Bodart, sobre la deuda, adopta la postura histórica de la centroizquierda, de que hay que distinguir “la parte legítima de la ilegítima”. Pagar la “legítima” y “renegociar” o de última desconocer la ilegítima. Desde Izquierda Socialista (y el Frente de Izquierda así lo manifiesta en su programa) estamos por el no pago del total de la deuda externa porque la misma, como hemos dicho mil veces, “es ilegítima y fraudulenta”. Porque fue contraída por la dictadura de Videla, porque es un mecanismo de expoliación imperialista (la deuda ya se pagó varias veces y debemos varias veces más) y porque ni un peso fue para beneficiar al pueblo argentino. Lo mismo vale para Grecia.

Tanto la deuda argentina como la griega responden al mismo mecanismo usurario y perverso que las torna impagables. Por eso la única salida no es ninguna “negociación” ni ninguna “auditoría o investigación” de la deuda, sino su no pago liso y llano si se quiere salir de las crisis permanentes y terminar con el saqueo imperialismo y pobreza para los trabajadores y el pueblo. Ya que, mientras se siga pagando, no habrá solución de fondo para las urgentes necesidades de salud, educación, trabajo y vivienda.

Y sobre las privatizaciones, somos categóricos: hay que anular todos los contratos que entregaron el patrimonio nacional y reestatizar sin indemnización todas las privatizadas poniéndolas a funcionar bajo control y gestión de trabajadores y usuarios. Tampoco nada de investigar o negociar. Cualquier postura de negociar una “reestructuración” o formular “quitas” para seguir revalidando una deuda usurera, como lo estamos viendo en nuestro país, no es ninguna salida.

El MST vuelve a dejar claro que de “izquierda” tiene poco. Su propuesta es de centroizquierda. Es por eso que pasaron de aliarse con Pino Solanas y Luis Juez, a plantear ahora una “unidad” con sectores de centroizquierda (Lozano-De Gennaro) y filo kirchneristas.

La verdadera alternativa unitaria de la izquierda está en el Frente de Izquierda.