Entre los presentes, se mezclaban compañeros de larga trayectoria con jóvenes militantes y simpatizantes. Así fue avanzando la charla recorriendo los eventos y las polémicas de hace 40 años: la situación política abierta con la vuelta de Perón tras el Cordobazo, el fenomenal ascenso obrero, y también las diferencias de nuestra corriente con la guerrilla peronista y no peronista, y los ultraizquierdistas en general.
En ese ring se fue forjando “el morenismo”, nuestro partido, el PST, con dirigentes destacados, como César. En la charla recordamos las cualidades de este enorme luchador por el socialismo, su alegría para militar -que no empañaba ni por un segundo su firmeza para discutir y actuar- y su dedicación a la formación de militantes y cuadros, a la preparación teórica, a ligarse en forma indivisible al movimiento obrero. Así César acercó al Petiso Páez, dirigente del Sitrac-Sitram a las filas del PST, quien luego fuera candidato a vicepresidente en la fórmula Coral-Páez, que enfrentó a Perón en 1973. Y fue un gran constructor de las regionales de zona Norte y Córdoba. Participando en la construcción de nuestra internacional en los debates de la época.
Hoy las polémicas son otras, pero la necesidad de dotar a la clase obrera, a la juventud y a los sectores populares de una dirección revolucionaria, se ha vuelto aún más urgente. Por eso tenemos que hacer grande a Izquierda Socialista, tal cual lo aprendimos de dirigentes como César: ayudar a los nuevos militantes a superarse y a formarse para ser los mejores luchadores junto a sus compañeros de estudio o trabajo. Saber detectar en cada nuevo compañero o compañera que se suma cuáles son sus inquietudes y mejores cualidades. Lograr que todo luchador que se incorpora a nuestras filas sienta que por primera vez su opinión es tenida en cuenta y sus iniciativas encuentran manos dispuestas a llevarlas adelante. Seguir apostando a la unidad, para apoyar las luchas; unidad para coordinar nacionalmente con luchadores combativos fortaleciendo el Encuentro Sindical Combativo, y unidad en el terreno político, bregando por la independencia de clase, como lo estamos haciendo con el Frente de Izquierda.
Nos queda entonces por delante continuar por el camino trazado por nuestros maestros, aprender de sus aciertos y errores, difundir su historia de lucha. No como una fotografía estática, sino como una escuela práctica y dinámica para las luchas que hoy enfrentamos, para el objetivo final de llevar a los trabajadores y el pueblo al gobierno de los trabajadores y la construcción del socialismo. Izquierda Socialista llama a engrosar sus filas por estos claros y nobles objetivos.