El 10 de ese mes Turquía vivió la masacre más grande de su historia. Un atentado que dejó más de cien muertos y 240 heridos contra el pueblo kurdo, trabajadores y estudiantes turcos, en una marcha convocada por sindicatos y federaciones estudiantiles.
La declaración unitaria que se leyó decía: “La responsabilidad del Estado Turco en los atentados fue y es clara: minutos después de que estallaran las bombas, mientras los sobrevivientes cubrían los cuerpos de los fallecidos y se esforzaban por ayudar a los heridos en medio de la desesperación y el horror, tuvo lugar un operativo policial para frenar el ingreso a las ambulancias, y no conforme con esto, la policía abrió fuego con gases lacrimógenos y camiones hidrantes contra quienes trataban de ayudar a los heridos y a los heridos, eso agravó el número de víctimas fatales.”
Laura Marrone habló en nombre de Izquierda Socialista y señaló: “Erdogan, desesperado porque necesita ganar las elecciones del 1 de noviembre, está desarrollando una campaña represiva contra el pueblo kurdo y los trabajadores turcos”. Francisco Retama del POS-MAS de México (UIT-CI) expresó también su solidaridad internacional ante el atentado.
La actividad finalizó con los más de 150 asistentes gritando bien fuerte: juicio y castigo para los responsables de la masacre de Ankara, libertad para las y los prisioneros políticos de Turquía, abajo Erdogan ¡Estado turco y Erdogan asesino!