En la Ciudad de Buenos Aires, más de 30 organizaciones de izquierda, feministas, sindicatos y centros de estudiantes convocaron a una marcha unitaria de 10.000 mujeres que terminó en Plaza de Mayo con la lectura de un documento. Éste proclamó que las mujeres no vamos a pagar la crisis y le exigió al gobierno el fin de los despidos de estatales, en especial, de trabajadoras del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. Repudió el cierre de refugios y programas para las mujeres, en las provincias. También reclamó contra el tarifazo y el protocolo de seguridad con el que se busca reprimir la protesta social.
Ante la incesante lista de femicidios que sigue aumentando todos los días, como es el caso de Romina Torres en Berzateghi y Lucía Maciel en Malvinas Argentinas, asesinadas posteriormente al acto de la plaza, se reclamó la declaración inmediata de emergencia nacional en violencia de género con aumento de presupuesto para programas de atención a las mujeres. Y frente a la reciente anulación del protocolo de ciudad para los abortos no punibles, la movilización se pronunció en contra de este retroceso y por la aprobación inmediata de una ley de interrupción voluntaria del embarazo, como la que presentará el próximo 28 de mayo en el Congreso, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. El reclamo contra las redes de trata y el apoyo a la lucha de las mujeres milicianas kurdas de Kobane y al pueblo sirio, entre otras reivindicaciones, también estuvieron presentes en la calle.
Este 8 de marzo también nos dejó varias conclusiones. Por un lado, quedó claro que Fabiana Tuñez, declarada feminista y actual presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, ya ha decido que de qué lado está. Y no es del lado de los reclamos del movimiento de mujeres ya que, a más de cien días de gestión, no siquiera propuesto medida alguna para terminar con la violencia, la trata de mujeres o legalizar el aborto. Por otro lado, el kirchnerismo, fiel a su política anti-derechos de las mujeres de los últimos 12 años, mostró un continuismo lamentable: intentaron boicotear la movilización unitaria organizando una convocatoria a Plaza de Mayo en el mismo horario con el único reclamo de libertad de Milagros Salas pero logró una pobre participación, y la diputada Soria presentó un proyecto ese mismo día para que se reconozca como persona a los niños fallecidos al nacer, en clara confrontación con el reclamos del derecho al aborto.
Pero la más importante conclusión de la jornada de lucha es que el movimiento de mujeres no le dio ningún cheque en blanco al gobierno de Macri. Dispuestas a enfrentar el ajuste que nos quiere imponer el gobierno mientras negocia pagar la deuda externa a nuestro costo, las mujeres vienen demostrando que se pueden frenar los despidos como ya lo expresó la movilización que en Córdoba permitió reincorporar a las trabajadoras despedidas del área mujer. Pero también, las mujeres en las calles señalamos que vamos a seguir saliendo hasta que de verdad se cumpla el grito de ¡Ni una Menos! No queremos más muertas por violencia, ni por redes de trata, ni por abortos clandestinos. Llamamos a todas las mujeres a seguir organizándose en todos los lugares de trabajo, de estudio y en los barrios para pelear por nuestros derechos y a acercase a Mujeres de Izquierda Socialista para dar juntas y con fuerza esta pelea.
0,1% del PBI para enfrentar la violencia machista
Aunque los políticos patronales se quieren lavar la cara con el “Ni Una Menos”, lo cierto es que ni el macrismo ahora, ni el kirchnerismo antes, le otorgaron presupuesto real al cumplimiento de la ley nacional 26.485 de erradicación de todas las formas de violencias contra las mujeres. Lo que permitiría abrir refugios para las mujeres, centros de atención, asistencia jurídica, créditos de vivienda a tasa cero a las mujeres víctimas, entre otras medidas.
Los presupuestos de las áreas de género tanto en nación como en las provincias son paupérrimos. Nacionalmente, no llegan ni a $2 por mujer, es decir, cerca de $45 millones. Pero en el 2015, el PBI del país fue de $5.441.000 millones de pesos. El 0,1% de ese PBI es $5.441 millones de pesos. Si se destinara esa mínima porción del PBI a los programas para garantizar los derechos de las mujeres, se llegaría $250 por mujer. Un aumento superlativo que significaría una gran cantidad de recursos para enfrentar la violencia patriarcal. Pero el gobierno prefiere destinar los fondos a otro lado y seguir pagando la fraudulenta deuda externa, mientras siguen muriendo las mujeres por violencia machista.
M.Z.
La contundencia de la movilización en todo el país
Entre todas las movilizaciones realizadas en el país, las Mujeres de Izquierda Socialista dijimos presente en muchas de ellas. Se destacan Córdoba y las 5.000 personas que salieron a la calle en lo que fue la movilización del 8 de marzo más grande en la historia de la provincia. Fue encabeza por las trabajadoras despedidas de programas de atención a la violencia de género y a la trata y participaron organizaciones políticas de izquierda, kirchneristas, sindicatos y centros de estudiantes.
En la ciudad de Rosario, 3.000 personas marcharon desde Plaza San Martín hasta Plaza Montenegro, cerrando con un documento unitario que denunció al ajuste macrista, a la herencia kirchnerista y exigió la emergencia nacional por violencia de género y presupuesto.
En La Rioja, una importante movilización encabezada por familiares de víctimas de femicidios y de violencia marchó bajo la consigna “Mujeres, cuerpos y territorios en lucha” y recorrió puntos significativos de la Ciudad: el edificio de minería de la Provincia, la vieja la escuela Normal transformada en un shopping, la Oficina de Violencia de Género y el juzgado de la provincia donde está radicada la causa del femicidio de Romina Ríos. Las acciones continuaron 12 y 13 de marzo con el Segundo Encuentro Provincial de Mujeres.
En La Plata, participamos de la jornada del 7 de marzo, día de la visibilidad lésbica, y el 8 de marzo, marchamos junto con 2.000 personas de diversas organizaciones políticas, sociales y la federación universitaria-FULP.
En San Juan, 500 personas salieron a la calle contra el ajuste nacional y provincial, contra los femicidios, la clandestinidad del aborto, la trata y el código local contravencional. En Santiago del Estero, en medio de un importante conflicto docente, la movilización del 8 de marzo redobló el apoyo a estas trabajadoras, denunció la gran cantidad de femicidios de la provincia y exigió presupuesto real para garantizar los derechos de las mujeres.
M.Z.
Mujer bonita es la que lucha
La agrupación "Mujer bonita es la que lucha" de las mujeres de la Lista Bordó del ferrocarril Sarmiento participó con más de 50 compañeras en la marcha del 8 de marzo (muchas trabajaban), encabezadas por la delegada del Sarmiento y diputada electa de nuestro partido en el FIT, Mónica Schlotthauer. Con la bandera del cupo femenino para todas las especialidades y reclamando el fin de los femicidios y la violencia machista, estas mujeres luchadoras aportaron mucha fuerza y alegría a la movilización.
La conmemoración de este día no terminó allí. El sábado 12 de marzo, más de 100 ferroviarias se reunieron en la Seccional Gran Buenos Aires Oeste en una larga jornada donde participaron en talleres sobre salud sexual y reproductiva, violencias de género y realizaron actividades recreativas. Las ferroviarias de todas las edades compartieron experiencias personales y sociales, y planificaron nuevas acciones para seguir dando peleas como trabajadoras.