La inflación anual supera ampliamente el 30% de aumento de salario en tres cuotas acordado nacionalmente por Ctera y demás sindicatos docentes. Incluso hubo provincias que cerraron por debajo de ese porcentaje. ¡No alcanza la plata para llegar a fin de mes!

Es imposible llenar el carrito en el supermercado. Y las deudas se van acumulando en las tarjetas de crédito por tratar de estirar, ficticiamente, el poder adquisitivo de nuestros magros ingresos. También hay miles de docentes que mensualmente ni siquiera cobran por supuestos “errores de sistema” o reciben descuentos ilegítimos. Y no podemos utilizar nuestras obras sociales, que se declaran en crisis, aunque mensualmente nos descuenten los aportes.

La situación de la escuela pública se sigue deteriorando. Mientras Macri y los gobernadores siguen subsidiando a más escuelas privadas, cae la inversión presupuestaria para la infraestructura. En Buenos Aires se otorgan por día menos de $8 para comer por alumno. Y mientras la miseria golpea en las casas, se recortan cupos de comedores escolares, quedando a cargo de los directivos y docentes decidir qué chico no va a poder comer más en la escuela y decírselo. Junto a los auxiliares tenemos que hacer magia para que puedan llevarse algo al estómago.

Macri y el ministro Bullrich están invirtiendo sólo el 5% del PBI (Producto Bruto Interno) en educación, cuando la ley obliga que sea el 6%. ¡Con ese 1% que se están “quedando”, se podría otorgar un importante aumento salarial o blanquear las sumas que nos pagan en negro, que en muchos casos representan el 50% del salario! También quieren quedarse con la plata y los derechos adquiridos de las jubilaciones provinciales, bajo el nombre de “armonización”.

Como si estos ataques no bastaran, Bullrich cerró los pocos planes y programas nacionales para educación, dejando a docentes y trabajadores en la calle (ver “Evaluación Aprender”).

Sobran razones para profundizar la lucha y participar en el acto que se realizará en Plaza de Mayo el próximo viernes 2 de septiembre, donde culmina la Marcha Federal convocada por la CTA Yasky, con docentes, estatales y movimientos sociales.

En provincia de Buenos Aires llamamos a parar los días jueves 1 y viernes 2, apoyando las resoluciones del Plenario Provincial de Delegados convocado por los Suteba Multicolores y docentes autoconvocados. El día 2 también llaman al paro Suteba provincial y el Frente Gremial Docente. El combativo Ademys de Ciudad de Buenos Aires llama a parar y a marchar el 2. En Neuquén, una asamblea arrancada a la directiva provincial de ATEN en base a una campaña impulsada por nuestros compañeros juntando firmas en las escuelas, votó seguir la lucha parando el 1 y 2, por aumento salarial y contra la “armonización” jubilatoria. La continuidad está latente porque ATEN no ha llamado aún a nueva asamblea.

A pesar de que varias provincias están con paros docentes, Ctera no llama al paro nacional -con lo que se garantizaría una participación multitudinaria de docentes en la marcha- y sólo traerá delegaciones con directivos de algunas provincias.

La convocatoria a la Marcha Federal plantea correctamente el rechazo a los tarifazos, al ajuste de Marci y el reclamo por la reapertura de las paritarias, pero los dirigentes de la CTA Yasky y de Ctera intentarán que los actos tengan un carácter de reivindicación del anterior gobierno kirchnerista, donde seguramente harán hablar a algunos referentes de ese espacio, cosa que no apoyamos de ninguna manera.

Por eso todos los sectores docentes combativos, Suteba Multicolores, Autoconvocados, Ademys, AGD-UBA y otros, junto al sindicalismo combativo, vamos a marchar unificadamente a Plaza de Mayo, concentrando en el Obelisco a las 14 horas. Para reclamar juntos la continuidad, con paro y plan de lucha nacional, por salarios y presupuesto. Diferenciándonos del sector burocrático que quiere utilizar nuestra lucha en apoyo al kirchnerismo. Levantando la exigencia de paro general de la CGT y CTA.