El hecho de que seamos mujeres la mayoría de las personas precarizadas, nos ubica primeras en la lista de despidos o nos deja sin aumento de salarios. A esto se le suma la violencia patriarcal expresada en femicidios, en secuestros por redes de trata para la explotación sexual y la negación de nuestros derechos, como el acceso al aborto legal, seguro y gratuito.
Este 8 de marzo llenemos las calles del país contra el ajuste, la violencia machista y para conquistar nuestros derechos.