Al no ser obligatorio el voto, reforzaría el peso de los aparatos de los partidos patronales que pondrán millones para llevar gente a votar por sus listas. Al reducirse el universo de votantes por no ser obligatorio el voto, el piso del 1,5% a superar por la izquierda sería un obstáculo aún mayor para sortear.
Llamamos a repudiar este nuevo intento proscriptivo y a que se anulen las PASO, un mecanismo para salvar a los partidos patronales de sus crisis y fundamentalmente para intentar proscribir a la izquierda.