El gobierno intenta cubrirse diciendo que la pobreza y la indigencia en esa zona existen desde hace 500 años. ¡O sea que el gobierno “nacional y popular” mantiene esta situación que viene del Siglo XVI! La “redistribución de la riqueza” queda hecha trizas ante la cruda y triste realidad.
El gobierno miente y tapa las estadísticas. El propio Capitanich tuvo que reconocer que ya se murieron 1.873 niños (Página 12, 11/9). Cuatro de cada 10 menores de cinco años sufren “malnutrición”, nacen con anemia, retraso de crecimiento, exceso de peso y están más propensos a contraer enfermedades severas o daño cerebral o muscular. Mientras sus madres, a su vez, son anémicas (un tercio de ellas). De esa forma, esos niños sufren más riesgo al fracaso escolar, con su correspondiente problema para la posterior inserción laboral.
El gobierno va a disponer más de 6.000 millones de dólares en estos días para pagar la deuda externa. Está claro. Prioriza a los usureros internacionales, antes que destinar esa plata para evitar más muertes por desnutrición. El desprecio por la vida es intrínseco a la política oficial. Los pueblos Qom está acampando en la 9 de Julio desde hace 7 meses sin que la presidente les brinde siquiera una audiencia. Para erradicar la desnutrición y para que millones sean sacados de la pobreza y la marginación social, hay que implementar otro plan económico, opuesto al actual, como proponemos desde el Frente de Izquierda.
J.C.G.