Esto es producto de que el año pasado, el ministerio de Trabajo y los rectores de las universidades, con la complicidad de la Conadu oficialista (enrolada en la CTA Yasky) y la Fedun (CGT), firmaron un acuerdo a 18 meses, y encima por debajo de la inflación del año anterior. Durante todo 2015, el gobierno se venía negando directamente a convocar a una reunión de la mesa salarial para reabrir la discusión. Solo esta semana, ante la contundencia de los primeros días de paro, tuvo que ceder y llamar a una primera convocatoria.
La lucha de los docentes universitarios recién comienza. A la pelea salarial, se suman los conflictos por los intentos de recortes y ajustes en varias unidades académicas, donde el ajuste a la educación avanza. Por ejemplo en la UBA cerraron cursos, recategorizaron docentes a la baja y amenazan con despidos en el CBC. Es necesario un plan de lucha contundente a nivel nacional y conquistar el masivo apoyo estudiantil para alcanzar la victoria.