Viendo las encuestas, figurones como los diputados Diana Conti y Carlos Kunkel han retado a Randazzo diciendo que Scioli es un “compañero”. Preparando a la tropa K de paladar negro para ir aceptando al ex motonauta y actual gobernador de Buenos Aires, como el que le puede dar “continuidad al modelo”.
Scioli hace guiños. Cambió el color naranja de sus afiches por el celeste, funcional a los K. Elogia a Kicillof. Jorge Telerman, funcionario de Scioli, ha dicho: “Los jóvenes de La Cámpora es probable que tengan lugares en el gobierno de Scioli”. Máximo Kirchner viene recomendando “cuidar a Daniel”, y se prepara también para ser candidato a diputado nacional por algún distrito.
En la provincia de Buenos Aires la guerra sigue. El kirchnerismo impulsa como candidatos a la gobernación a Julián Domínguez, Espinoza (La Matanza), Diego Bossio (Anses), Patricio Mussi (intendente de Berazategui), al devaluado Sergio Berni y otros. Insaurralde, quien dijo querer competir en las PASO con el Frente para la Victoria a gobernador bonaerense, fue vapuleado por Aníbal Fernández. “El tipo se cagó literalmente en todo el mundo”, dijo. Luego que Cristina lo llevara a visitar al Papa, Insaurralde coqueteó con Massa y ahora quiere volver al redil. Como frutilla del postre, la gran incógnita es qué va a hacer Cristina Kirchner, si candidata a diputada en las listas del Parlasur o por la provincia de Buenos Aires.
Si el kirchnerismo vino -y sigue diciendo- que Scioli representa a los años 90, al menemismo y a las corporaciones ¿por qué ahora sería un candidato potable para presidir el país?
El gobierno nacional pide el voto “contra la derecha”. Pero votó junto a Macri, la UCR y Massa la re privatización de los ferrocarriles. Y juntos también eximieron de impuestos en la capital, al zar del juego y dueño de los casinos, Cristóbal López.
Los trabajadores, luchadores y jóvenes que quieren enfrentar el mayor ajuste que se viene y aspiran a un cambio de fondo, no será optando por Scioli, Randazzo u otra variante del peronismo kirchnerista. Tampoco por los Macri o Massa. Por eso el Frente de Izquierda pide el voto para fortalecer una alternativa política que enfrente a todos estos políticos patronales.