Desde el último paro del 31 de marzo, Hugo Moyano se dedicó a hacer la plancha. En lugar de darle continuidad al exitoso paro general con un plan de lucha, decidió llevar a la CGT a la pasividad. Evidentemente las prioridades del líder de la CGT opositora no están en luchar, sino en reeditar una variante electoral del PJ para llamar a los trabajadores a ir a la cola de esos políticos patronales al servicio de los empresarios. Ya que Moyano está fomentando lo más repudiado de la política “tradicional”. De la Sota que gobierna en Córdoba para los capitalistas y con represión. Y Rodríguez Saá, quien duró apenas 8 días como presidente en 2002 y se tuvo que ir en medio de enormes manifestaciones y un amplio repudio popular (Argentinazo). Y ya hace un tiempo el ex intendente de Tigre cosechó el apoyo del misionero Ramón Puerta, otro de los cinco presidentes que también salió “volando” por aquella época.
Massa también tiene su “currículum”. Llegado al peronismo desde la Ucedé de Alsogaray, empezó como menemista y luego se convirtió repentinamente al kirchnerismo, llegando a ser director del Anses primero y Jefe de Gabinete después. Muy difícil para que diga que no tiene “nada que ver” con el actual modelo K.
La salida patronal con los reagrupamientos peronistas que ofrece Moyano ya se demostró que son un fracaso. Ya han gobernado todas sus variantes del PJ (sean K o anti-K), siempre contra del pueblo trabajador. Hace falta una verdadera alternativa de los trabajadores, los luchadores, dirigentes obreros combativos y la izquierda, sin patrones ni burócratas sindicales, como lo estamos impulsando desde el Frente de Izquierda.