Julio López desapareció el 18 de septiembre de 2006 cuando se dirigía desde su casa en La Plata hacia tribunales el día que se dictaba la perpetua a Etchecolatz. Fue la primera sentencia luego de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, obtenida tras años de lucha y movilización popular.
El caso Julio López es paradigmático. Quien vivió en primera persona los horrores de la dictadura militar a través de prisión y tormentos, habiendo sobrevivido para contarlo, está desaparecido hace 10 años. Durante su detención conoció los centros de exterminio de Pozo de Arana o la comisaría quinta, entre otros, en lo que se conoció como “Circuito Camps”.
Julio López ha sido un testigo implacable. Con detalles minuciosos facilitó los nombres y datos de quienes llevaron adelante los tormentos, vejaciones y asesinatos en los campos de detención donde estuvo privado de su libertad. Describió a Miguel Etchecolatz (responsable de la Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires y número dos del carnicero Ramón Camps) como un sádico que personalmente realizaba y supervisaba las sesiones de tortura, llegando a ejecutar a sus víctimas con un tiro en la sien. La desaparición de López ocurrió luego de su detallado testimonio contra el ex policía. Por eso se lo indica a éste como el cabecilla de un grupo de tareas que lo secuestró e hizo desaparecer, hasta el día de hoy no investigado por ello.
El silencio cómplice del kirchnerismo
Cuando en mayo de 2014 en un acto en la Plata la presidenta Kirchner aseguró “hoy afortunadamente nadie puede desaparecer en ningún lado”, Cristina mentía. Al mismo tiempo que encumbraba a Milani y apuntalaba al coronel Berni reprimiendo los conflictos obreros en zona norte, el gobierno kirchnerista continuaba con el ninguneo y “olvido” de la desaparición de López, apoyado orgánicamente por todo el arco oficialista. Cristina Kirchner, entonces presidenta, nunca hizo mención del caso López en sus innumerables y tediosas cadenas nacionales. Diversos pedidos de informe sobre el paradero de López fueron presentados en el Congreso, contando con la negativa constante del kirchnerismo. Aníbal Fernández llego a declarar que López se “fue a la casa de la tía”. Según Hebe de Bonafini “Para nosotros no es un típico desaparecido. López no fue militante, vive en un barrio de policías, tiene un hermano policía y la familia no habla de que está desaparecido”. León Arslanián, quien fuera ministro de Seguridad de Buenos Aires en 2006 dijo “es una persona mayor, con Parkinson. Cierto estrés emocional puede haber tenido alguna incidencia”. Hasta los diarios oficialistas afirmaban apenas días después de la desaparición “los investigadores exhibían anoche un cauto optimismo y confianza en resolver el caso de Jorge Julio López en las próximas 48 horas” (Página12, 27/9/2006).
¡Basta de impunidad!
Desde 2006 la desaparición de López fue investigada por la justicia provincial como averiguación de paradero. En 2008, luego de varias denuncias, la bonaerense fue apartada de la investigación y se decidió que lo de López era una “desaparición forzada”. Desde el comienzo la causa estuvo plagada de falsas pistas.
Al día de la fecha no hay ningún indagado, procesado o detenido. La desaparición de Julio López demuestra la responsabilidad del gobierno y de ciertos grupos de “mano de obra desocupada” que encuentran vía libre para dar estos mensajes mafiosos. Son quienes pretenden amedrentar testigos y garantizar la impunidad. Con la desaparición de Julio buscaban frenar los juicios, cosa que fracasó producto de la continuidad de la lucha por justicia.
Fue el gobierno kirchnerista responsable por no desmantelar el aparato represivo y dejar que estas bandas represoras siguieran actuando. Ahora seguimos peleando contra la impunidad de hoy bajo el gobierno de Macri, que mientras continúa alentando las domiciliarias a los genocidas y pone en duda la cantidad de desaparecidos, ahora pretende presentarse como que- rellante en la causa López. Una maniobra para desviar la responsabilidad del gobierno, la fuerzas policiales y la justicia en esta nueva desaparición de Julio López.
Izquierda Socialista se movilizará una vez más el próximo domingo 18 con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia en Capital y en todo el país.