En julio, el gobierno convocó a ATE y otros gremios estatales a negociar salarios para el segundo semestre, pero no hizo lo mismo con ATEN, y la conducción gremial ni siquiera convocó a asambleas para debatir el tema. Ante esta negativa, en cada escuela se comenzó a debatir la necesidad de exigirle a la dirigencia la convocatoria a asambleas y la unificación del reclamo con los estatales, que llevaban adelante un paro por tiempo indeterminado que involucró a las escuelas de la mano de los auxiliares de servicio. Desde nuestra Agrupación Fucsia en Docentes en Marcha nos pusimos al frente de la exigencia. Proponiéndoselo a las seccionales y agrupaciones opositoras vía un petitorio que rápidamente obtuvo el apoyó masivo de la base, logramos el llamado a asambleas y la realización de un paro inmediato para acompañar la jornada de cortes de rutas de los estatales.
Las asambleas se realizaron el jueves y el viernes de la semana pasada, y en la de capital nuevamente la conducción perdió su moción, que planteaba paro el día 24, y de 48 horas para los días 1 y 2 de setiembre, sin definir su continuidad. Desde la Fucsia presentamos una propuesta de plan de lucha progresivo de tres semanas, con un paro para el día 24, otro de 48 horas para la segunda semana y 72 horas para la tercera semana con asambleas para definir la continuidad del plan, moción que ganó en la asamblea de capital. En el plenario se impuso la política de la conducción y nuevamente vamos a tener que exigir las asambleas para debatir la continuidad.
El pliego de reclamo votado tiene dos puntos centrales: la reapertura de la mesa salarial y la defensa de nuestras jubilaciones que están amenazadas por la política de armonización de la ley 27.260 de Macri.