De esa forma se restringe el control político y civil bajo el argumento presidencial de “dejar atrás enfrentamientos y divisiones”. Mientras Macri aumentó los salarios a los militares y el presupuesto para reequipamiento.
Con el verso de la “lucha contra el terrorismo y el narcotráfico”, la ministra Bullrich, a su vez, acaba de suscribir acuerdos con el Estado de Israel que garantizan a empresas sionistas la compra de armamentos y material para espionaje con el visto bueno de la DEA y el Pentágono. Repudiable.