Se firmó un acuerdo llamado pomposamente “tregua contra los despidos” pero legalmente nadie obliga a nada. Es un compromiso formal donde las empresas “prometen no reducir planteles por 90 días, generar planes de inversión y trabajar junto al gobierno y los sindicatos en una agenda de desarrollo y de mejora de la calidad del empleo”. Un verso total. Lo que buscan es que se frene la ley anti-despidos, es decir la doble indemnización, que ni siquiera las obliga a no despedir.
El sentido es claro: Macri garantiza que evitará cualquier restricción a despedir trabajadores pidiendo a los empresarios que ellos también actúen un poco “para la tribuna”. Como diría algún compañero lector: un clásico acto “para la gilada”.
J.C.