Lo que dice Kicillof no es otra cosa que lo que venimos denunciando desde hace años: que el llamado “desendeudamiento” es una vulgar mentira. El kirchnerismo, que llegó al gobierno en 2003 con una deuda de 140.000 millones de dólares, después de pagar en efectivo más de 170.000 millones, ahora está debiendo un monto reconocido oficialmente de cerca de 250.000 millones de dólares. Cifra que asciende más aun, ya que el gobierno no cuenta una serie de rubros, entre ellos la “cuenta pendiente” con los buitres (que ahora Kicillof los llama delicadamente “holdouts”).
El sólo reconocimiento de este pedazo de la deuda representa más de 15.000 millones de dólares. Y si a esto le sumamos otros rubros “no contabilizados” llegamos a un endeudamiento cercano a los 350.000 millones de dólares.
La deuda externa sigue siendo el gran problema nacional, aunque el gobierno quiera taparlo. Para muestra basta un botón: toda la catástrofe de las inundaciones que están asolando a la provincia de Buenos Aires podría haberse evitado con obras hidráulicas calculadas en 3.000 millones de pesos. No se hicieron, y hoy decenas de miles de familias están bajo las aguas. Y, al mismo tiempo, el gobierno kirchnerista se apresta a pagar el próximo 3 de octubre vencimientos del Boden 2015, por un monto de 6.300 millones de dólares. Al tipo de cambio oficial, son 60.000 millones de pesos. ¡Con sólo este pago se podrían hacer 21 veces todas las obras para resolver las inundaciones! Luchemos para que no se pague el próximo vencimiento y ese dinero vaya, en forma inmediata, a asistir a los damnificados.