó a las mujeres de Izquierda Socialista. Allí relató además las grandes movilizaciones enfrentando al gobierno de Evo Morales, quien pretende la construcción de una carretera para favorecer el comercio con los países vecinos, en detrimento de las comunidades. Nelly Aruquipa, maestra rural, dirigente de la agrupación Maya, contó la lucha contra los atropellos del gobierno para imponer a gente incondicional en el sindicato, incluso discriminándola y atacándola a ella como mujer.
Esta rica experiencia internacionalista que pudimos compartir con estas compañeras nos enriqueció a todas, sacando una conclusión común: con los gobiernos latinoamericanos del “doble discurso”, el ataque a los derechos de las mujeres es una constante, y la lucha, es la misma.