Estos casos son solo algunos de los miles que se registran anualmente en el país y que demuestran la operatoria de las grandes redes de trata para la explotación sexual que funcionan con impunidad en todo el territorio. En el año 2003 el caso de Marita Verón puso de manifiesto la gravedad del problema que afecta fundamentalmente a las niñas y jóvenes de los barrios más pobres. Amenazadas por el miedo, muchas familias temen denunciar a los tratantes y proxenetas que suelen actuar junto con las redes de narcotráfico y en total acuerdo con las fuerzas de seguridad, la justicia y el gobierno. De hecho, en los últimos casos del Bajo Flores, la justicia insistió en caratularlos como fuga del hogar cuando resulta más que evidente que se trata de un trabajo sistemático y muy planificado de las redes.
El pasado jueves 5 de mayo, un conjunto de organizaciones que está conformando la Red contra la Trata, entre las que se encuentran el sindicato de docentes Ademys y las Mujeres de Izquierda Socialista en el FIT, entre muchas otras, organizamos una primer movilización al Consejo Nacional de Mujeres para exigir la difusión del secuestro de Darlen Villalba, la unificación de las causas del Bajo Flores, el acompañamiento a las familias de las chicas que viven amenazadas y acciones efectivas contra las redes. Ante la ausencia de Fabiana Túñez, presidenta del Consejo, las autoridades presentes se comprometieron con los puntos y acordaron organizar una reunión en los próximos días. Pero nosotras seguiremos en la calle hasta que aparezcan todas las chicas. Ni una menos víctima de las redes de trata.